VIDA DE ELLEN G. WHITE
SUS AFIRMACIONES REFUTADAS

Dudley Marvin Canright

Capítulo 21 - "Dad el domingo al Señor"

Tomado de The Ellen White Research Project



Desde el principio, la Sra. White enseñó que el Papa cambió el sábado, que la observancia del domingo es "la marca de la bestia", y que antes del fin los Adventistas del Séptimo Día habrán de sufrir gran persecución por no dejar de trabajar en domingo. Finalmente, saldría un decreto para matarlos y librar a la tierra de ellos. (Early Writings, pp. 29, 47, 55, 143, 145, ed. de 1882).

Después de un tiempo, a causa de sus maneras agresivas y sus fuertes denuncias contra los que guardan el domingo, unos pocos Adventistas del Séptimo Día fueron encarcelados por cortos períodos aquí y allá por trabajar en domingo, y finalmente dos de sus casas publicadoras, una en Londres y otra en Basilea, Suiza, fueron cerradas por no acatar las leyes dominicales y las leyes que regulaban las horas de trabajo de las mujeres.

Esto puso a pensar a la Sra. White, y finalmente tuvo una revelación instruyendo a su pueblo en el mundo entero a abstenerse de trabajar en domingo dondequiera que la ley lo exigiera y hubiera amenazas de persecución. Obedecieron en seguida. Pero, siguiendo sus instrucciones, ¿cómo, entonces, pueden ser perseguidos por trabajar en domingo?

En Australia hay una ley que les requiere cerrar su casa publicadora en Melbourne los domingos. Por tres domingos, después de que fueron notificados, no obedecieron. Entonces fueron amenazados con la cárcel. ¿Y ahora qué? ¿Desafiaron la ley y recibieron el castigo como siempre han dicho que lo harían? Por fortuna, la Sra. White, su oráculo divino, estaba allí mismo. ¿Aconsejó ella el martirio? ¡Oh, no! Ella inmediatamente produjo una revelación dando instrucciones para que obedecieran la ley, cerraran la planta los domingos, y dedicaran el día al Señor haciendo obra religiosa, tal como lo hacen los observadores del domingo.

Estas son sus instrucciones, que aparecen en Testimonies for the Church, tomo IX, No. 37, publicado en 1909. Es una retractación de plano de todo lo que había publicado antes. Evita toda posibilidad de persecución por trabajar en domingo. Dice ella: "La luz que el Señor me dio en el momento en que esperábamos precisamente una crisis como a la que ustedes parecen estarse acercando, fue que cuando el pueblo fuera movido por un poder de abajo para hacer cumplir la observancia del domingo, los Adventistas del Séptimo Día habrían de mostrar su sabiduría absteniéndose de su trabajo regular ese día y dedicándolo al esfuerzo misionero". (p. 232). "No les deis ocasión de llamaros violadores de la ley". "Será muy fácil evitar esa dificultad. Dad el domingo al Señor como un día para hacer obra misionera".

Más adelante, dice: "Cuando los encargados de nuestra escuela de Avondale [Australia] me preguntaron diciendo: '¿Qué haremos? Los oficiales de la ley han sido comisionados para arrestar a los que trabajen en domingo', yo contesté: 'Será muy fácil evitar esa dificultad. Dad el domingo al Señor como un día para hacer obra misionera. Saquen a los estudiantes para tener reuniones en diferentes lugares, y hagan obra médica misionera. Encontrarán a la gente en sus hogares, y tendrán una espléndida oporrtunidad para presentar la verdad. Esta manera de pasar el domingo es siempre aceptable al Señor". (p. 238).

Se verá en  seguida que la Sra. White ahora instruye a su pueblo a guardar el domingo exactamente como lo hacen todos los concienzudos observadores del domingo; esto es, ¡teniendo reuniones religiosas y haciendo trabajo religioso! Han de "abstenerse de su trabajo regular ese día"; han de "dar el domingo al Señor como un día para hacer obra misionera". Y, para completar la voltereta, se les dice que "esta manera de pasar el domingo es siempre aceptable al Señor". La posibilidad de arresto de repente convirtió a la Sra. White en celosa observadora del domingo. "Dad el domingo al Señor". Y luego, nótese esto especialmente: "Esta manera de pasar el domingo es siempre aceptable al Señor". Bueno y cierto. Ahora, si es aceptable al Señor de los Adventistas, debe ser aceptable al Señor de los Metodistas, los Bautistas, los Presbiterianos, los Congregacionalistas, y otros.

Pero el punto es éste: Si los Adventistas siguen este consejo, ¿cómo serán jamás perseguidos por trabajar en domingo? ¿Qué sucede con la predicción de que saldrá un edicto para matarlos por violar una ley dominical? Eso es lo que los Adventistas han enseñado siempre antes. Pero en 1909, se les instruyó a abstenerse de hacer su trabajo regular en domingo, dedicar el día a actividades religiosas, y obedecer la ley.

Si la posibilidad de una simple multa hace que los Adventistas obedezcan la ley y se abstengan de trabajar en domingo, ¿no los inducirá a obedecer rápidamente la posibilidad de una pena de muerte? Seguramente. Esto muestra que su teoría entera se hace pedazos cuando es sometida a prueba.

Por último, si los Metodistas, los Bautistas, y otros cristianos reciben la marca de la bestia porque "dan el domingo al Señor" en servicios religiosos, ¿no la recibirrán también los Adventistas si dan el día al Señor de la misma manera? Por supuesto que sí.

Si la observancia del domingo es la cosa terrible que los Adventistas dicen que es, entonces lo que la Sra. White le dice a su pueblo aquí que haga es positivamente pecaminoso - es transigir con el pecado. Es como si Daniel les hubiera dicho a sus tres compañeros hebreos: "Cuando la gente sea movida por un poder de abajo para obligarlos a inclinarse y adorar imágenes, no les den ocasión de llamarlos violadores de la ley. Esa dificultad puede evitarse fácilmente. Muestren su sabiduría dedicando el tiempo a la oración. Inclínense, pero mientras están inclinados, oren al Dios de los cielos. Esa clase de adoración es siempre aceptable a Dios".

Al dar las instrucciones que dio, la Sra. White misma eliminó el fundamento para la persecución bajo las leyes dominicales, que había predicho anteriormente.


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