CONSEJOS DE KUNG A LOS
CARDENALES QUE DESIGNARÁN AL NUEVO "PONTÍFICE"
Hans Küng,
teólogo. The NYTimes. Especial para Clarín*
¿QUIÉN ES HANS
KÜNG?(1)
Junto con mi ex colega Joseph Ratzinger, probablemente sea
el último teólogo del Concilio que sigue en plena
actividad. Es por eso que espero poder compartir algunas
reflexiones con ustedes.
¿Cómo están las cosas en el interior de
la Iglesia? Habrán concluido que la
situación es peor que hace treinta años(2).
Se podía advertir una contradicción(3)
entre el compromiso del Papa con el mundo y una falta de
compromiso con los derechos humanos, la paz y el diálogo
en el interior de la comunidad eclesiástica.
La situación actual es seria: en la mayoría
de los países hay una rápida declinación no sólo de
la ordenación de sacerdotes, sino de la identificación
de la generación más joven y de las mujeres con la
Iglesia, y, en términos generales, de la influencia de la
Iglesia en la gente. Nadie
quiere volver a la época de la iglesia medieval,
cuando un monarca papal que gobernaba de forma teocrática,
consideraba que tenía un absoluto dominio ... y que
podía dictar la moral de los gobiernos terrenales.
A pesar de sus palabras y sus viajes, el papa
Wojtyla no logró imponer sus estrictos puntos de vista,
sobre todo en lo relativo a la moral sexual y marital.
Por el contrario, la campaña de "evangelización"
generó nerviosismo respecto del imperialismo espiritual de
Roma... Las filas de los sacerdotes van languideciendo y hay
muy pocos ingresantes que llenen esos lugares. El clero célibe
se extingue, y su credibilidad sufrió una verdadera conmoción
por los escándalos de pedofilia que se extendieron
desde los EE.UU. hasta Austria.
El primer gran pedido que les hago: elijan a un
papa que no se aferre a las normas de la iglesia
medieval, sino que esté a tono con el evangelio, que
impulse la libertad, la misericordia y la bondad en el
tratamiento de todos los problemas pendientes.
Dada su gran experiencia, ustedes saben que en
décadas pasadas se obligó a los obispos a adherir a la línea
del Vaticano en detrimento de su credibilidad ante su clero
y su gente.
De ahí que mi segundo gran pedido sea: elijan
un Papa que no piense la Iglesia de forma unilateral como un
aparato de poder que excluya el diálogo y la verdadera
democracia; que no espere obediencia ciega y sumisión.
Una Iglesia eficaz no puede tratar a la mitad
de la humanidad, la mitad femenina, como una segunda categoría
de la Iglesia... Hoy las mujeres cristianas crecieron y son
ellas las que definen su papel, y no sólo en la Iglesia.
Wojtyla fue objeto de un enérgico repudio
por millones de mujeres modernas. Eso se debió a que él
sostenía que el hecho de que éstas usaran anticonceptivos
las convertía en parte de la "cultura de la
muerte" y a que declaró que su género hacía que no
fueran aptas para tareas de mayor jerarquía.
Es por eso que el tercer pedido que les hago,
es que elijan un
Papa que rechace el sexismo;
que evite emitir veredictos moralizantes sobre problemas
complejos como la anticoncepción, el aborto y la
sexualidad; que respete el derecho de quienes están
ordenados a casarse, un derecho que el Nuevo Testamento y la
Iglesia del primer milenio garantizan con claridad, y que revierta
la prohibición discriminatoria de que los sacerdotes
contraigan matrimonio; que no excluya a los divorciados
que volvieron a casarse; que permita el ordenamiento de
mujeres; que corrija la funesta encíclica Humanae vitae de
Pablo VI sobre los anticonceptivos orales, que alejó a
innumerables mujeres católicas de su iglesia, y que
reconozca de forma explícita la responsabilidad personal de
los miembros de la pareja en lo relativo al control de la
natalidad.
Atrás quedó la época en que decíamos que nuestra
fe era la única religión legítima del mundo,
con lo que de hecho podíamos difamar la fe de otros. Les
pido que elijan un Papa que no
sostenga que tiene el monopolio de la verdad;
que quiera no sólo enseñar a las otras religiones sino
también aprender de ellas.
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