MEDITACIONES
PARA LOS DIFERENTES DÍAS DEL MES
DÍA 13
María en su vida de destierro.
Vida de peregrino en el mundo.
Algunos años vivió la Sagrada Familia en Egipto, desconocida allí e ignorada, sufriendo todas las tristezas de la emigración y tal vez la pesadumbre de la miseria. Un día les llamó otra vez el Ángel del Señor, y les dio orden de volver a su país, por haber muerto ya los que allí aborrecían al Niño. Egipto debe ser este mundo para ti, alma cristiana; y no como en tu propia patria, sino como en país extranjero has de morar en él. País extraño, país enemigo de tu Dios, país en que no puedes echar profundas raíces, país en que no se concede vivir más que como ave de paso, tal es esta tierra de tu peregrinaci6n. Yerras lastimosamente si te juzgas para él criada. No, tu patria no es ésta : tu patria es el cielo, de donde procedes y adonde has de volver. No tienes, pues, aquí habitación permanente: camino es, no posada: no fijes tu corazón donde sabes que no podrá hallar su definitivo asiento. Al cielo, al cielo han de mirar siempre tus ojos; al cielo han de dirigirse tus pasos ; al cielo las aspiraciones todas de tu corazón. Vida del cielo has de vivir aun estando acá en a tierra, como en la patria y no en el país de su destierro tiene siempre sus ansias el desterrado infeliz. Seas avecilla ligera, ganosa siempre de espaciarte en las alturas, no grosero reptil pegado siempre el rostro a la cenagosa tierra. No ha criado Dios la tierra para que la ames y sirvas, sino para que la huelles con tus pies. Aprende, alma mía, de la Virgen des terrada estos anhelos de la patria inmortal. Vive en este mundo como si en él no vivieses; posee como si nada poseyeses en él; trabaja como si únicamente para el otro trabajases. ¡Acá no has venido a vivir: acá no has venido más que a morir! |