LA SOYA: ALGO DEMASIADO BUENO
PARA SER CIERTO
PARTE 2 DE 2
Susan DeSimone y
Brandon Finucan
Tomado de Optimal
Wellness Center
¡No crea en la propaganda!
Archer Daniels Midland Company (ADM) es uno de los principales
fabricantes de productos de soya. Está tratando de conseguir que
la Food and Drug Administration (FDA) reconozca la categoría de
generalmente reconocidas como seguras (GRAS, por sus siglas en inglés)
para las isoflavonas, los compuestos semejantes al estrógeno que
se encuentran en los productos de soya. La compañía presentó
un documento titulado "Documento informativo que examina la seguridad de
las isoflavonas de soya usadas en aplicaciones dietéticas específicas".
El Dr. Mike Fitzpatrick, un bioquímico y ex-profesor
de la Universidad de Auckland, analizó cuidadosamente este material
y presentó sus conclusiones en un artículo titulado "Las
isoflavonas de soya: panacea o veneno", que se publicó en el Journal
of the Price-Pottinger Nutrition Foundation (vol. 22, no. 3). El Dr. Fitzpatrick
llegó a la conclusión de que el documento de apoyo de ADM
contiene "errores de hecho, falsea a los autores citados, y no presenta
la totalidad de la evidencia científica".
ADM afirma que "estas isoflavonas han sido consumidas
por millones de seres humanos por más de dos mil años". En
realidad, aunque han sido usadas en Asia por cientos de años, "no
formaban parte importante de la dieta [de los asiáticos]". Además,
observa Fitzpatrick, "el frijol soya tradicional era bastante diferente
del que conocemos hoy día". El frijol soya silvestre, el soya glicina,
"es la especie que se consumía tradicionalmente, y es el antepasado
del moderno cultivo, glicina max", explica Fitzpatrick. La especie moderna
ha sido cultivada para que produzca mucha más proteína que
el frijol soya tradicional.
Las isoflavonas
sirven como "mecanismo defensivo como
respuesta a las plagas. Una meta consistente de los cultivadores de
frijol soya ha sido una mayor resistencia a las enfermedades, y es
bastante concebible
que esta meta haya servido para aumentar los niveles de isoflavonas y
otras
toxinas que ocurren de modo natural en el glicina max". Los niveles de
isoflavonas en el glicina max varían considerablemente. "Si esto
es así, entonces no es inverosímil que el frijol soya
asiático
tradicional, el glicina, contenga niveles bastante bajos de isoflavonas
o quizás ninguno en absoluto", dice Fitzpatrick. Por lo tanto,
el
aserto de ADM de que el frijol soya ha sido consumido durante
más
de dos mil años no se puede justificar.
La soya y las fórmulas
infantiles
Lo que es particularmente preocupante es la presencia
de la soya en las fórmulas infantiles. Es interesante observar que
muchos niños no toleran las fórmulas de soya, que parecen
ser "alérgicos" a la soya.
Quizás el cuerpo rechaza instintivamente los inhibidores
enzimáticos que se encuentran en la soya. En una carta dirigida
a Linda Kahl en la división de Políticas de Productos de
la FDA, y fechada el 22 de abril de 1998, Daniel Sheehan, Ph.D. y director
del Programa de Estrógeno Base del Centro Nacional para la Investigación
Toxicológica, escribió: "Hay abundante evidencia de que algunas
isoflavonas, incluyendo la genisteína, son tóxicas. Además,
las isoflavonas son inhibidoras de la peroxidasa tiroidea, que fabrica
las [hormonas] T3 y T4. Puede esperarse que la inhibición genere
anormalidades tiroideas, incluyendo el bocio y la tiroiditis autoinmune.
En realidad, los niños que consumen fórmulas de soya ricas
en isoflavonas tienen más o menos el doble de riesgo de contraer
estas enfermedades... Aunque puede que las isoflavonas tengan efectos benéficos
a algunas edades o en ciertas circunstancias, no puede suponerse que esto
sea cierto a todas las edades. Las isoflavonas son como otros estrógenos
en que son espadas de dos filos, pues confieren tanto beneficios como riesgos.
El Dr. Sheehan cree que: "La adición de isoflavonas
a los alimentos debe ser considerada del mismo modo que la adición
de estrógeno a los alimentos, lo cual es una mala idea". El Dr.
Sheehan está muy preocupado por el alto contenido de estrógeno
en las fórmulas basadas en soya. Piensa que los niños alimentados
con estas fórmulas han sido puestos en riesgo en un "experimento
con niños, que es a gran escala, incontrolado, y básicamente
no monitoreado". El Dr. Fitzpatrick trae a colación otro punto en
disputa: él cree que la soya puede combinarse con otros xenoestrógenos
(como los plaguicidas). Fitzpatrick escribe que "a causa del potencial
para causar efectos sinérgicos, la exposición de seres humanos
a todos los disruptores endocrinos, como la soya, se requiere con urgencia
que las isoflavonas sean reducidas".
La soya y la dieta occidental
En parte de este artículo, mencionamos que se han
hecho suposiciones conectando la ingesta de soya con la baja incidencia
de ciertos cánceres en Asia. "Sin embargo, un estudio epidemiológico
en China ha demostrado que una alta ingesta de soya no protege contra el
cáncer del seno". 1
Convenientemente, los proponentes de la soya han pasado
por alto un estudio que demuestra que los altos niveles de genisteína
"pueden estimular las células del seno para que entren en el ciclo
celular". 2 Estos descubrimientos son "consistentes con un informe anterior
de Petrakis et al, que expresa la preocupación de que las
mujeres alimentadas con aislado de proteína de soya tengan una mayor
incidencia de hiperplasia epitelial". 3
Recientemente, el gobierno de Gran Bretaña publicó
su descubrimiento de los efectos de la soya en la dieta, llegando a la
conclusión de que "casi no había evidencia que ligara los
beneficios para la salud de los alimentos que contuvieran isoflavonas con
las isoflavonas mismas". 4
Otro estudio llegó a la conclusión de que
"cualesquiera beneficios de los productos de soya no se deben específicamente
a las isoflavonas ... [y] la combinación de una alta ingesta de
fitoestrógenos con una dieta occidental posiblemente no sea benéficiosa".
5
Además de los
naturales problemas con el frijol soya, nos enfrentamos a un nuevo
fenómeno occidental: la soya genéticamente
alterada. Entre otros alimentos genéticamente alterados, o
transgénicos,
como el maíz, las manzanas, los tomates, las calabazas, las
fresas,
la lechuga, las papas, el trigo, y hasta las nueces (para mencionar
sólo
unos pocos), la soya es uno de los más controvertidos. Monsanto,
el multimillonario líder biotecnológico que nos trajo
rBGH
(la hormona del crecimiento bovino), ha estado luchando por varios
años
para poner en la mesa de usted alimentos genéticamente
alterados.
Hasta ahora, va ganando. La verdad es que, a menos que usted haya
estado
comiendo SÓLO alimentos orgánicos, es probable que haya
estado
probando la obra de Monsanto.
Monsanto ha obtenido
millones en ganancias de las ventas
de su popular herbicida, RoundupÆ, y a su vez ha producido varios
cultivos transgénicos que lo resisten. Por supuesto, la soya se
encuentra entre esos cultivos resistentes al Roundup-ReadyÆ.
Siendo
resistentes a este potente herbicida, los agricultores pueden rociar
más
de él sobre sus cultivos, lo cual resulta en niveles más
altos de toxinas en el producto cosechado. Recientes estudios han
mostrado
que los cultivos de frijol soya tienen un elevado nivel de
estrógeno
(mucho más alto que los niveles ya elevados del frijol soya).
Como
mencionamos antes, el efecto sinérgico de estos
estrógenos
- especialmente en niños que ingiereeeen fórmulas con base
de soya - es desconocido, pero hizo enarcar algunas cejas en un estudio
reciente
publicado en la revista Pediatrics.
Los investigadores descubrieron que uno por ciento de
todas las muchachas ahora muestran señales de pubertad, tales como
el desarrollo de los senos o vello púbico, antes de los TRES años;
para la edad de ocho años, el 14.7 de las muchachas caucásicas
y un enorme 48.3 por ciento de las muchachas afroamericanas tenían
una de estas características o ambas", dice Sally Fallon en el artículo
sobre la soya publicado por Price-Pottinger.
Se ha demostrado que estos niveles más elevados
de estrógeno aumentan la cantidad de grasa producida en la leche
de vacas alimentadas con los frijoles alterados y rociados. Junto con el
uso de rBGH, los elevados niveles de estrógeno arrojan dudas sobre
si la leche de vacas puede en realidad llamarse leche.
La Unión Europea ha luchado desesperadamente para
evitar que los cultivos genéticamente alterados entren en la cadena
alimenticia europea, pero este junio, tanto Francia como Irlanda estarán
plantando los primeros cultivos alteradosen suelo europeo. En los Estados
Unidos, hay muy pocas leyes (si es que las hay) sobre la industria biotecnológica.
La soya y la ingesta de proteína
El frijol soya no es la base para medir si su dieta vegetariana
proporciona o no la proteína y los nutrientes que su cuerpo necesita.
En realidad, una dieta completamente desprovista de soya o productos cárnicos,
pero variada en vegetales y frutas, proporciona a su cuerpo todos la proteína
y los nutrientes que necesita. El factor importante para establecer si
su dieta vegetariana libre de soya es lo bastante buena para usted o no,
no es una cuidadosa combinación alimenticia. Son las calorías.
Mientras usted coma suficientes hojas verdes, frutas, y vegetales, su cuerpo
recibirá todo lo que necesita. Esta es la razón por la cual
la Terapia Gerson, con su bien balanceada dieta basada en plantas (libre
de soya), y rica en vitaminas y enzimas, puede efectivamente curar hasta
los más difíciles malestares.