Los
115 cardenales que participaron en el cónclave juraron sobre la Biblia guardar
secreto sobre las votaciones, bajo pena de excomunión. Sin embargo, apenas 48
horas después de la elección del nuevo Papa, la prensa publica las primeras
filtraciones de cardenales indiscretos, que señalan que Benedicto XVI obtuvo
"más votos de los 77 necesarios": entre 95 y 107.
La crónica de los 'vaticanistas' del Washington Post, Alan Cooperman y
Daniel Williams, apunta que para la elección de Ratzinger como nuevo Papa
jugaron un papel importantísimo tres cardenales: el español Julián Herranz,
del Opus Dei y Prefecto para la Interpretación de los Textos legislativos; el
colombiano Darío Castrillón Hoyos, y el también colombiano Alfonso
López Trujillo, todos del ala 'conservadora' de la Curia romana.
No fueron los únicos. Según el diario ABC, los que 'apadrinaron' la
candidatura de Ratzinger durante las primeras votaciones fueron también los
cardenales Angelo Scola (italiano) y Christoph Schönborn (austríaco),
ayudados por otros de los 'grandes electores' italianos, como Camillo Ruini,
que se define a sí mismo desde hace años como 'pupilo' del cardenal alemán.
De hecho, la victoria de Ratzinger fue relativamente sencilla, a la cuarta
votación, y según desveló el cardenal alemán Joachim Meisner, el alemán
consiguió "más de los 77 votos necesarios".
Quizá se viera beneficiado
por la ausencia de un candidato alternativo
claro, como señala el experto de La Vanguardia, Enric Juliana, a lo que
habría que sumar la división entre los candidatos italianos y la fría acogida
a la hipotética posibilidad de una Papa latinoamericano. "Tettamanzi
contaba con la oposición de Scola, y viceversa. Schönborn no acababa de
despegar... Así las cosas, Carlo Maria Martini, líder intelectual del
área reformista y gran promotor de la candidatura de Tettamanzi, envió una
clara señal de desistimiento", dice Juliana.
En la primera votación, celebrada el lunes por la tarde, Ratzinger no logró
los 77 votos necesarios, "aunque era una opción que se vio muy clara
desde el inicio del cónclave", señaló el cardenal George, de
Chicago, al Washington Post.
Marco Tosatti, de La Stampa, asegura en su crónica de hoy que Ratzinger habría
obtenido 95 de los votos", aunque el periodista asegura que
"reconstruir cómo se produjo la votación es difícil, porque las
informaciones son imprecisas".
Otro diario italiano, La Repubblica, sostiene que el alemán habría obtenido
"casi un centenar de votos", mientras que Orazio Petrosellio en Il
Messagero asegura que Ratzinger fue apoyado "por 107 cardenales",
con lo que habría obtenido el récord de consenso que hasta ahora tenía Karol
Wojtyla, que consiguió 99 de los 111 votos posibles".
El mismo vaticanista asegura, citando "fuentes bien informadas",
que en la primera votación del cónclave, celebrada el lunes por la mañana, "Martini
obtuvo 40 votos frente a 38 que sacó Ratzinger. El resto estaban
dispersos".
Dos asistentes de cardenales que han hablado con el diario estadounidense
pidiendo mantener el anonimato aseguraron que no fue Martini sino su candidato,
Tettamanzi, quien trató de imponerse en las primeras votaciones, "aunque
estaba en clara desventaja frente a Ratzinger", aseguran.
"Todo el mundo sabía que, de los que podían ser Papa, el cardenal
Ratzinger era un candidato muy fuerte", señala George. "Y el hecho de
que obtuviera los votos necesarios tan pronto es muy interesante... Se votó una
vez el lunes, dos el martes por la mañana y en la primera votación de la tarde
del martes obtuvo la mayoría necesaria. Así es como ocurrió, no puedo
contar más", dice.
Sólo el belga Godfried Daneels,
arzobispo de Bruselas, ha dado señales públicas de disconformidad. "Ha
sido elegido de manera legítima, pero si me preguntan si es el candidato ideal,
ésa es otra cuestión", declaró ayer a la edición electrónica del
diario flamenco De Morgen. Daneels no acudió a la cena ofrecida por el
nuevo Papa el martes por la noche en la casa de Santa Marta.