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20 de febrero de 2007
CATÓLICOS Y ANGLICANOS

DEBATEN LA UNIFICACIÓN[*]

 

Katharine J. Schori, cabeza de la iglesia anglicana de EE.UU., y el

arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, anteayer en Tanzania

   LONDRES.– En una iniciativa histórica, una comisión internacional de obispos católicos y anglicanos propuso la reunificación de ambas iglesias –separadas desde el siglo XVI– bajo la “dirección espiritual” del Papa.

   Según informó el diario británico The Times, la propuesta está contenida en un documento de 42 páginas, titulado Creciendo juntos en unidad y misión, que se hará público durante este año y que fue aprobado por obispos situados en “puestos elevados” de ambas jerarquías. El diario afirmó que el Vaticano ha tomado la propuesta en consideración y estaría preparando una respuesta formal.

   El documento se hace público en momentos críticos para la iglesia anglicana. Sus principales líderes de todo el mundo estuvieron reunidos hasta ayer en la ciudad de Dar es Salaam, en Tanzania, en un intento por evitar un cisma entre sectores conservadores y progresistas, enfrentados respecto de la ordenación de sacerdotes homosexuales y de mujeres, prácticas que últimamente han ganado terreno en esa iglesia.

   Según recordó ayer el diario español El País , en 2003 la Iglesia episcopal de los Estados Unidos -denominación de los anglicanos en ese país, con más de 2 millones de fieles- nombró obispo al reverendo gay Gene Robinson, quien convive con su pareja. En junio pasado, la misma Iglesia nombró como cabeza a una obispa, Katharine Jefferts Schori. Hace días, en la reunión de Tanzania, siete arzobispos anglicanos se negaron a comulgar junto a Schori, porque consideraron que hacerlo iba contra las Escrituras.

   La Iglesia anglicana tuvo origen en 1534, durante el reinado de Enrique VIII, quien rompió con la autoridad del papa para poder divorciarse de su primera esposa, Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos. El monarca se declaró autoridad máxima de la Iglesia de Inglaterra, título que desde entonces ostentan sus sucesores en el trono. La Iglesia anglicana fue influida por la reforma protestante, pero conservó buena parte de la liturgia y el credo católicos. Sin embargo, permite la ordenación de mujeres y el casamiento de sacerdotes. Su líder simbólico es el arzobispo de Canterbury, pero todos los obispos tienen igual jerarquía para el manejo de los asuntos eclesiásticos, en el que también participan los laicos.

   Los anglicanos suman casi 78 millones de fieles en el mundo, mientras que los católicos representan unos mil millones. En Inglaterra y Gales, la inmigración católica está haciendo peligrar la hegemonía anglicana.

Terreno común

   Al oponerse a la ordenación de sacerdotes homosexuales y de mujeres, los sectores más conservadores de la Iglesia anglicana se han acercado últimamente a la Iglesia católica.

   En los últimos tiempos, decenas de sacerdotes anglicanos se pasaron a la confesión católica tras la ordenación de mujeres. Aunque muchos de esos sacerdotes estaban casados, el Vaticano no puso impedimentos.

   La comisión que redactó el documento, creada en 2000, está encabezada por David Beetge, obispo anglicano de Sudáfrica, y John Bathersby, arzobispo católico de Brisbane, Australia.

   Según The Times , el documento reconoce la "comunión imperfecta" entre las dos iglesias, pero afirma que existe suficiente terreno común para acercarse respecto de temas tales como la autoridad del Papa. Así, el documento afirma que, según enseña la Iglesia católica, la presencia del obispo de Roma "está de acuerdo con la voluntad de Cristo para la Iglesia y es un elemento esencial para su mantenimiento en unidad y verdad".

   Las recomendaciones de la comisión señalan que durante la Eucaristía los anglicanos recen por el Papa y que los católicos lo hagan por el arzobispo de Canterbury. También, la asistencia de miembros de ambas iglesias a servicios religiosos, peregrinaciones y procesiones de cada una, un programa educativo conjunto para la enseñanza del catecismo y un protocolo para la inclusión de sacerdotes anglicanos en la estructura católica.

   Aunque el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, apoyó en su momento la interpretación liberal de las Escrituras en lo que respecta a la ordenación de sacerdotes homosexuales, dejó en claro que la unidad de la Iglesia debe anteponerse a la autonomía provincial.

   Según analiza The Times , "una extensión lógica sería que, una vez que la crisis anglicana se resolviera, con un acuerdo o con un cisma, se buscara una reunión con la propia madre de la Iglesia de Inglaterra".