P.O.M.
(PARTIDO DE LA OBRA MAGNA)
Primer boletín on line mariano y argentino
CONVOCATORIA
SÁBADO 5 DE ENERO
DE 16 A 17 HS.,
DONDE NOS ENCONNTREMOS,
RECEMOS EL STO. ROSARIO POR LA PATRIA
Este es nuestro principal objetivo, congregar a todos los argentinos a los pies de María, para la única acción posible para la gran mayoría del pueblo argentino: rezar por la Patria, rogar para que surjan otros argentinos, preparados y honrados, los mejores, en reemplazo de los peores dirigentes políticos que la historia recuerda. Tendrán la difícil misión de sacarnos de la más espantosa crisis que la Argentina ha vivido. Pero esto hay que pedirlo con alma y vida a Nuestro Señor por medio de su Santísima Madre.
Aunque el mundo entero se desmoronase ante nuestra mirada y no viésemos ni la más remota posibilidad de salida, no perderemos la fe y continuaremos esta obra de resistencia, desde nuestra casa, oficina, consultorio, taller, transporte, etc y también visitando cada iglesia que aparezca a nuestro paso, mejor aún si peregrinamos a la Basílica de Luján. Esta es la pequeña gran obra QUE TODOS PODEMOS HACER y que puede cambiar nuestra desventurada condición; pero en algún momento toda la familia argentina debe reunirse en torno a su Madre para rezar juntos, por eso ponemos un día al mes, generalmente primer sábado o festividad mariana y una hora precisa para rezar unidos el Sto. Rosario. Los demás días decide Ud. pero no falte a la cita mensual y menos a la del 5 de enero. Si pudiendo hacer esto Ud. no lo hace, tampoco podrá quejarse, por la sencilla razón de que no hizo ni lo mínimo posible. Recuerde: se necesitan miles de rosarios rezados. ¡Acompáñenos! A fines del siglo XVI la cristiandad era amenazada por el imperio otomano. San Pío V pidió oración y penitencia, especialmente el Santo Rosario, devoción predilecta de nuestra Madre del Cielo. Las naves cristianas en enorme desventaja, enfrentaron al enemigo en Lepanto, bajo la protección de la Virgen María, invocada por los fieles y las tropas, mediante el rosario. Sorpresivamente los vientos huracanados cambiaron de dirección favoreciendo a los cristianos y en contra de los enemigos, estrellando sus naves entre sí, haciéndolos victimas de su propio fuego y obstruyendo su avance. La batalla fue durísima, pero milagrosamente ganada por las armas cristianas al mando de Don Juan de Austria, el 7 de octubre de 1571. En agradecimiento, el Papa instituyó en esa fecha, la festividad de Ntra. Sra. de la Victoria y del Santo Rosario. Hoy, la Patria postrada, en la peor crisis de su historia, nos consterna ante la gravedad de los acontecimientos: el caos y la entrega, la confiscación de sueldos, jubilaciones y ahorros, delitos, que por si solos, claman al cielo. El enemigo interno y externo, parece agrandarse y contar con todos los medios para hacer y deshacer a su antojo, burlándose de todos nosotros, de la justicia y lo que es más grave de Dios, sobre cuya Santa Palabra han jurado (la mayoría), desempeñarse con honor y lealtad. ¡Hipócritas!, ¡Blasfemos “de comunión diaria”!, ¡“Sus manos están llenas de injusticias y de dádivas su diestra”! Nosotros, apesadumbrados y cargados de problemas, pero no derrotados, estamos dispuestos a resistir y defendernos, con todos los medios posibles y con lo más importante: la Fe , el Sto. Rosario y nuestros sacrificios. La batalla no será fácil, Lepanto tampoco lo fue, pero solo nosotros podremos rescatar a esta Argentina yacente y humillada, pidiendo humilde y confiadamente, por medio de la Sma. Virgen de Luján, la victoria sobre todos nuestros enemigos. Nuestra tierra bautizada y consagrada, tiene por bandera el manto mismo de María Inmaculada. Roguémosle continuamente : ¡María, Omnipotencia suplicante, óyenos! Pedido: NTRA. SRA. DE LUJÁN SALVA A LA PATRIA |