Ante la
tremenda ofensiva desatada desde el gobierno para
allanar el camino hacia la despenalización del
aborto, por parte del episcopado conciliar
sólo hubo un
débil comunicado oficial contra la “cultura de la
muerte”, incluida una solicitada en varios diarios
del país.
En la
homilía pronunciada en la Parroquia de San Ramón
Nonato, el santo por excelencia protector de las
embarazadas, puese nació a pesar de que su madre
había muerto antes del parto, no pronunció ni una
palabra directamente contra el aborto. El padre
Juan Carlos Ares, rector del santuario de San
Ramón Nonato, interrogado al respecto por el
periodista del diario "La Nación", contestó: "No
mencionamos el tema porque no estamos en ninguna
campaña en contra del aborto".
Cuando Monseñor Baseotto , citó palabras de
Nuestro Señor Jesucristo en alusión a la política
que lleva a cabo el ministro de salud, y fue
atacado ferozmente por el gobierno, fueron muy
pocos los obispos conciliares que salieron en su
defensa.
Es evidente que no existe una disposición de
defender a todo precio, principios doctrinarios
imprescriptibles, observamos una actitud de
desidia y pereza, cuándo no de entreguismo”.