PARA RATZINGER,
LA
«‘SOLA FIDE’ DE
LUTERO ES VERDADERA»
Ratzinger-Benedicto XVI
tendría intención de rehabilitar a su compatriota, el hereje Martín Lutero.
Aquí publicamos dos textos, que tienen como tema el
proyecto del cura apóstata Ratzinger, de rehabilitar al enemigo de la
Iglesia, Martín Lutero. Uno es de marzo de 2008 y el otro del 19
de noviembre de 2008, donde el mismo personaje intenta justificar
la « sola fide » de Lutero.
Este supuesto "Papa", se comporta como uno de los peores enemigos
de la Iglesia. ¿Hasta cuándo durará la parodia de las
«discusiones» de algunos grupos tradicionalistas con la Roma
apóstata, para unirse a ella?
BRUSELAS, BÉLGICA: EL PAPA
BENEDICTO XVI
QUERRÍA REHABILITAR AL REFORMADOR
MARTÍN LUTERO[1]
7 de marzo de 2008 -
Los protestantes belgas están agradablemente sorprendidos e impacientes por
conocer los resultados de un encuentro que se llevaría acabo el próximo mes de
septiembre, con el fin de anunciar la rehabilitación
del reformador Martín Lutero (1483- 1546) .por el papa Benedicto XVI
Según el diario
inglés «The Times», el papa se pronunciaría en este sentido,
después de una consulta con su equipo de 40 teólogos para revertir la condena
hecha a Martín Lutero por herejía. Reconoce así que la intención de este
último no era dividir la Iglesia sino más bien luchar contra prácticas
corruptas. Habiendo sido este conflicto
el origen de la Reforma, especialmente de la Iglesia Protestante Unida de
Bélgica.
Según el cardenal Walter Kasper,
a cargo del Consejo pontificio para promover la unidad de los cristianos, esas
declaraciones animarán el diálogo ecuménico y contrarrestarán lo dicho
el último mes de julio, denigrando la fe orthodoxa y protestante. Estas
últimas, en
efecto, no están reconocidas como verdaderas Iglesias.
El presidente de la Iglesia Protestante Unida
de Bélgica, le doctor Guy Liagre, dice que está feliz, pero también
intrigado por conocer de qué manera serán presentados los resultados de los
debates de septiembre. Si estas informaciones se confirman, será una etapa
importante en las relaciones entre la Iglesia Católica y las Iglesias
protestantes.
Benedicto XVI supera el debate
sobre la justificación por fe y
obras[2]
Dedica la catequesis a explicar la cuestión de la justificación
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 19 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).-
Benedicto XVI dedicó la catequesis de este miércoles, dentro del ciclo sobre
san Pablo, a explicar qué entendía el apóstol por justificación, una de las
controversias teológicas que desde la Reforma más ha dividido a los
cristianos.
Precisamente, explica el Papa, Lutero se apoyaba en la carta
a los Romanos para afirmar que la
sola fide era la que justificaba a
los hombres ante Dios, sin necesidad de las obras de la Ley.
La clave de la controversia está, afirma Benedicto XVI, en
comprender qué entendía san Pablo por Ley, que no debe entenderse
simplemente como "ley moral" sin más, sino que se arraiga en el concepto de
justificación en el pueblo judío.
"Para san Pablo, como para todos sus contemporáneos, la
palabra Ley significaba la Torá en su totalidad", la cual implicaba para un
fariseo como Saulo "un conjunto de comportamientos que iban desde le núcleo
ético hasta las observancias rituales y cultuales que determinaban
sustancialmente la identidad del hombre justo".
Esta observancia rigurosa se había radicalizado entre los
judíos piadosos como una forma de protección frente a la cultura
helenística, la cual, explica el obispo de Roma, "era una amenaza para la
identidad de Israel, así como también para la preciosa heredad de la fe de
sus Padres, de la fe en el único Dios y en las promesas de Dios".
La observancia de la Ley, especialmente en esta época
tardía, funcionaba "como un muro de distinción, un escudo de defensa que
protegiera la preciosa heredad de la fe. Pablo, que había aprendido estas
observancias precisamente en su función defensiva del don de Dios, veía
amenazada esta identidad por la libertad de los cristianos: por esto les
perseguía".
En este sentido, cobra de nuevo relevancia el momento
central de la vida del apóstol, sobre el que el pontífice vuelve
continuamente en sus catequesis: el encuentro con Cristo en el camino de
Damasco, cuando Pablo "entendió que con la resurrección de Cristo la
situación había cambiado radicalmente".
"La iluminación de Damasco le cambió radicalmente la
existencia: comenzó a considerar todos sus méritos, logros de una carrera
religiosa integrísima, como "basura" frente a la sublimidad del conocimiento
de Jesucristo".
"Con Cristo, el Dios de Israel, el único Dios verdadero, se
convertía en el Dios de todos los pueblos. El muro --así lo dice
Carta a
los Efesios-- entre Israel y los paganos ya no era necesario: es Cristo
quien nos protege contra el politeísmo y todas sus desviaciones; es Cristo
quien nos une
con y
en el único Dios; es Cristo quien
garantiza nuestra verdadera identidad en la diversidad de las culturas, y es
él el que nos hace justos", añade.
Por tanto, sigue el Papa, la controversia ya no está entre
la fe y las obras, pues "ser justo quiere decir sencillamente estar con
Cristo y en Cristo. La fe es mirar a Cristo, confiarse a Cristo, unirse a
Cristo, conformarse a Cristo, a su vida. Y la forma, la vida de Cristo es el
amor; por tanto creer es conformarse a Cristo y entrar en su amor".
En este sentido, añadió, "la expresión
"sola fide" de
Lutero es cierta, si no se opone la fe a la caridad, al amor", de ahí que
san Pablo, cuando habla de justificación, "habla de la fe que obra por medio
de la caridad". (TEXTO
COMPLETO:[3])
Líder protestante ve positivamente la
catequesis del Papa sobre la
justificación[4]
Declaraciones del jefe de la Iglesia
Evangélica Luterana en Italia Holger Milkau
ROMA, jueves 20 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).-
La catequesis que ofreció este miércoles Benedicto XVI sobre la justificación,
en la que analizó la teología de Martín Lutero, ha suscitado
comentarios
positivos por parte de hijos de la Reforma que él fundó.
El decano de la Iglesia Evangélica Luterana en Italia, Holger
Milkau, ha confesado: "siempre es un gusto escuchar al Papa hablar de Lutero,
sobre todo si afronta argumentos que se comparten".
El pontífice dedicó la audiencia general a la doctrina sobre la
justificación, tema central en la enseñanza de san Pablo.
"Cristo nos hace justos", dijo el Papa. "Ser justo quiere simplemente decir
estar con Cristo y en Cristo. Esto basta. No hacen falta otras observancias".
Milkau aprueba este enunciado del pontífice, aplaudiendo
también la interpretación que hizo de uno de los puntos centrales de la
doctrina de Martín Lutero (1483-1546): la doctrina de la "justificación por la
fe".
Lutero, interpretando la carta a los Romanos, se convenció de
que el cristiano se salvaría "sólo por la fe" y no por las "obras" que
realiza.
Benedicto XVI explicó que "la expresión 'sola fe' de Lutero es
verdadera, si no se opone a la fe y a la caridad, al amor".
Según el decano luterano, "para los protestantes no hay
problema a la hora de afirmar que el ágape es realización en la comunión con
Cristo".
Ahora bien, siguiendo sus propias fuentes teológicas, Milkau
propone con una visión protestante ampliar "esta reflexión también al problema
de la iglesia. Las palabras del Papa podrían también significar que
para estar
en Cristo no hace falta pertenecer a la misma iglesia, pues el ágape es el
elemento esencial de la comunión con Cristo".
Y sigue diciendo: "la justificación por la e y no por las
obras ha sido acogida y aceptada ya como base del credo cristiano. El Papa,
sin embargo, ha expresado un 'si', y no podía ser de otro modo. Este 'si' lo
ve en el peligro del libertinaje que niega Pablo y, con él, también Lutero. La
fe tiene que tener una consecuencia, que, según los luteranos, se expresa en
el compromiso por la libertad del prójimo, compromiso a veces difícil y lleno
de sufrimiento".
"Desde nuestro punto de vista --dice Milkau--, no es por tanto
suficiente definir por decreto lo que es bueno y condenar lo que no lo es. Por
el contrario, hay que incentivar la capacidad de juicio para ser cada vez más
autónomos y responsables, pero al mismo tiempo conscientes de ser falibles
también en el amor. 'Sola fide' no significa no fiarse de los propios poderes,
sino esperar todo de Dios".
El 31 de octubre de 1999 se firmó la
Declaración conjunta sobre la Doctrina de la Justificación entre la
Iglesia católica y la Federación Luterana Mundial, que superaba desde el punto
de vista doctrinal una de las causas fundamentales que provocó la separación de Lutero.
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