Aunque menos recurrente que en otras zonas del mundo y aún del país -como
Cuyo-, en el Sur existe una zona en que placas tectónicas se encuentran y que
cada tanto provocan terremotos de distintas magnitudes, incluso en el fondo
del mar (lo que podría provocar un tsunami). ¿Cuál es esta zona?
"Tierra del Fuego", contesta, sin dudar, el doctor Federico Ignacio
Isla, geólogo, investigador del Conicet, ex director del Centro de Geología
de Costas y actual decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la
Universidad Nacional de Mar del Plata.
El especialista -autor de un trabajo sobre el tema junto con el doctor Gustavo
Gabriel Bujalesky- explicó a LA NACION que Tierra del Fuego está dividida en
dos. Todo lo que hay al sur del lago Fagnano corresponde a la llamada Placa de
Escocia. Todo lo que hay al Norte, a la Placa Sudamericana. El mismo lago,
finito y alargado, que corre en dirección Oeste-Este, es una señal inequívoca
de este encuentro, bautizado por los investigadores Falla de Magallanes.
"A lo largo de la falla se han producido terremotos más de una vez,
algunos tan violentos como el de 1949", dijo Isla, en referencia al fortísimo
movimiento sísmico del 17 de diciembre de aquel año, que llegó a 7,8 puntos
en la escala de Richter.
Entonces, la muy poco habitada isla apenas tuvo que lamentar una única víctima
mortal, aunque huellas del fenómeno quedaron por todos
lados. Por ejemplo, el faro del cabo San Pablo quedó inclinado para siempre,
como una patagónica torre de Pisa, y el lago Fagnano padeció la furia de un
"seiche" (una especie de tsunami lacustre) que modificó sus costas.
Cuando la isla volvió a temblar, el 15 de junio de 1970, la intensidad del
fenómeno fue apenas menor, pero la cosa podría haber sido más seria. El
epicentro del terremoto fue en el mar, al norte de la isla De los Estados. Y,
se sabe, cuando los sismos son marinos la perspectiva de un tsunami -que
entonces no se produjo- es un escenario posible.
Ni siquiera las costas
bonaerenses pueden declararse ajenas al riesgo.
"Los terremotos submarinos en la zona de las islas Georgias son algo
normal, aunque no de magnitud -explicó-. Sin embargo, la posibilidad de un
sismo de proporciones existe, lo que bien podría producir un tsunami en las
costas bonaerenses."
Para Isla, la potencia de la ola gigante podría verse atenuada por la extensa
plataforma continental que actuaría como barrera para moderar el desastre.
Aunque advirtió que, en ese caso, la zona más vulnerable sería Mar del
Plata, en donde la plataforma es más angosta.
Según el investigador, hasta el momento no se ha detectado evidencia geológica
de que las costas argentinas alguna vez hayan padecido la fuerza descomunal de
los tsunamis. Sin embargo, existe una
leyenda de los indios yaganes -aquellos canoeros que habitaron las costas
fueguinas- colectada por Lucas Bridge en el siglo XIX.
Allí se cuenta que la Luna cayó al mar y éste, enfurecido, se tragó todas
las tierras que rodean el Canal de Beagle. Los únicos sobrevivientes fueron
los habitantes de la isla Gable, que los yaganes consideraban sus ancestros.
"Esta leyenda podría indicar el registro de un tsunami hace pocos
siglos, aunque no hemos encontrado aún evidencia geológica de su
existencia", concluyó Isla.