CIUDAD DEL VATICANO.- Juan Pablo II, que fue el pontífice que a más personas otorgó la santidad en la historia de la Iglesia Católica, podría ser rápidamente canonizado, tal como desde su muerte demandan miles de fieles en todo el mundo y tal como volvió a reclamar ayer la inmensa muchedumbre congregada en la Plaza de San Pedro, con motivo de su funeral.

   "Santo, santo, santo", gritaba la gente en la plaza, mientras un enorme cartel, enfocado reiteradamente por las cámaras de televisión, rezaba: "Santo ya".

   El mismo Juan Pablo II introdujo la posibilidad de que su caso fuera abierto en un plazo récord cuando, en 1999, aceleró los requisitos para las canonizaciones, lo que facilitó la rápida beatificación de la Madre Teresa de Calcuta, apenas dos años después de su muerte.

   El padre Peter Gumpel, que encabeza la causa para la canonización de otro papa, Pío XII, estimó ayer que Juan Pablo II ciertamente es digno de ese privilegio e indicó que es posible que su caso sea procesado por la vía rápida, como el de la Madre Teresa. "Creo que se dará la máxima prioridad a su causa", señaló.

   El hecho de haber intercedido en al menos dos supuestos milagros, que fueron reivindicados en México y Colombia, le abriría la vía rápida al difunto Pontífice, ya que según las reglas se necesitan dos milagros comprobados para ser canonizado.

   En México, Herón Badillo Mireles, que actualmente tiene 19 años, afirma que, en 1990, cuando tenía cuatro años, recibió la bendición papal y paulatinamente se curó de leucemia, pese a que había sido desahuciado.

   Y en Colombia, una religiosa de 90 años, la hermana Ofelia Trespalacios, dice que la bendición de Juan Pablo II, hace 20 años en Roma, la curó inexplicablemente de una enfermedad dolorosa en el oído que le afectaba el equilibrio y que los médicos declararon "incurable".

   Los dos casos han sido divulgados a través de medios de comunicación, pero no forman parte de la tradicional documentación que permite iniciar el proceso de beatificación, primer paso para llegar a ser santo.

   Por ahora, la iglesia mexicana no planea promover el caso ante el Vaticano y sólo lo presentaría cuando se inicie oficialmente la causa de canonización de Juan Pablo II, lo que toma, de todos modos, un tiempo técnico.

   De hecho, como para todos, en el caso de los papas el proceso no puede comenzar antes de los cinco años de la muerte y debe tener una fase diocesana primero, para luego pasar al examen de la Congregación para la Causa de los Santos, que estudia detalladamente los casos y los somete a severas pruebas científicas.

Emociones

   Estas reglas y plazos tienen como fin, entre otras cosas, permitir que las emociones se estabilicen después de que la persona muere.

   Pero, además, en el caso de los papas el proceso suele demorar más de lo usual. Como ocurrió con Angelo Roncalli, el papa Juan XXIII, quien fue convertido en beato sólo en 2000, luego de un proceso de canonización de casi treinta años, cuando en otros casos se resuelve en poco más de diez.

   Según el padre Gumpel, si la regla de los cinco años es salteada, el Vaticano podría avanzar directamente al procedimiento de beatificación. Es decir, recolectar todos los escritos privados de Juan Pablo II así como sus obras publicadas antes de convertirse en papa y someterlos al examen de los expertos, para determinar si escribió algún material herético.

   El número de papas santificados a lo largo de la historia llega a 78 (de 264 pontífices elegidos en forma legítima) y otros diez fueron beatificados. El papa polaco beatificó a 1338 personas y canonizó a otras 482, más que todos sus predecesores juntos desde que comenzó a utilizarse el procedimiento actual, en 1588. Hasta esa fecha, los santos eran proclamados por aclamación popular.

Agencias ANSA, AFP, AP y EFE

Pasos a la santidad

Siervo de Dios

• Así se llama al candidato cuando comienza en Roma el proceso de canonización. Para instruir la causa, el obispo competente es aquel en cuyo territorio murió la persona. Pero, salvo excepciones como la de Teresa de Calcuta, el proceso no puede iniciarse antes de que hayan pasado cinco años desde su muerte.

Venerable

• Tras el examen de los escritos y documentos del candidato, y una vez que un tribunal especial haya tomado testimonio a quienes lo conocieron, la causa es elevada al Papa, que otorga el decreto que le reconoce virtudes heroicas. El Siervo de Dios pasa a ser Venerable.

Beato

• La legislación vaticana establece que puede ser beatificado aquel a través de quien se haya realizado un milagro verificable y debidamente comprobado. Las pruebas del milagro son sometidas a rigurosos exámenes de expertos de la Congregación de las Causas de los Santos.

Santo

• Para la canonización final del candidato, a la beatificación debe añadirse un segundo milagro, interpretado por la Iglesia como una ratificación, por parte de Dios, de la presencia en el Cielo de quien hasta entonces era considerado Beato. El proceso completo puede durar años.