VIDA DE ELLEN G. WHITE
SUS AFIRMACIONES REFUTADAS
Dudley Marvin Canright
Capítulo 12 - Sus arrogantes
afirmaciones refutadas
Tomado de The
Ellen White Research Project
Ningún profeta de Dios hizo jamás afirmaciones
tan fuertes como las que hizo la Sra. White. En Spiritual Gifts,
tomo II, pág. 293, ella dice: "Yo dependo del Espíritu
del Señor tanto para relatar o escribir una visión como para
tenerla". Aquí ella afirma que las palabras mismas con que se
registran sus visiones son de inspiración divina. Pero yo sé
que las palabras de sus libros y de sus "testimonios" escritos no son inspiradas,
porque:
- A menudo cambiaba lo que había escrito,
y luego lo escribía de manera muy diferente. La he visto tachar
una línea, una oración, y hasta una página entera,
y escribirla de nuevo de manera muy diferente. Si Dios le dio las palabras,
¿por qué ella las tachaba y las alteraba? ¿Cambia
Dios de opinión de esa manera?
- La he visto sentarse, pluma en mano, y leerle
su manuscrito a su esposo, mientras él sugería cambios, los
cuales ella hacía. Tachaba sus propias palabras y ponía las
de él. ¿Era él inspirado también? Ella negaba
esto. En Testimonies, tomo I, página 612, ella dice: "Yo nunca
he considerado su juicio infalible, ni sus palabras inspiradas". Y
sin embargo, al preparar sus escritos, ella prefería las palabras
de él a las suyas propias.
- Como era ignorante de la gramática, empleaba
escritores competentes para que tomaran su manuscrito y lo corrigieran,
mejoraran su redacción, lo pulieran, y lo pusieran en estilo popular,
para que sus libros se vendieran mejor. Miles de palabras, frases, y oraciones,
que no eran las suyas, fueron así insertadas por otras personas,
algunas de las cuales ni siquiera eran cristianas. ¿Eran las palabras
de estas personas inspiradas también?
- Una de sus empleadas trabajó por más
de ocho años preparando su libro más voluminoso. Después
de terminarlo, dijo: "Yo puse un poquito aquí, un poquito allá,
y otro poquito en alguna otra parte, y lo entrelacé todo". El gerente
de una de las mayores casas publicadoras de ellos, que estaba íntimamente
familiarizado con la obra de la Sra. White, dijo que él no creía
que la Sra. White hubiese jamás preparado ni un solo capítulo
entero de uno de sus principales libros de suscripción popular.
Todos eran obra de otros.
- Al reunir material para sus libros, la Sra. White
a menudo lo copiaba, sin dar crédito ni poner comillas, de otros
autores, ninguno de los cuales afirmaba tener inspiración divina
para sus propios escritos. Véase el capítulo acerca de sus
plagios. ¿Eran inspirados estos autores?
- Se sabe ahora que muchas de las cosas de las
cuales ella dice "Vi", "Se me mostró", "Me ha sido mostrado", son
falsas. Estas expresiones abundan en sus escritos para la iglesia. En el
librito Early Writings [Primeros Escritos], ocurren 409 veces. Pero Dios
no muestra a sus profetas cosas que no son verdaderas. Por lo tanto, Dios
no le mostró las cosas que ella dice que le mostró.
- Los dirigentes denominacionales a menudo trataban
a sus escritos como a cualquier producción literaria ordinaria,
y no como la inspirada palabra de Dios. He aquí el testimonio de
uno que sabe:
"Por el presente documento certifico que fui
corrector de pruebas en la oficina del Review and Herald por
seis años, comenzando en 1898. Muchas veces, cuando se recibían
testimonios de la Sra. White, se recortaban pasajes y se dejaban fuera,
según el parecer de los que tenían autoridad en la oficina.
(Firmado) W. R. Vester".
El 7 de octubre de 1907, en Battle Creek, Mich., un comité
de iglesia requirió la presencia del Dr. J. H. Kellogg para interrogarlo
sobre sus puntos de vista religiosos, especialmente su actitud hacia los
testimonios de la Sra. White. La entrevista duró ocho horas, desde
las 8:30 a.m. hasta las 4:30 p.m., fue registrada por un estenógrafo,
y cubrió 164 páginas mecanografiadas. El doctor concedió
que la Sra. White tenía la intención de ser una mujer cristiana,
pero sostuvo que los testimonios de ella no eran dignos de confianza. Mencionó
muchos casos en los cuales ella contradecía hechos conocidos - contradecía
lo que ella misma había escrito, y negaba lo que había dicho.
Mencionó muchos casos en que los dirigentes simplemente la habían
usado para obtener testimonios que se adaptasen a sus propósitos.
Mencionó casos en que estos dirigentes habían eliminado de
sus testimonios partes que no les gustaban, habían puesto juntas
otras porciones para cambiar el significado, y luego, con su nombre firmado,
usaban los testimonios para adelantar sus propósitos, y "rebajar"
a los hombres que deseaban silenciar.
En la página 48 de su informe, el doctor dice:
"Estos hombres con frecuencia han eliminado grandes trozos de cosas que
la hermana White había escrito y que ponían las cosas en
una luz que no era la más favorable para ellos, o no se ajustaban
a las campañas de ellos de esa manera. Se sintieron en libertad
de eliminarlos para cambiar el efecto y el tenor de todo el asunto, y enviar
el documento bajo el nombre de la hermana White. Yo lo sé, y creo
que Uds. lo saben también". El comité no pudo contradecirlo.
Esto muestra cuán poco respeto tenían los oficiales por sus
testimonios.
En la página 51, el doctor dice: "Yo no creo, ni
nunca creí, en la infalibilidad de la Sra. White. Hace ocho años,
le dije en su propia cara que algunas de las cosas que me había
enviado como testimonios no eran la verdad, que no estaban en armonía
con los hechos; y ella misma lo comprobó". Ella finalmente le confesó,
dice él, que se había equivocado.
En la página 96, nuevamente dice: "Sé que
se ha estado perpetrando un fraude todo el tiempo, y no me gusta para nada.
Sé que la gente va a la hermana White con algún plan o esquema
que quieren llevar a cabo con su respaldo, y se ponen de pie y dicen: "¡El
Señor ha hablado!".
En realidad, es así como se dieron muchos de sus
"testimonios"; esto es, por medio de la influencia de alguien sobre ella
para que escribiera lo que la persona quería.
En la página 62, G. W. Amadon, que fue por muchos
años impresor jefe en la oficina del Review, y miembro del
comité que examinó al Dr. Kellogg, dice: "Ustedes saben,
tan bien como yo, cómo se manejaban los escritos de ella en los
días del pastor [James White]". El Dr. Kellogg contestó:
"Por supuesto que lo sé". Esto es, el pastor White manipulaba los
escritos para su propia conveniencia. Más tarde, otros hicieron
lo mismo.
En la página 130, el doctor dice que la Sra. White
le dijo: "Dr. Kellogg, algunas veces dudo de mi propia experiencia". Eso
fue en 1881. Esto demuestra que, a veces, desde el principio, ella no estuvo
segura de que sus visiones fueran de Dios.
En la misma página, el doctor dice que el pastor
White se le acercó un día y le dijo: "Dr. Kellogg, es maravilloso;
algunas veces mi esposa tiene las más notables experiencias; el
Señor se le acerca y ella tiene las más notables experiencias;
y luego, viene el mismo diablo y toma posesión de ella".
Estas afirmaciones arrojan algunas notables luces adicionales
sobre la vida de la Sra. White, y proporcionan
prueba adicional de que ella no era inspirada.
- Ella misma suprimía algunos de sus propios
escritos para los cuales, al momento de su primera publicación,
ella reclamaba inspiración divina. Veáse el capítulo
sobre "Escritos perjudiciales suprimidos".
- Por último, en la revisión de algunos
de sus libros, ella contradice directamente lo que había escrito
anteriormente. Por ejemplo, en todas las ediciones de su libro The Great
Controversy, en la página 383, desde 1888 hasta 1911, ella dice
de la caída de Babilonia a que se alude en Apoc. 14:8: "No puede
referirse a la Iglesia Romana". Aplicó el pasaje enteramente a las
iglesias protestantes. Pero en la edición revisada de 1911, esta
afirmación ha sido cambiada, para que dijera así: "No puede
referirse a la Iglesia Romana solamente". Antes de esto, no podía
referirse a la Iglesia Romana en absoluto; pero ahora dice que sí
se aplica a esa iglesia, y a esa iglesia en particular, pero no a ella
solamente. Incluye a las otras. He aquí una contradicción
directa, si es que alguna vez hubo una. Entonces, ¿qué sucede
con su afirmación de inspiración divina para sus escritos,
y con la aún más presuntuosa afirmación de sus seguidores
de que sus escritos son "el único intérprete infalible" de
la Biblia? ¿Cambia Dios de opinión y se contradice a sí
mismo de esa manera?
Los capítulos precedentes han mostrado claramente
la verdadera fuente de su inspiración.
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