Catholic Family
News obtuvo una copia del video de la transmisión por
televisión del ritual hindú realizado en Fátima. Como se
divulgó el mes pasado, el sacrilegio se llevó a cabo el 5 de
mayo, con la bendición de Mons. Guerra, rector del Santuario de
Fátima, y del obispo de Leiria-Fatima, D. Sarafim de Sousa
Ferreira e Silva.
Una estación de televisión nacional de Portugal, transmitió
el ritual Hindú el mismo día en que tuvo lugar. El locutor la
llamó "una experiencia ecuménica poco común".
La emisora mostró la oración matinal en el templo Radha
Krishna de Lisboa. "La luz y el agua, la energía y la
naturaleza, marcan el ritmo del Arati, la oración de la
mañana", dijo el reportero. "El Hinduismo es la más
antigua de las grandes religiones. Se caracteriza por múltiples
deidades adoradas a través de una triple dimensión de la vida
y la santidad: el dios creador, el dios preservador, y el dios
que tiene el poder de destruir.
De
modo que los hindúes pasaron la mañana adorando a sus
dioses falsos, que no son otra cosa que demonios. San Francisco
Javier, el apóstol de la India, refiriéndose al
Hinduismo dijo: "todas las invocaciones de los
paganos son aborrecidas por Dios, porque sus dioses son demonios".
[1]
Una
joven joven hindú, explica en pantalla con las estatuas de los
dioses al fondo: "Este es el dios Shiva y su esposa Parvati.
En el centro podemos ver al dios Rama y a nuestra derecha a su
esposa Sita; a nuestra izquierda, su hermano y compañero
Lakshmana. Ahora podemos ver a Krishna Bhagwan y a su consorte
Radha. Las deidades siempre están acompañadas por sus
respectivos consortes o esposas. En general, cuando nos
dirigimos a las deidades o deseamos pedir gracias, nos valemos
de la deidad femenina, que es muy importante para nosotros".
Según la emisora, cerca de 60 Hindúes, dejaron Lisboa con el
chandam, el signo en la frente que es señal de deseo de buena
suerte en una noble tarea. Y éste es el día dedicado a la
mayor de todas las deidades femeninas, llamada "la Más
Santa Madre", la diosa Devi, la deidad de la
naturaleza que muchos portugueses Hindúes también encuentran
en Fátima".
Otra joven hindú explica: Como Hindúes que creemos que el
mundo entero, o casi todos los seres humanos, son miembros de
una familia global, es natural ver cualquier manifestación de
dios, incluyendo a Nuestra Señora de Fátima, como una
manifestación del mismo dios".
Esta joven señora habla como una verdadera Hindú, puesto que
el Hinduismo considera a los varios falsos dioses que adoran
como manifestaciones de "Dios". O sea que ellos no están
honrando a Nuestra Señora como Madre de Nuestro Señor
Jesucristo, sino adorándola como una manifestación de su dios
pagano.
Luego
la emisora mostró a los Hindúes llevando flores a la imagen de
Nuestra Señora dentro de la "Capelinha", la pequeña
capilla construida sobre el lugar en donde se apareció Nuestra
Señora de Fátima. El sacerdote hindú, de pie ante el altar
católico, recita una plegaria Hindú. Mientras tanto, el
locutor dice: "Este es un momento único en la historia del
Santuario y de la devoción en sí misma. El sacerdote hindú,
el Shastri, recita en el altar el Shanti Pa, la plegaria por la
paz.
El Papa Pío XI, en una oración litúrgica de consagración del
género humano al Sagrado Corazón de Jesús, rogó para
la conversión de todos que no son miembros del cuerpo de Místico.
Invocó a Nuestro Señor diciendo: "Sed
Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de
la idolatría[2].
Esta idolatría ahora se practica en el Santuario de Fátima,
profanando el sitio sagrado, haciendo necesaria una
re-consagración.
En otro momento, el sacerdote hindú explica que en Fátima él
encuentra una "energía divina". "Es una energía
que impregna todo el lugar, y que tiene el poder de estar
presente aquí entre nosotros. Siempre que vengo aquí, siento
esa vibración..."
Explica entonces que la exhibición de este grupo de Hindúes en
Fátima "no es bien vista por todos los católicos".
En ese momento, la cámara enfoca al rector del Santuario de Fátima,
que defiende la adoración hindú en el Santuario católico.
"Es obvio" dice el Rector Guerra, "que estas
civilizaciones y religiones son absolutamente diferentes. Pero
pienso que hay un fondo común a todas las religiones. Hay un
fondo común que, ¿cómo podré explicarlo?, nació de la
humanidad común que todos nosotros poseemos. Y es muy
importante que reconozcamos este fondo común, porque, debido a
los choques de las diferencias, nos olvidamos a veces de nuestra
igualdad. Estas reuniones nos dan esa posibilidad"
Después, en un salón que es una muestra del moderno
Santuario que está en construcción, el Obispo de Leiria-Fatima
da la bienvenida a los Hidúes. "Esta vez", dice el
locutor, "los peregrinos hindúes son recibidos como si
estuvieran en una embajada; un silencioso gesto que puede
interpretarse como un invitación para otras visitas". Esto
significa que es probable que esta profanación sea repetida una
y otra vez..
El obispo de Leiria-Fatima dice entonces: "No queremos ser
fundamentalistas, no queremos eso, pero deseamos ser honestos y
sinceros, y deseamos comunicar por ósmosis la productividad de
nuestros rituales, de modo de poder producir frutos. Estoy
complacido de encontrarlos.
En
este punto, el sacerdote Hindú coloca en los hombros del
Obispo de Leiria-Fatima y del Rector del Santuario, Mons.
Guerra, un manto cubierto con los versículos del Bhagwad Gita,
uno de los libros sagrados del Hinduismo.
El informe termina con la firma de un libro de huéspedes que
incluye las firmas de Juan Pablo II, de la madre Teresa, y del
gran sacerdote hindú. Va de suyo pensar que los Hindúes
intentan conservar a Fátima "en el itinerario de lugares
en donde pueden encontrar vibraciones de santidad".
Catholic Family News
informó sobre la orientación "interfé" de Fátima
lanzada en el congreso interreligioso llevado a cabo allí en
octubre 2003.[3]
advertimos en varias ocasiones que este tipo de profanaciones
son inevitables si los católicos no se oponen al nuevo programa
ecuménico.
En forma predecible, los promotores de la "Nueva Fátima",
tales como el Padre Roberto J. Fox, ridiculizaron nuestros
esfuerzos e intentaron disuadir a los católicos de tomarlos
seriamente. El 25 de abril, en una emisión de EWTN, el
Padre Fox, declaró que los informes sobre la actividad
interreligiosa en Fátima no eran más que
"elucubraciones", que él conocía personalmente al
rector del Santuario, Mons. Guerra, y que éste nunca permitiría
que se llevaran a cabo tales actividades. Menos de dos semanas
después de que esta declaración en EWTN, La Basílica de Fátima
era profanada con una adoración pagana, con la bendición del
rector Guerra y del obispo de Leiria-Fatima.
El Papa León XIII, así como sus predecesores, enseñaron que
"a nadie es lícito descuidar los propios deberes para con
Dios, y el primero de éstos es profesar de palabra y de obra la
Religión, no la que a cada uno acomoda, sino la que Dios
manda".[4]
El Hinduismo adora a dioses falsos que son demonios. Tanto el
rector Guerra y como el Obispo de Fátima cometen un sacrilegio
al permitir estos rituales en un santuario católico.
El Papa Pío XI llamó ignominia": "igualar la
Religión Cristiana con las demás religiones falsas, y
rebajarla indecorosamente al nivel de éstas".[5]
el Papa León XIII enseñó además que "es contrario a
la razón decir que el error y la verdad deben tener los mismos
derechos"[6].
O sea que " la igualdad" de la que habla
que Msgr. Guerra, y su noción de las varias religiones que
vienen de un "fondo común" son un desafío a la
Verdad Católica.
El rector Guerra y el obispo de Leiria-Fatima también son
culpables de escándalo grave. Sus acciones hacen creer a éstos
pobres Hindues, que quizás están de buena fe en una religión
pagana, que son agradables Dios tal como están. Esto va en
contra de la voluntad manifiesta de Cristo, que dijo,:
"Nadie va al Padre sino es a través de Mí. Aquel que crea
y se bautice, se salvará y el que no crea se condenará".
Los Hindúes rechazan a Jesucristo. No tienen ningún interés
en el bautismo o en las verdades reveladas por Dios. El Rector
Guerra y el obispo de Leiría propician esta apostasía. Con su
mal ejemplo, escandalizan no solamente a los Hindúes, sino a
todos los que ven sus acciones.
“Escándalo”, dice Santo Thomas de Aquino, "es una
palabra o un acto que ocasiona la ruina espiritual del prójimo"
San León califica a los que lo ocasionan de asesinos, que matan
no el cuerpo sino el alma. San Bernardo dice, hablando a los
pecadores en general, que las Escrituras dan esperanza de
enmienda y de perdón, pero que los que causan escándalo, están
separados de Dios, y tienen poca esperanza de salvación. Quizás
a eso se debe la ceguera espiritual de estos hombres. A pesar
del escándalo que ocasionan, son pertinaces en su apostasía,
no obstante, debemos rogar por ellos.[7]
¿Y en cuanto a los Hindúes? El Shastri fue a Fátima
porque siente una “energía divina”, “vibraciones de
santidad”. Son miembros de todas las religiones, adoran al
mismo dios y son parte de la "familia global". Este es
el lenguaje del paganismo, no el de nuestra Tradición Católica.
"Santas vibraciones" son lo que los hindúes laman Shakti,
y acuden a vario lugares en su busca. Se apresuran a estar en
presencia del Dalai Lama o de Juann Pablo II o de Ghandi, porque
eso les proporciona el Darshan, la buena fortuna que
viene de estar en presencia de un hombre santo. Todos y cada uno
de sus términos tienen están enraizados en supersticiones
paganas y no en las verdades reveladas por Cristo. Eso
es no es honrar a la Madre de Dios, sino blasfemar contra Ella,
dado que no hay nada honorable en colocar a Nuestra Señora al
mismo nivel de sus deidades demoníacas. “¿Qué concordia
hay entre Cristo y Belial?" dice San Pablo**,
En una palabra, los Hindúes no van a la Basílica de Fátima
para ser adoctrinados en el Catolicismo, sino que al contrario,
Hinduizan el Santuario, desplegando sus mitos y supersticiones
paganas en uno de los sitios más sagrados del Catolicismo. Estos
hindúes son de Lisboa, en donde tienen un templo Hindú y una
comunidad de unas doscientas personas. La emisora mostró la casa
de devoción de los Hindúes, que contiene las múltiples
estatuas de sus dioses y diosas.
Muchos peregrinos que presenciaron este evento en Fátima, se
escandalizaron, pero el Rector del Santuario, Guerra, defendió
el uso del Santuario Mariano para los ritos paganos.
Por la televisión portuguesa, Guerra repitió el slogan
ecuménico sobre que las diferentes religiones deben
concentrarse en lo que tienen en común y no en lo que las
separa. También dijo que todas las religiones son buenas porque
todas llevan a Dios. La iglesia Católica siempre sostuvo que el
principio de que "todas las religiones llevan a Dios"
no es más que uno de los lemas fundamentales de la
masonería. el masón francés Yves Marsaudon escribió, “Puede
decirse que el ecumenismo es el hijo legítimo de la Masonería"(9).
Al final de la visita, los hindúes presentaron a Mons. Guerra y
al Obispo de Fátima un manto cubierto con los versículos del
Bhagwad Gita, uno de los libros sagrados del Hinduismo, que
contiene los principios centrales del Hinduismo: Arjuna, un
guerrero, está en vísperas de una gran batalla. Tiene terror
del día siguiente, porque sabe que tendrá que matar a sus
amigos, parientes y maestros. El conductor de su carro de
batalla, que se revela como un buen Krishna disfrazado, le dice
a Arjuna que no tema a la batalla por venir, porque nada de eso
es real. Nadie va a morir. Todo eso, y toda la vida es ilusión.
Arjuna se lanza entonces al sangriento conflicto creyendo que
ese es su Dharma, his senda obligada, cortar en pedazosis
a sus amigos y parientes. De todas formas, todo es ilusorio.
Realmente, nadie muere. En pocas palabras, eso es el Hinduismo.
Todo es dios, cualquier otra cosa es ilusión.[8]
Los católicos que contemplaron al rector del Santuario de Fátima
y al Obispo de Fátima ornados con mantos cubiertos con
versículos de una mitología pagana, seguramente hubiern
deseado que la profanación Hindú de Fátima fuera una ilusión,
que nada de eso fuera real. Pero no, realmente pasó. Y los
Católicos debemos registrar estos ultrajes que se llevan a cabo
en Roma y en Fátima, ofreciendo oraciones de reparación,
rogando por los que permitieron la profanación de la capilla de
Nuestra Señora de Fátima por una religión cuyo dios es el
diablo.
SIGUIENTEa
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