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En una parroquia de
Austria la mayoría de los que ayudan a decir
Misa son mujeres, visten como si fueran miembros
de una secta y y en lugar de seguir la Cruz de
Cristo, siguen una rama. Nada menos que dos
obispos concelebraban la misa en esa parroquia.
Uno era el obispo Ludwig Schwarz de Linz, cuyo
precursor tuvo que dimitir debido a los
escándalos litúrgicos producidos por el abuso de
innovaciones. Sin embargo, él sigue con los
escándalos. Su predecesor era Mons. Alois
Schwarz de Kärnten. Increíblemente, esa iglesia
fue elegida especialmente para celebrar la misa
al término de la reunión anual de diáconos
austríacos. Evidentemente El obispo cree que
esta iglesia y su diácono residente son ejemplos
a seguir. (No si uno desea preservar la fe
católica en Linz y Austria).
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