UN SACERDOTE SE ALEGRA
PORQUE YA
NO HAY QUE TRATAR DE
CONVERTIR AL
CATOLICISMO A LOS
"HERMANOS SEPARADOS"
El
documento sobre el ecumenismo publicado por los
obispos en el Concilio Vaticano II,
fue muy inspirador",
dice el Padre Wallace. "Una
idea para destacar es que a
los miembros de otras iglesias cristianas
ya no los llamamos
herejes, sino nuestros hermanos y
hermanas en Cristo. Ya no
buscamos que se conviertan al
catolicismo, son hermanos
y hermanas en Cristo; una familia en
Cristo. Doy gracias por
haber sido uno de los propagadores
de esta buena nueva".
El Padre Wallace
nació el 12 de junio de 1926. Se educó en una escuela pública y se convirtió
al catolicismo a los 19años. Durante la Segunda Guerra Mundial, se alistó en
las fuerzas armadas de EE. UU. Cuando dejó el ejército, decidió entrar en el
seminario. Fue ordenado por el obispo Walter Andrew Foeryel, el 2 de febrero de
1956, en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Syracuse, N.Y.
Recibió su B.A. y
una M.Div. especializada en ecumenismo, en el College de St. Bernard y en el
Seminario de Rochester, N.Y. Después de su ordenación, prestó servicios en
varias parroquias de la diócesis de Rochester. Al finalizar el Concilio
Vaticano II, el Padre Wallace fue nombrado director diocesano de ecumenismo de
la Diócesis de Rochester. Más tarde, llegó a ser el presidente de la Asociación
Nacional de las Comisiones Diocesanas Ecuménicas y viajó por todo el país
para hablar sobre ecumenismo.
Se mudó a la diócesis
de Orlando, donde en 1992 fue nombrado teniente cura de la Parroquia de San
Carlos. También prestó servicios como teniente cura en la Parroquia de San
Pedro en DeLand y en Nuestra Señora de los Lagos en Deltona. El Padre Wallace
se retiró en 1998 y sigue ayudando en las parroquias de la Epifanía, en Port
Orange, Príncipe de la Paz, en Ormond Beach y en Nuestra Señora de Lourdes en
Daytona Beach.
|