EN LA ARGENTINA, ANTE LA
COMPLACIENTE MIRADA DEL GOBIERNO MONTONERO, SIGUEN LAS AGRESIONES A LA QUE
ELLOS PIENSAN QUE ES LA VERDADERA IGLESIA
El Jueves Santo, tras la
manifestación en la Plaza de Mayo por el aniversario del golpe militar, atacaron
y pintaron con leyendas agraviantes la Catedral
Un
pequeño grupo intentó entrar gritando "¡Iglesia basura!". La
policía le impidió el ingreso y hubo forcejeos. Quemaron parte de una
alfombra.
Las
paredes de la Catedral y del Cabildo
quedaron pintadas con leyendas agraviantes tras las manifestaciones que se
realizaron anteayer contra el 29° aniversario del golpe militar de 1976.
En la Catedral, a la hora en
que se estaba celebrando la misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, un
pequeño grupo quiso ingresar gritando "¡Iglesia basura!". Hubo un
forcejeo con policías allí presentes y uno de ellos contó a LA NACIÓN que
se optó por cerrar la gran puerta de madera, aproximadamente a las 19.
Un seminarista encargado de atender a la prensa dijo ayer:
"Fue un momento tenso. Había muchísimas personas en la iglesia, y la
gente se asustó". Al concluir la misa, el rector de la Catedral,
padre Jorge Junor, recomendó a los fieles salir por la puerta de la calle San
Martín, que quedó abierta hasta las 22. El seminarista comentó que debió
suspenderse la visita guiada a siete iglesias, típica del Jueves Santo, que
iba a iniciar un grupo grande de personas desde la Catedral.
Quienes quedaron dentro del templo no supieron identificar a qué
grupo pertenecían los que habían gritado desde la puerta. Estos pintaron en
la pared "Iglesia, cómplice de los desaparecidos", "Iglesia
basura, vos sos la dictadura" e "Iglesia asesina", por
Rivadavia, y "La carne de Papa es indigesta", por San Martín. Una
señora que pide limosna con una hijita comentó que había visto a los que
pintaban, con colores negro y rojo: un muchacho y una chica, de no más de 18
años. "Eran punks", comentó, explicando que otros muchachos tenían
"los pelos parados" o "el pelo rapado".
Ella vio cómo el grupo había quemado una alfombra roja que cubría
un estrado instalado en las escalinatas del templo para la celebración de
Semana Santa. También dijo que uno de los manifestantes le pegó con el palo
de una bandera a un policía y que éste lo hizo caer al suelo.
Agregó que llevaban carteles con una A y un círculo (aunque no
los identificó, indican su pertenencia a algún grupo anarquista).
En ese sentido, eran más explícitas las leyendas que quedaron
pintarrajeadas en el Cabildo, como "A 29 años, la represión
sigue", con una A dentro de un círculo. "Todo Estado es
terrorista" y "Por la libre asociación de los trabajadores. FORA".
Otra leyenda decía: "Mientras los medios sigan mintiendo, las paredes
seguirán hablando".
La agrupación Quebracho negó haber participado en los
incidentes, como sugería una versión. "No tuvimos absolutamente nada
que ver con eso", dijo Gustavo Franquet, uno de los líderes de la
agrupación. El dirigente señaló que ni siquiera estaban enterados de los
disturbios y afirmó que la mayoría de los militantes de Quebracho dejó la
plaza a la 1.30.