¡Creo en Dios que es amor! la Verdad y la vida Eterna, en la Argentina integrada por los hombres y las tierras... que hacen un sólo camino, bajo una sola bandera!

   ¡Creo en mi lengua castellana, y en la Iglesia verdadera, en los labios de mi madre sobre mi frente sedienta; en las manos de mi padre... y el dolor de sus ausencias... y en la sonrisa de Dios, que en mis hijos, nietos y bisnietos se refleja!

   Creo en el honor del alma, y el valor y la entereza, del que es fiel a sí mismo y está en paz con su conciencia.

   Creo en los hombres leales, que no admiten componendas... y también creo que el hombre, tiene derecho a parcela en un lugar de su Patria, si se esfuerza en merecerla... y el derecho inalienable de vivir en paz la tierra!... si antes se asumió el valor de dar la vida por ella... cuando así fuera!

   Creo en aquel que trabaja, detrás de cosas honestas, el que ama a su prójimo y que el pecado detesta...

   Creo que nada es posible, si la familia está enferma... y que de hombres viciosos, derivan causas siniestras.

   Esta es mi Fe inquebrantable... lo demás es letra muerta!

   Argentina está "muriendo" ¡Cómo duele hermano ver sus heridas abiertas...y no acertar a curarlas!

   ¡Cuánta impotencia en las manos, cuanta ansiedad en el alma!

   Mi pluma no tiene aliento, para verter tanto llanto, mi Patria se está asfixiando en manos de renegados... envenenando sus venas con marxismo disfrazado... "derechos humanos" social democracia... de oveja vestido el diablo!

   Tú, Argentina, no te pierdas... ya sonará tu clarín! El trigo de la cizaña... se empezará a distinguir... habrá que caer muy bajo para volver a surgir!

   Ten paciencia, reza hermano... Cristo habrá  de decidir!

   ¡Viva la Patria Cristiana!

¡Que así sea!
(Una Argentina)