VIDA DE ELLEN G. WHITE:
SUS AFIRMACIONES REFUTADAS
Dudley Marvin Canright
Capítulo 1 - Introducción
Tomado de The
Ellen White Research Project
Los Adventistas del Séptimo Día consideran
a la Sra. White como profeta, y a sus escritos como inspirados. Elaboran
largos argumentos a partir de la Biblia para probar que tienen que haber
"dones" en la iglesia, tal como lo afirman los Mormones, los Shakers, y
otros, acerca de sus respectivas iglesias. Hacen esto para justificar su
afirmación en favor del "don de profecía," que ellos dicen
que posee la Sra. White.
La Biblia dice: "Guardaos de los falsos profetas". (Mat.
7:15). "Se levantarán falsos Cristos y falsos profetas." (Mat. 24:24).
"No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus:...
porque muchos falsos profetas han salido por el mundo". (1 Juan 4:1).
En cada generación se han levantado muchos afirmando
ser profetas. Todos han encontrado seguidores, unos más, otros menos.
Todo lo que tuvieron que hacer fue creer firmemente en sí mismos
y hacer extravagantes afirmaciones, y pronto tuvieron seguidores. Mahoma,
que surgió en el siglo sexto D. C., con sus doscientos millones
de seguidores hoy día, es un ejemplo notable. Mencionemos unos pocos
hombres prominentes más cerca de nuestro propio tiempo.
Swedenborg
Emanuel Swedenborg nació en Estocolmo, Suecia,
en 1688, y murió en 1772. Era favorito del rey y la familia real.
Era del más puro carácter, y devotamente religioso. No hay
ni una sola mancha en su carácter moral.
De acuerdo con la Enciclopedia Schaff-Herzog, de la cual
condensamos este bosquejo, Swedenborg comenzó, a la edad de cincuenta
y cinco años, a tener visiones del cielo, el infierno, los ángeles,
y el mundo espiritual. Dice él: "He sido llamado a un santo oficio
por el Señor mismo, quien con toda misericordia se me apareció
a mí, su siervo, en el año de 1743, cuando abrió mis
ojos al mundo espiritual y me permitió conversar con los espíritus
y con los ángeles". Exactamente lo que afirmaba la Sra. White. Swedenborg
continuó esta actividad por treinta años, durante los cuales
escribió como treinta volúmenes inspirados. Hizo algunas
predicciones notables, que sus seguidores afirman que se cumplieron exactamente.
Fundó una nueva iglesia basada en sus revelaciones.
Se enseña la Biblia como libro sagrado, y se les ordena a sus seguidores
vivir piadosamente. La iglesia ha crecido constantemente, hasta llegar
a tener sociedades en todas partes del mundo. Publica varios periódicos,
además de muchos libros. Sus seguidores creen en él tan implícitamente
como los seguidores de la Sra. White creen en ella, y son muy celosos propagadores
de su fe.
Ann Lee y los cuáqueros
Los cuáqueros son tan bien conocidos en los Estados
Unidos que poco se necesita decir de ellos. Su dirigente, Ann Lee, nació
en Inglaterra en 1736 y murió en 1784. Como la Sra. White, "no recibió
ninguna educación". Ingresó a una sociedad cuyos miembros
tenían notables experiencias religiosas, y pronto comenzó
a "tener visiones y a hacer revelaciones," a las cuales llamó "testimonios,"
como la Sra. White. "Desde ese momento en adelante, afirmó ser guiada
por revelaciones y visiones". (Encyclopedia Schaff-Herzog, artículo
"Ann Lee"). Fue aceptada como dirigente y como "la segunda venida de Cristo."
Como la Sra. White, estipulaba "un tipo peculiar de vestido" y "se oponía
a la guerra y al consumo de carne de cerdo". (Encyclopedia Johnson, artículo
"Shakers"). Sus seguidores no se relacionan con otras iglesias, y son renombrados
por su pureza y devoción. Como prueba de la inspiración de
la Sra. White, los Adventistas citan el alto tono moral y religioso de
sus escritos. Dicen que sus revelaciones tienen que ser o de Dios o de
Satanás. Si son de Satanás, no enseñarían esta
pureza ni esta santidad. El mismo razonamiento puede servir para probar
que la Sra. Lee es también una profetisa, pues ella excede a la
Sra. White en este respecto, hasta el punto de que "cuáquero" ha
llegado a ser sinónimo de honestidad.
La Sra. Joanna Southcott
Esta notable mujer nació en Inglaterra en 1750,
de padres pobres, y carecía por completo de educación. Trabajó
como empleada doméstica hasta que tuvo más de cuarenta años
de edad. Ingresó a la Iglesia Metodista en 1790. En 1792, se anunció
como profetisa, y "publicó numerosos folletos [más de sesenta]
exponiendo sus revelaciones". (Encyclopedia Johnson, artículo "Southcott").
Entraba en trance, lo mismo que la Sra. White, y anunciaba el pronto regreso
de Cristo. (Véase la Encyclopedia Americana, artículo "Southcott").
Llevó a cabo un lucrativo negocio con la venta de sus libros, como
lo hizo la Sra. White. Por extraño que parezca, muchos destacados
ministros de Inglaterra creyeron en ella, y miles se convirtieron en seguidores
suyos, hasta que, en unos pocos años, sumaban más de cien
mil. Dice la Encyclopedia Americana: "La fe de sus seguidores se elevó
al nivel de entusiasmo".
Se consideraba como "la esposa del Cordero", y cuando
tenía sesenta y cuatro años de edad, se declaró embarazada
con el verdadero Mesías, el 'segundo Shiloh,' que ella daría
a luz el 19 de octubre de 1814... Joanna murió en su auto-engaño
el 27 de diciembre de 1814, pero sus seguidores, que en una ocasión
llegaron a sumar cien mil, continuaron observando el sábado judío
hasta 1831". (Encyclopedia Schaff-Herzog). "Un examen post-mortem mostró
que ella había estado sufriendo de hidropesía". (Encyclopedia
Johnson). "La muerte puso fin a sus esperanzas y a sus temores. Con sus
seguidores no sucedió así, sin embargo. Aunque confundidos
por un tiempo por su muerte, que apenas podían creer que fuera real,
esperaban con confianza su pronta resurrección. En esta convicción
vivían y morían, y su secta todavía no se ha extinguido".
(Encyclopedia Americana, artículo "Southcott").
La Sra. White afirmaba que su don era el "testimonio de
Jesús" mencionado en Apoc. 12:7, mientras que la Sra. Southcott
afirmaba ser la "mujer" mencionada en los versículos 1 y 2 del mismo
capítulo. La Sra. Southcott escribió A Book of Wonders
["Un Libro de Maravillas"], mientras que la Sra. White escribió
uno llamado "El Gran Conflicto". Los seguidores de la Sra. White afirman
que éste último es el libro más maravilloso de todos
los tiempos. Lo han vendido por carretadas, y la Sra. White ha recibido
jugosas regalías. Un biógrafo reciente de la Sra. Southcott
dice de los libros de esta última: "Ella encontró que el
negocio era muy lucrativo, ... y procedió a recoger el dinero de
la venta de sus profecías". Esto es exactamente lo que hizo la Sra.
White. La Sra. Southcott afirmaba haber sido llamada a "sellar" a los ciento
cuarenta y cuatro mil de Apoc. 7:1-4. La Sra. White afirmaba que tenía
un mensaje para sellar a los mismos ciento cuarenta y cuatro mil con el
sábado. Parece haber tomado a la Sra. Southcott como modelo en varios
sentidos.
Las siguientes palabras de la Chambers Encyclopedia (artículo "Southcott") también se aplican a la Sra. White
y a sus seguidores: "La historia de Joanna Southcott misma no tiene mucho
de maravillosa; pero la influencia que ejerció sobre otros puede
muy bien considerarse así, y es difícil entender la chifladura
de sus seguidores, particularmente cuando se considera que algunos de ellos
eran hombres de alguna inteligencia y de mente cultivada. Probablemente,
el secreto de su influencia radicaba en el hecho de que la pobre criatura
tomaba en serio su propio engaño. Hay en el mundo muchas personas
realmente así, siempre propensas a ser esclavizadas por otros que
tengan convicciones de cualquier clase, por grotescas que sean. En su lecho
de muerte, Joanna dijo: 'Si he sido guiada en la dirección equivocada,
lo he sido por algún espíritu, bueno o malo'. La pobre Joanna
nunca sospechó que el espíritu que llevaba a cabo tales extravagancias
era el suyo propio".
Lo mismo sucedía con la Sra. White. Es asombroso
que, con todas las pruebas de los fracasos de ella, hombres inteligentes
todavía sean guiados por ella. Pero los casos de Joanna, Ann Lee,
y otros, nos ayudan a resolver éste. Todos han creído seriamente
en su propia inspiración, y este hecho a convencido a otros.
Nótese aquí la terrible tenacidad del fanatismo
una vez que se inicia. Cuando Joanna murió, habríamos supuesto
que todas las personas cuerdas habrían renunciado a ella y sus enseñanzas,
pero de alguna manera se adaptaron a su muerte, y siguieron adelante. Así
sucedió con los seguidores de la Sra. White. A pesar de sus errores
garrafales y sus fracasos, sus seguidores los reparan y siguen adelante.
Joseph Smith y los mormones
Este profeta y sus visiones y revelaciones son tan bien
conocidos que sólo los mencionaremos brevemente. Smith nació
en 1805, y murió en 1844, el año en que la Sra. White comenzó
a tener sus propias revelaciones. Smith surgió durante un gran despertar
religioso, como lo hizo la Sra. White durante el movimiento Adventista
de 1843-1844. Como la Sra. White, Smith no tenía educación,
era pobre, y desconocido. En 1823, comenzó a tener "visiones" y
"revelaciones", y a ver ángeles y a hablar con ellos. El segundo
advenimiento de Cristo estaba a las puertas, decía, y de aquí
nació el nombre "Santos de los últimos días". Su misión
era presentar "la nueva dispensación". Sus seguidores son los "santos,"
y todas las demás iglesias son "paganas" o gentiles. De la misma
manera, los seguidores de la Sra. White son los santos; todas las otras
iglesias son "Babilonia" y apóstatas.
En cuanto a tener "dones" en la iglesia, los mormones
superan con mucho a los Adventistas. Además de tener un profeta,
sus apóstoles hacen muchos milagros, como ellos afirman con vehemencia;
tienen el don de lenguas, y afirman que pueden mostrar muchas predicciones
que se han cumplido de manera notable. También tienen una nueva
Biblia, una nueva revelación, han iniciado una nueva secta, y no
tienen nada que ver con los demás, pero hacen prosélitos
de entre todos.
Los mormones se iniciaron en 1831, sólo como quince
años antes de que lo hicieran los Adventistas del Séptimo
Día; pero ahora suman más de quinientos mil, cuatro veces
el número de los Adventistas. Su número está aumentando
más rápidamente que el de los Adventistas, los cuales "apuntan
con orgullo" a su crecimiento como prueba de que Dios está con ellos.
Los Adventistas del Séptimo Día afirman
que ellos tienen que ser la verdadera iglesia porque tienen un profeta
y son perseguidos; pero los mormones tienen un profeta y han sido perseguidos
muchos miles de veces más. Smith y otros fueron asesinados; muchos
han sufrido latigazos, han sido cubiertos con alquitrán y después
con plumas, les han lanzado huevos podridos, han sido apedreados, atacados
por la chusma, expulsados de ciudades, y declarados fuera de la ley. ¡Así
que ellos deben ser la verdadera iglesia! En comparación, los Adventistas
del Séptimo Día han sufrido poco. Tienen una pobre idea de
lo que es persecución, aunque todo el tiempo han parecido estar
deseosos de pasar por mártires.
La Sra. Eddy y la Ciencia Cristiana
No es nuestro propósito discutir en estas líneas
el carácter de la Sra. Eddy o de la Ciencia Cristiana, sino simplemente
mostrar cuán fácilmente la gente es guiada y gobernada por
profesos profetas inspirados por Dios, no importa lo que enseñen.
La Sra. Eddy nació el 16 de julio de 1821 en New
Hampshire, y murió el 3 de diciembre de 1910, cerca de Boston, cuando
tenía casi noventa años de edad. La Sra. White nació
en 1827 y murió en 1915, a la edad de casi ochenta y ocho años.
Ambas vivieron durante casi el mismo período de tiempo. Sin embargo,
los sistemas religiosos de ambas son exactamente opuestos entre sí.
En las revelaciones de la Sra. White, el diablo es un hombre grande y corpulento
de carne y hueso; los santos redimidos tienen alas y vuelan como las aves,
viven en casas de plata y en un mundo en que hay árboles de oro
con ramas de plata que producen frutos. Todo muy literal y muy material.
En la destrucción final, Dios tortura a los impíos hasta
el límite. Hablando de la destrucción de los impíos,
ella dice: "Vi que ... a algunos les tomaba muchos días consumirse,
y que, mientras hubiera una porción de ellos sin consumirse, permanecía
todo el sentido del sufrimiento." (Early Writings [Primeros Escritos],
p. 154, ed. 1882).
Con la Sra. Eddy, no existe tal cosa como la materia;
todo es sólo mente, espíritu, principio. No hay un Dios personal,
ni diablo, ni ángeles, ni pecado, ni mal, ni enfermedad, ni infierno,
ni castigo eterno, ni almas perdidas, Jesús es sólo humano,
no hay resurrección, ni segundo advenimiento, ni día del
juicio, algunas partes de la la Biblia son sólo mito y conducen
a confusión, Dios nunca contesta la oración.
Y, sin embargo, estas dos profetisas, con teorías
tan opuestas entre sí, encuentran seguidores con prontitud. Los
discípulos de cada una de ellas creen en su propia profetisa con
igual devoción, y consideran los escritos de cada una de ellas como
inspirados e infalibles. Estos escritos son su Biblia, que explican lo
que la Biblia de Dios quiere decir.
Los Cristianos Cientistas, como clase, poseen una alta
estatura moral y social. En este respecto, superan a los Adventistas. Si
enseñar la pureza de vida prueba que la Sra. White es una profetisa
inspirada por Dios, también prueba lo mismo con relación
a la Sra. Eddy.
El hecho es que ninguna de estas mujeres dirigentes fue
inspirada ni por Dios ni por Satanás, sino por sus propias fantasías
religiosas heredadas y altamente depuradas, moldeadas por las influencias
dominantes que actuaron en sus vidas. No es necesario creer que la Sra.
Eddy era deshonesta. Era simplemente una entusiasta religiosa, que se dejó
llevar por sus propios engaños mentales, lo mismo que la Sra. White.
Los Adventistas señalan a su propio éxito como prueba de
que la Sra. White fue una verdadera profetisa. Pero los creyentes en la
Sra. Eddy los sobrepasan en una proporción de diez a uno, aunque
comenzaron su obra veinte años más tarde.
El "pastor" Russell
Hablando del Sr. Russell poco después de su muerte,
el New York Watchman-Examiner de noviembre 9, 1916, dice:
"Cuando Charles T. Russell, que se llamaba a
sí mismo 'pastor' Russell, murió, desapareció del
mundo un hombre notable. Sin vacilar, deberíamos colocarlo en una
clase aparte junto con Alexander Dowie, y con Joseph Smith, el fundador
del Mormonismo. De agudo intelecto, elocuente, y maestro de la dialéctica,
jugaba a ser charlatán con tanto éxito que reunió
a multitud de seguidores, engañando en muchos casos a los mismísimos
escogidos de Dios. Creó a su alrededor una gran organización
de hombres y mujeres, que respondían a su dirigencia como los Mormones
obedecen las órdenes del profeta. Una corriente de oro fluía
hacia dentro de sus arcas, dinero que se usaba en anuncios de propaganda
mundial. No tenía adiestramiento formal, y nunca fue ordenado al
ministerio, y sin embargo, le hablaba a incontables multitudes de viva
voz y por medio de la pluma, y ganó para sus erráticos puntos
de vista a muchos de todas las denominaciones. Este éxito tuvo lugar
a pesar de que su propia vida era una vergüenza para la cristiandad.
Todavía parecer ser cierto que a los hombres les gusta ser engañados,
y el 'pastor' Russell engañó a multitudes.
"Se ha anunciado que su muerte no interferirá en
manera alguna con la propagación de sus puntos de vista y el fomento
de la doctrina de la 'Aurora Milenial.' En realidad, es muy probable que
el fanatismo que poseía a muchos de sus seguidores se manifieste
en una nueva propaganda. Ya miles de mujeres están caminando por
las calles de nuestras grandes ciudades distribuyendo la literatura del
Russellismo. La gente tiene hambre de conocimiento del futuro desconocido
y misterioso. El Sr. Russell capitalizó este profundo anhelo del
corazón humano, y con un dogmatismo sin paralelo, proporcionó
la información más minuciosa y exacta en relación
con el futuro nonato".
El Sr. Russell puso varias fechas para el fin del mundo,
siendo la última en 1914. Dijo que los "tiempos de los gentiles"
se cumplirían en octubre de ese año. Sus seguidores aseguran
que él es el más grande hombre que ha vivido desde los apóstoles,
y que su secta es la única iglesia verdadera. Todas las demás
son Babilonia. El Sr. Russell vivió en la misma época que
la Sra. White y la Sra. Eddy. Los seguidores de cada uno de ellos aceptan
a su dirigente como el único oráculo infalible de Dios. ¿Pueden
ellos tener razón?
Alexander Dowie
Aquí y en nuestro tiempo hubo otro que reclamaba
tener inspiración divina - el segundo Elías. Por años,
disfrutó de amplia notoriedad. Se afirmaba que llevó a cabo
cientos de curaciones milagrosas. La devoción y el entusiasmo de
sus seguidores no conocían límites. El dinero fluía
libremente. Como la Sra. White y la Sra. Eddy, era dogmático y arbitrario.
Su palabra era ley. Exigía una vida religiosa austera, superando
aún a la Sra. White. La secta todavía existe en Zion City,
Chicago.
Nótese qué cosecha de falsos profetas produjo
el siglo pasado. Parece estar en el aire de la época.
Ni uno solo de los mencionados aquí, excepto la
Sra. White, es considerado por los Adventistas del Séptimo Día
como un profeta verdadero. Llaman a Swedenborg espiritista. A Joseph Smith
lo consideran un impostor, y a sus escritos una falsificación. Contra
la Sra. Eddy y la Ciencia Cristiana han escrito extensamente. Contra el
"pastor" Russell y sus enseñanzas, han publicado un libro llamado
"The Darkness of Millennial Dawn" [La Oscuridad de la Aurora Milenial"].
Según los Adventistas, ninguno pasa la prueba. Todos son falsos.
El único profeta verdadero de los tiempos modernos es el suyo propio.
El propósito de este libro es investigar las afirmaciones
de la Sra. White, la profetisa de los Adventistas del Séptimo Día
y, a partir de evidencia documental, hechos simples, y pruebas incontrovertibles,
permitir que el lector juzgue por sí mismo si ella debería
o no ser clasificada con los otros falsos profetas de la época que
se mencionan aquí.
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