BUENOS AIRES, 29 de julio de 2005 - El
arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, acaba
de autorizar el inicio del proceso de canonización que
deberá determinar —luego de enjundiosos estudios en
Buenos Aires y en El Vaticano— si los religiosos
murieron como
mártires.
La determinación de Bergoglio puede
considerarse como histórica. La comunidad palotina
en el país venía reclamando desde hace tiempo esta
medida.
Ahora, comenzará en el arzobispado porteño
un estudio de la vida y de las circunstancias en que
murieron los religiosos que llevará, según se estima,
entre uno y dos años. A tal fin, se tomarán testimonios
de quienes los conocieron. También se estudiarán los
escritos de los religiosos. Luego, la causa será
estudiada en Roma, donde los plazos dependerán de la
contundencia de las pruebas que permitan determinar que
los religiosos fueron mártires.
Si efectivamente se establece esa condición,
los religiosos serán declarados Venerables Siervos de
Dios. Entonces, hará falta establecer que Dios obró
un milagro por intercesión de los cinco palotinos
(generalmente una curación imposible para la ciencia)
para que éstos sean declarados beatos. Si se
determina un segundo milagro, serían declarados santos.
Fuentes de la causa dijeron que ya habría varios casos de
supuestos milagros para presentar.
Los
sacerdotes Pedro Duffau, Alfredo Leaden y Alfredo "Alfie"
Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio
Barletti fueron encontrados muertos el domingo 4 de julio
en el salón comunitario de la parroquia San Patricio, del
barrio de Belgrano R. de la ciudad de Buenos Aires.
Estaban tendidos sobre una alfombra en medio de charcos de
sangre. Habían muerto debido a disparos de armas de fuego.
La Justicia nunca esclareció el hecho. Pero
por declaraciones en la causa de autoridades de la comisaría
de la zona, los autores habrían sido miembros de un grupo
de tareas de la Marina en el marco de la lucha
antisubversiva de los años setenta..
Según el Movimiento Ecuménico por los
Derechos Humanos, casi un centenar sacerdotes, religiosos,
religiosas y laicos murieron o fueron secuestrados y
desaparecidos durante la guerra antisubversiva. También
murieron en circunstancias confusas el obispo de La Rioja
Enrique Angelelli y el de San Nicolás, Carlos Ponce de León.
El juez eclesiástico interviniente en la
causa que se acaba de iniciar, padre César Sturba, dijo
que se estudiará si los religiosos "murieron por
difundir la fe encarnada en una expresión evangélica
como bregar por el respeto a la dignidad humana, la
igualdad y el desarrollo en paz".
El postulador de la causa —quien la impulsa
por los palotinos—, padre Adrián Francioli, dio a la
apertura de la causa un sentido religioso: "Es fruto
del Espíritu santo", dijo. El presidente Néstor
Kirchner, durante su visita al Vaticano en abril último,
con ocasión de la iniciación del pontificado de
Benedicto XVI, visitó
la iglesia San Silvestre Incapite, en el corazón de
la ciudad de Roma, y depositó una ofrenda floral en la placa que
recuerda a los cinco religiosos.
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