LA
LEY DE ESTERILIZACIONES:
LO EXIGE EL BANCO MUNDIAL
Por Jorge Mariani |
El ministro de salud, Ginés
González García, se reunió el martes con los Senadores
para "apurar" la ley de esterilizaciones (ligaduras de
trompas y vasectomías) que la Cámara de Diputados le diera
recientemente media sanción. La urgencia tiene causa en la
presión que ejerce el Banco Mundial que para agosto tiene
comprometido un crédito por 350 millones de dólares para
el área de GGG. Estos fondos, que siguen aumentando la
deuda externa argentina, van a ser aplicados a planes
"materno infantiles" y de "salud", lo que en el
lenguaje tramposo del organismo de crédito internacional
significa control de la natalidad mediante abortivos y
esterilizaciones en los países emergentes.
Todo en el área de salud se ha revelado como una gran mentira. Durante el gobierno de Duhalde, siendo también ministro de salud GGG, se argumentaba que era imprescindible sancionar la ley de salud sexual y procreación responsable (salud reproductiva) porque de tal modo se iban a evitar los embarazos adolescentes, los abortos y el crecimiento del SIDA. Para desarmar posibles oposiciones de prelados tibios se aducía que los métodos a emplearse tenían que ser no abortivos, reversibles y que ello quedaría limitado a los hospitales públicos y no a los centros de salud confesionales o privados. Hasta Antonio Cafiero prometió públicamente que iba a presentar otro proyecto de ley, porque si bien votaba el que pedían Duhalde y GGG, no estaba convencido. Lo estamos esperando todavía. La realidad demuestra que nada de ello se ha cumplido ni se va a cumplir. El propio gobierno revela que han aumentado no sólo los embarazos adolescentes sino que ha disminuído la edad en que ello sucede. También se habrían incrementado el número de abortos -según el gobierno- y la Organización Mundial de la Salud ubica a la Argentina en el segundo lugar en latinoamérica en número de infectados de SIDA.
Los métodos que se utilizan son en muchos
casos abortivos, como ciertos anticonceptivos con altas
dósis de levornogestrel, o como la anticoncepción de
emergencia, resultando por lo tanto irreversibles. La ley
que empuja el intocable ministro de Duhalde se piensa
aplicar en los centros de salud confesionales y privados y
se espera completar con "educación sexual" obligatoria con
contenidos impuestos verticalmente por los funcionarios
del Estado. Vamos hacia una única forma de actuar y pensar
con una policía sanitaria y judicial que velará que ello
suceda y nadie pueda disentir.
De allí al "certificado de responsabilidad
social" -constancia de esterilización- que se exigía en el
Perú de Fujimori para obtener asistencia social o trabajo
queda a un paso y no muy lejano. Hermosa oportunidad para
que el progresismo fabrique otro organismo dedicado a
ello. Ya no sería la Defensoría del Pueblo, de la Nación,
del Niño, de la Mujer, de la Tercera Edad, el INADI, o los
Derechos Humanos; podría ser, porqué no, una "Secretaría
de Responsabilidad Social" lugar adónde los esterilizados
gestionan sus subsidios o se anotarán en eventuales planes
de viviendas, pequeñas claro, porque serán familias
acotadas.
Lo curioso es que sigue ocultándosele a la
población, con la complicidad de la delincuencia política
genuflexa, que la ley de esterilizaciones no tiene
previsto ningún mecanismo para revertir estas operaciones
mutilantes, siendo por otra parte dificilísimas las
microcirugías para hacerlo, resultando en el 90% de los
casos de imposible reversión.
Ello juega con el interés de evitar el
desarrollo poblacional de nuestro país que Kirchner
alienta para que Argentina sea una reserva ecológica del
Nuevo Orden. Prueba de ello es que los fármacos
anticonceptivos el ministerio de salud los regala y los
remedios para combatir la esterilidad no tienen ningún
tipo de reintegro o promoción.
Ahora se intenta presentar como un
"derecho" una mutilación, especialmente a los pobres a
quienes se quiere convencer que de tal modo son "libres" y
"responsables". Mientras tanto, siguen en la indigencia y
se les oculta la alta tasa de incidencia en el cáncer de
útero o de próstata que se verifica en las poblaciones
sometidas a este procedimiento veterinario.
Mientras avanza el laboratorio de GGG en
el parque industrial de Garín, se le paga al FMI, se
mantienen los fondos de Santa Cruz en Suiza, crece la
desigualdad social y se promete pagarle al Club de París,
el gobierno colonial, regente del Nuevo Orden, nos
quiere convencer que se preocupa por los pobres. Lo
paradójico es que, algo que es "tan bueno y saludable" no
haya sido practicado por nadie de los que lo promueven.
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¡NTRA. SRA. DE LUJÁN
SALVA A LA PATRIA!