La Paz
de Cristo solamente se puede encontrar
en Él y en Su Iglesia, no en el Animismo!
¡Nuestra Señora de Fátima nos dijo que sin la conversión
de Rusia no habrá paz!
12 de
Enero de 2005
Encuentro en el
Vaticano sobre las religiones tradicionales o tribales y
la paz
Organizado por el Consejo Pontificio para el Diálogo
Interreligioso
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles,
12 enero 2005 - Este miércoles comenzó en el Vaticano un
congreso mundial sobre «Los recursos para la paz en las
religiones tradicionales», conocidas de manera inexacta
como «animistas».
La iniciativa, que se clausurará el sábado,
es promovida por el Consejo Pontificio para el Diálogo
Interreligioso, cuyo presidente es el arzobispo británico
Michael Fitzgerald.
En las sesiones de trabajo se está
analizando «la contribución que pueden ofrecer a la paz
los seguidores de los cultos tribales, difundidos en todos
los continentes, sobre todo en África, donde se calcula
que son 60 millones», informa Radio
Vaticano.
Monseñor Fitzgerald explica que «cuando
hablamos de las religiones tradicionales, estamos pensando
en las religiones étnicas o tribales, es decir, aquellas
que se han desarrollado en un grupo étnico específico y
que, por tanto, son diferentes de las religiones
mundiales, que superan los confines nacionales».
«Con frecuencia pensamos esencialmente en África
cuando hablamos de religión tradicional. Pero no sólo
están en África: ¡está toda la espiritualidad de los
indios en América Latina! También está la religión
africana que ha pasado a América Latina», explica a los
micrófonos de la emisora pontificia.
Estas religiones están también presentes en
Asia, añade. «En India se llaman "tribales" y
tienen su espiritualidad particular, mientras que en
Filipinas los seguidores de las religiones tradicionales
viven en las colinas o montañas».
«Nosotros evitamos la palabra
"animista", pues da la idea de que el animismo
considera el viento, el agua, los animales… como
habitados por espíritus que exigen un culto: en realidad
no es esto», explica.
«Normalmente en estas religiones está
presente la creencia en un Dios creador, en un Dios
supremo, pero hay también otras entidades mediadoras
entre Dios y la humanidad: los antepasados y otros espíritus,
pero no se trata de un culto en el que se venera a un
bosque, a un árbol, etc. Allí no está la divinidad»,
aclara al ilustrar las creencias de estas religiones.
El arzobispo reconoce que entre la Iglesia
católica y estas religiones «el diálogo es difícil»,
pues «no están organizadas en una jerarquía: muchas
veces el "jefe" es el jefe de familia, que
ofrece oraciones, sacrificios…».
Además, constata, «tienen secretos que
custodian y de los que no quieren hablar».
«Ahora bien, muchas personas se han
convertido al cristianismo partiendo del
"background" de estas religiones: el Espíritu
Santo suscita el bien por doquier y podemos ver en estas
religiones tradicionales cosas buenas que pueden ayudar
también a nuestra sociedad», reconoce.
«Y este es el objetivo del estudio que
estamos haciendo --concluye--: ver cuáles son los valores
de estas religiones para la sociedad de hoy, para la paz.
Los participantes en este congreso son todos católicos,
expertos en religiones tradicionales. No hay adeptos de
estas religiones, pues --como decía-- es algo difícil
entablar con ellos un diálogo directo».
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