UN
NUEVO "PAPA" ILUSIONA A LOS
REFORMISTAS DECEPCIONADOS POR LA
MORAL CONSERVADORA DE WOJTYLA*
Consideran como autoritario el estilo del fallecido pontífice,
pues le falta diálogo con religiones como la musulmana y
mantiene marginada a la mujer.
Los sectores progresistas de la Iglesia Católica sueñan
con un sucesor capaz de resolver las asignaturas que dejó
pendientes el polaco Karol Wojtyla.
El modelo de los reformistas fue Juan XXIII, el Papa de los
cambios y del Concilio Vaticano II.
El teólogo Giulio Girardi, uno de los ideólogos de
la ‘Teología de la Liberación’, que colgó la sotana
por diferencias con Juan Pablo II, sueña con un ‘Juan
XXIV’ y tiene pesadillas con un ‘Juan Pablo III’.
"El tema principal es el autoritarismo de la
Iglesia", dijo a EL TIEMPO.
La teóloga británica Lavinia Byrne, una ex monja censurada
por el Vaticano, está de acuerdo.
"No se puede echar de la Iglesia a la gente que piensa
diferente. Antiguamente, la Iglesia quemaba a los herejes,
pero si hoy alguien no está de acuerdo con Roma debería
haber un proceso justo donde las opiniones de todos sean
respetadas", dijo a EL TIEMPO.
Byrne sabe de qué habla. Ediciones enteras de su libro
'Mujeres en el Altar' fueron destruidas por orden del
Vaticano porque defendía la ordenación de las mujeres.
"Nos guste o no, todo radica en cómo se maneja el
poder. En esta Iglesia las mujeres son tan invisibles que
parecen no existir: no administran departamentos del
Vaticano, no pueden ser ordenadas, no pueden siquiera poner
un pie en la estructura del poder", comentó.
Frances Kissling, presidenta del grupo progresista Catholics
For A Free Choice, reconoce que Juan Pablo II fue un hombre
de gran carisma y humildad.
"Sin embargo, su pontificado fue una gran decepción
para aquellos que creen que el mensaje de Cristo de liberación,
libertad humana y más democracia debe aplicarse no sólo en
el mundo, sino también en la Iglesia", dijo.
Cómo es posible, se pregunta Kissling, que un hombre que
predicó con su propio sufrimiento no mostrara compasión
con las víctimas de su pontificado: sacerdotes casados, católicos
homosexuales, mujeres obligadas a realizar abortos
inseguros, teólogos en crisis y víctimas de abusos
sexuales por parte de curas.
El Pontífice que los cardenales elijan a fines de este mes
en la Capilla Sixtina tendrá además que tomar posición
frente a desafíos clásicos de la moral católica como la
genética, la eutanasia y el uso del condón para contener
la epidemia de Sida.
Los
desafíos cambian
Las preocupaciones cambian según la geografía. En los países
ricos, la Iglesia teme la secularización y la crisis de fe,
mientras en el Tercer Mundo, preocupa la competencia de las
sectas evangélicas y el roce con otros credos como el
Islam.
Los críticos de Juan Pablo II no esconden su escepticismo.
"El próximo Papa tendrá que enfrentar todos estos
desafíos, pero eso no quiere decir que los resuelva. Es
perfectamente posible que haya una continuidad con este
Pontificado", dijo Girardi.
La matemática del Cónclave le da la razón: 105 de los 117
cardenales menores de 80 años que elegirán al próximo
Papa fueron nombrados por Juan Pablo II.
"Como la mayoría de los cardenales fueron elegidos por
Juan Pablo II es difícil que tengan ideas demasiado
subversivas", aseguró Girardi.
Pero como dijo el teólogo suizo Hans Küng, un
religioso progresista a quien Juan Pablo II prohibió enseñar
en las universidades católicas, quizás haya "un
Gorbachov" escondido entre los cardenales.
ESTEBAN ISRAEL
Desde CIUDAD DEL VATICANO
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