JERUSALÉN,
martes, 12 julio 2005 (ZENIT.org).-
Publicamos el comunicado final de la reunión de la Comisión
bilateral de las delegaciones de la Comisión de la Santa
Sede para las Relaciones con el Judaísmo y del Gran
Rabinado de Israel para las relaciones con la Iglesia católica,
celebrada del 26 al 28 de junio de 2005 (19-21 Sivan 5765).
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I. La tarde inaugural fue abierta por el rabino jefe de Israel,
Shlomo Moshe Amar, Rishon L'Zion, quien expresó su ferviente
apoyo al diálogo, subrayando los profundos valores compartidos
por las dos tradiciones, sin ignorar la distinción que hacen de
nosotros diferentes comunidades de fe. El objetivo del diálogo es
sobre todo promover los principios de la santidad y de la dignidad
de todo ser humano, y mejorar con este objetivo nuestra colaboración.
Los jefes de las respectivas delegaciones, el rabino
jefe Shear Yashuv Cohen y el cardenal Jorge Mejía, en sus
discursos de bienvenida expresaron su gran satisfacción y la
profunda comprensión y amistad que se ha desarrollado a través
de estos encuentros.
II. Al inicio de las sesiones de trabajo, dado que
era la primera reunión tras el fallecimiento del Papa Juan Pablo
II, de feliz memoria, los presentes recordaron de manera especial
su histórica contribución a la reconciliación entre católicos
y judíos, y el hecho de que esta Comisión bilateral fue fruto de
su iniciativa. Además, el cardenal Mejía subrayó la
significativa referencia al precedente rabino jefe de Roma,
contenida en el testamento de Juan Pablo II. Se expresó aprecio
por el compromiso manifestado por su sucesor, Benedicto XVI, para
seguir promoviendo estas relaciones bilaterales.
III. El tema de esta quinta reunión fue: «Las
relaciones entre autoridad religiosa y civil en las tradiciones
judía y cristiana». A partir de la visión bíblica de las
distintas funciones del rey, del profeta y del sacerdote, y de sus
respectivas relaciones con el pueblo de Dios, se señalaron estos
puntos centrales:
-
1) Los
valores religiosos son de vital importancia para el bienestar
del individuo y de la sociedad;
-
2) El
objetivo de la autoridad civil es el de servir y promover el
bien común, respetando la vida y la dignidad de cada
individuo;
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3) En este
contexto, subrayando la importancia de la democracia, es
esencial salvaguardar con la ley a la sociedad del
individualismo extremo, de la manipulación por parte de
grupos que tienen intereses de parte, de la insensibilidad
ante los valores culturales y morales de las tradiciones
religiosas;
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4) La
libertad de religión tiene que garantizarse tanto a los
individuos como a las comunidades por parte de las autoridades
civiles y religiosas;
-
5) La relación
entre religión y estado debe fundamentarse en la
reciprocidad, en el respeto recíproco y en la colaboración;
-
6) Medidas
de ley a favor de determinados valores religiosos son legítimas,
cuando se aplican en armonía con los principios de los
derechos humanos;
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7) Tenemos
la obligación moral de dar ejemplo de responsabilidad
religiosa en estos ámbitos, y especialmente de educar a las jóvenes
generaciones, ya sea recurriendo a los agentes de los grandes
medios de comunicación, ya sea a través de los canales
educativos convencionales.
IV.
La discusión se concentró en la responsabilidad del Estado para
garantizar los derechos de todas las comunidades religiosas,
prestando particular atención a las necesidades de las
comunidades cristianas de Tierra Santa, así como a las
necesidades de las comunidades judías en el mundo, facilitando la
plena igualdad social y política, sin debilitar las identidades
particulares.
Delegación judía
Rabino jefe Shear Yashuv Cohen, presidente de la delegación
Rabino jefe Rasson Arussi
Rabino jefe David Brodman
Rabino jefe Yossef Azran
Rabino jefe David Rosen Señor Oded Wiener
Embajador Shmuel Hadas
Delegación católica
Cardenal Jorge Mejía, presidente de la delegación
Cardenal George Cottier, O.P. Obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo
P. Norbert Hofmann SDB,
Archimandrita Elias Chacour
Monseñor Pier Francesco Fumagalli
Arzobispo Pietro Sambi, nuncio apostólico
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