P.O.M.
(PARTIDO DE LA OBRA MAGNA)

Primer boletín on line mariano y argentino

BOLETÍN Nº 15

 

¡CRISTO HA RESUCITADO VERDADERAMENTE ¡¡ALELUYA! 

   En la madrugada del domingo Cristo resucita con su cuerpo glorificado. Ha rodado la piedra del sepulcro y un ángel sentado sobre la misma, guarda la sepultura vacía.

   Cristo seguramente ha ido junto a su Madre y San Juan, más tarde se aparece a la Magdalena y más tarde a Pedro. Rápidamente todos se enteran y ni los mismos apóstoles creen  la buena nueva. Tomás necesita  tocar sus llagas para creer. “Dichosos lo que crean sin haber visto...” (Lamentablemente siempre habrá incrédulos).

   De todos los milagros de Nuestro Señor este es el más grande y es también el acontecimiento histórico más documentado Resucitó  mostrando que era Dios. Sólo Dios triunfa sobre la muerte. Regocijémonos porque es también nuestro triunfo y prenda de resurrección. Nos ha abierto las puertas del cielo.

   ¡Oh Cristo! ¡que en tu Resurrección
se alegren cielos y tierra! 

   Alegrémonos y cobremos nuevas fuerzas. Han pasado los espantosos dolores y humillaciones de la Pasión para dejar paso a la Gloria imperecedera. Gocémonos en su triunfo. ¡Viva Nuestro Rey! Somos la raza invencible si permanecemos fielmente unidos a ÉL. Cristo resucitó somos los más felices de todos los hombres al igual que la espiga de la siguiente historia: 


HISTORIA DE UNA ESPIGA

  
   En áureo trigal cuyas mieses
el sol iba dorando a sus fuegos
una espiga arrogante crecía
muy cargada de hechizos y ensueños. 

   Y era esbelta y gallarda y muy alta, 
y tan buena, que todo su anhelo
lo cifraba en crecer y adentrarse
de este modo en la gloria del cielo. 

   Y el Señor que sus sueños sabía,
la miraba benigno y risueño;
y sus firmes promesas le daba
de atraerla por fin a su seno...... 

   Y la espiga soñaba y crecía
y esperando saciar sus anhelos
se pasaba las horas jugando
en el dulce columpio del viento.... 

   Pues Señor: una tarde de estío
presentose en el campo un labriego,
y con hoz despiadada y ceñuda
fue segando el precioso elemento. 

   Y alarmada, ¡¡a mi no!! Le decía
la inocente espiguita del cuento,
¡¡a mi no!!, porque estoy designada
para alzarme en mi tallo hasta el cielo. 

   Pero el hombre, tal vez distraído,
derribola de un golpe certero,
destruyendo con él su ventura
y el hermoso ideal de sus sueños. 

   ¡Oh Señor! clamo entonces la espiga,
mira, mira, mi Dios lo que han hecho
ya no puedo llegar a tus brazos,
sálvame, sálvame, que me muero...

   Y el Señor, cual si nada escuchase,
respondiole con solo el silencio.....
y el labriego tomando la espiga
bajo el trillo la puso al momento. 

   Y el caballo arrancole con brío
y los granos de trigo crujieron...
y cual perla de sarta deshecha
por las heras rodaron deshechos. 

   ¡Oh granitos que el cielo anhelabais!
(un sinfín de amapolas dijeron)
de que sirve haber sido tan puros
¿si a salvaros no viene el Eterno?

Y en su angustia lo pobres clamaban: Padre Nuestro Que Estás en los Cielos. 

   En la cárcel oscura del saco
al molino lleváronlos luego,
y los granos dorados y hermosos
en finísimo polvo volvieron. 

   Y la harina llorando seguía
y al Señor duplicaba sus ruegos,
y allá arriba seguían callando..
y aquí abajo seguían moliendo... 

   Y ¿por qué el buen Jesús callaría?
y ¿por qué le negaban consuelo?
y ¿porque siendo pura e inocente
le dejaban en tanto tormento? 

   Pero ved lo que pasó: con la harina.
una
HOSTIA bellísima hicieron
y era tibia como brisa de mayo...
y era blanca cual luna de enero.... 

   Su belleza brilló sobre el ARA
y las nubes al verla se abrieron
y Dios mismo y su Gloria bajaron
y en la
HOSTIA feliz se FUNDIERON 

y así, en tierno coloquio de amores,
a la
ESPIGA le dijo EL CORDERO
Yo anhelaba tenerte en Gloria
y estos brazos brindarte por lecho;
pero escucha mi bien, a mis brazos,
solo puede llegarse sufriendo.

   Deseamos una santa y felíz Pascua de Resurrección a todos nuestros lectores y también a nuestra amada Argentina, porque creemos firmemente que por la interseción de la Sma Virgen, a estos dolores y sufrimientos le seguirá la hora triunfal de su  resurgimiento. 

También rendimos homenaje a todos los que combatieron en  Malvinas, especialmente recordaremos en nuestras oraciones a los que no volvieron. 

Las Malvinas fueron, son y serán Argentinas. 

¡VOLVEREMOS!

    “Lo que Dios quiera.  

                        Como Dios quiera.  

                                          Cuando Dios quiera”  

Todos los días rezamos por la Patria, pero todos los primeros sábados de mes, de 16 a 17 horas, desde donde nos encontremos, los argentinos rezamos juntos el Santo Rosario por la Patria. ¡¡¡Agéndalo!!!

NTRA. SRA. DE LUJÁN 

SALVA A LA PATRIA

BOLETÍN Nº 16

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