INCOHERENCIAS DE LA FRATERNIDAD
SACERDOTAL SAN PÍO X (FSSPX)
¿Qué ha cambiado en la iglesia conciliar?
Es evidente que
NADA
MONSEÑOR LEFEBVRE:
¿ES AUN CATÓLICA LA IGLESIA CONCILIAR DEL VATICANO II?
(Conferencia
dictada en la Argentina en Agosto de 1981):
....los cardenales que
actualmente están en Roma, de los que ciertamente conocen bien los nombres,
continúan esa nueva política, esa nueva actitud de la Iglesia, contraria a la
tradición de Cristo. Ya sea por la liturgia, por la enseñanza, por el catecismo,
por la política en general de la Iglesia frente a los estados y a las sociedades
civiles, se ha impuesto una orientación completamente nueva. Todo ha cambiado en
la Iglesia. ------Cómo puede concebirse que la Iglesia continúe su tarea de
santificación por intermedio de estos hombres.
Mientras ellos estén a la cabeza
de la Iglesia, los tradicionalistas seremos siempre perseguidos, y la Iglesia
continuará su autodemolición.
LA JUGADA MAESTRA DE SATANÁS:
.........La jugada maestra de Satanás consiste, pues, en difundir los principios
revolucionarios introducidos en la Iglesia por la autoridad de la misma Iglesia,
poniendo a esta misma autoridad en una situación de incoherencia y de
contradicción permanente. Mientras este equívoco no se
disipe, los desastres se multiplicarán en la Iglesia. Al hacerse equívoca
la liturgia, el sacerdocio se hace igualmente equívoco; y al haberse hecho
también equívoco el catecismo, la fe, que sólo puede mantenerse en la verdad, se
disipa. La misma jerarquía de la Iglesia vive en un equívoco permanente, entre
la autoridad personal recibida por el sacramento del orden, y la misión del Papa
o del obispo y los principios democráticos
Citamos algunos párrafos de
entrevistas y sermones de los obispos de la Fraternidad, sacados
del sitio afin a la FSSPX. "Stat
Veritas" (Las anteriores citas de Monseñor Lefebvre,
también las hemos sacado de allí)
MONSEÑOR FELLAY;
REPORTAJE AL CUMPLIRSE LOS 10 AÑOS DE LAS CONSAGRACIONES
Pregunta: Monseñor, fue usted consagrado por Mons.
Lefebvre el 30 de junio de 1988, junto con otros tres sacerdotes de la Hermandad
de San Pío X. Entonces Roma hizo saber que estaba usted excomulgado a causa del
acto cismático de la consagración episcopal. ¿Se trataba de un acto
verdaderamente cismático? ¿Cómo le afectó dicha “excomunión”?
Monseñor Fellay: ¡Como el agua a
las plumas de un pato! Como algo nulo y sin valor. Se explicaron bien por
aquellas calendas las razones, las circunstancias, los límites y el marco en que
Mons. Lefebvre nos consagraba. La intención y la voluntad claramente
manifestadas de no provocar un cisma neutralizaban, objetiva y subjetivamente,
el carácter aparentemente cismático de una consagración episcopal efectuada sin
mandato del Sumo Pontífice. ... en
numerosas regiones del mundo, tras una fachada de jerarquía católica, la Fe y la
disciplina se hallan tan desnaturalizadas, que el común de los fieles no tiene
ya garantizada de ninguna manera la transmisión de los medios sobrenaturales
necesarios para la salvación: la fe y la gracia, y Roma, o bien no hace nada, o
bien no está en condiciones de corregir tamaño estado de hecho. (Peor aun: lo
fomenta)
MONSEÑOR TISSIER de MALLERAIS:
UNA COMPRENSIÓN SUPERIOR
DE LA CRISIS DEL PAPADO
...Y cuando Roma haya
vuelto a ser Roma, nosotros, los cuatro obispos, con Mons. Rangel, o nuestros
sucesores, depositaremos nuestro episcopado entre las manos de Pedro para que se
digne confirmarlo, Deo volente (si Dios quiere), y para que haga con él lo que
bien le parezca: tal era nuestra disposición el 30 de junio de 1988; tal sigue
siendo nuestra resolución, nuestra confianza, nuestro abandono.
Entretanto, ¡continuaremos el combate de la fe!
ORDENACIONES
ECÔNE, JUNIO 2006: Y es este misterio de la redención por la sangre de Jesús,
por una expiación, que es negada actualmente por las más altas autoridades de la
Iglesia. Aunque se emplea a saciedad en el nuevo catecismo, hay una página
célebre que tiene una enumeración profusa de las palabras expiación ,
satisfacción, compensación. Pero pronuncian estas palabras sin creer porque les
dan un sentido totalmente diferente.
Un famoso teólogo de Tübingen, en Alemania,
escribió en 1968 que la presentación de la teología de la satisfacción era muy
rudimentaria en la Iglesia y que era necesario cambiar eso. Sus palabras son:
““Se falsea esta presentación. Se afirma que la justicia de Dios
infinitamente ofendida debería ser reconciliada por una satisfacción infinita y
por eso se nos presenta a Dios que envía su Hijo a la muerte, con una justicia
inexorable, para obtener una satisfacción infinita mediante un sacrificio
sangriento. Esta tesis del «derecho lesionado y restablecido» no explica el
significado de la satisfacción del misterio de la redención en el Nuevo
Testamento. Huimos ——agrega— con horror de tal justicia divina y de su
sombría cólera que destituye de toda credibilidad al mensaje del amor. En
consecuencia, el Hijo de Dios no habría expiado nuestros pecados sobre la cruz.
Habría solamente una nueva interpretación, mostrado de manera heroica el amor de
Dios para con los hombres, un amor perfectamente gratuito por la entrega de su
vida hecha por el Hijo de Dios hecho hombre. No se debería hablar más de
justicia lesionada ni de ofensa del pecado, puesto que Dios no puede ser
ofendido. Dios, que es infinitamente feliz y bienaventurado en sí mismo, no
puede ser lesionado, y en consecuencia no habría justicia divina que satisfacer
sino solamente que Dios muestra al hombre pecador su amor inalterado, y que
abraza al hombre justificado y gratificado por el amor gratuito de Dios”.
Eso es todo. Y Uds. ven, queridos amigos, cómo
se vació completamente la sustancia del misterio de la redención. No se habla ya
del pecado, ni de la expiación, ni del dolor debido al pecado. Ahora bien, este
teólogo recibió más tarde cargos importantes en la Iglesia. No diré más, pero
Uds pueden conjeturar quién es (se refería a
Ratzinger).
Entonces uno retrocede con horror, no ante la justicia divina que comprendemos
bien muy como católicos, sino delante de esta caricatura vergonzosa del misterio
de la redención, que tuvo una influencia increíble en la Iglesia, puesto que
este libro ——según el editor que lo republicó recientemente en el año 2000— es
una obra capital de la teología del siglo XX, a tal punto que la catequesis de
varias naciones fueron infectados por esta herejía, como lo leemos en una famosa
obra de los obispos de Francia escrita hacia 1969, diciendo que la teología de
la satisfacción nos presenta a un Dios Moloch, que exige su ración de sangre
humana para satisfacción. Esta es la caricatura de siempre de nuestra fe
católica.
MONSEÑOR RICHARD WILLIAMSON
VUESTRA
FUNCIÓN SERÁ MANTENER LA FE:
¿Les habló Mons. Lefebvre de que llegaran, a pesar de
todo, a un acuerdo con Roma?
Al contrario, nos mostró que no había acuerdo posible con esa Roma: «Se acabó,
–nos dijo durante el retiro preparatorio- ya no hay negociaciones entre Roma y
nosotros. Cuanto más se reflexiona, más cuenta se da uno de que sus intenciones
no son buenas. Miren lo que les ha pasado a Dom Agustín, el padre de Blignières.
Quieren que el Concilio se enseñoree de todo, aunque dejándonos un poco de
Tradición.
«Mons. de Saventhem me dice que aun podemos ponernos de acuerdo. Pero le
respondo que no se trata de minucias. Ellos siguen siendo lo que son. No puede
ponerse uno en manos de semejantes individuos. Es una ilusión. No queremos
dejarnos comer. Ya se trate de Fontgombault o de Port-Marly, Roma le da siempre
la razón al obispo conciliar, y se la quita a la Tradición.
«Dom Gérard nos dice que un acuerdo con Roma nos daría un campo inmenso de
apostolado. Sí, pero en todo un mundo equívoco, ambiguo, que
acabaría por
pudrirnos. Se insiste: 'Si estuviese usted con
Roma, tendría más vocaciones.’ Pero esas vocaciones, si se dijera cualquier cosa
contra Roma, ¡corromperían a nuestros seminarios! Y si os pusiéramos de acuerdo
con Roma de alguna manera, los obispos nos dirían: ‘¡Pues vénganse con
nosotros!’, y la confusión se establecería poco a
poco».
¿Evocó Mons. Lefebvre las consecuencias previsibles,
internas o externas, de dichas consagraciones, para la Hermandad Sacerdotal San
Pío X? .......«Una excomunión eventual no vale nada, dado que ellos (Roma) no
defienden el bien de la Iglesia y quieren acabar con la Tradición; pero
excomulgarnos va a molestarles. Andan un poco como locos buscando por todos los
medios hacerme dudar: Mons. de Saventhem, un obispo checo, etc., pretenden
ponerme trabas. Quisieron enviar a la madre Teresa de Calcuta, pero no merece la
pena recibirlos. No vamos a tratar indefinidamente de este asunto. ....«Y entonces
¿quién nos garantiza que mantendrían su palabra con nosotros? Esa Roma que
quiere hacernos retroceder. Fue Dios quien nos protegió al hacer que el
protocolo del 5 de mayo se quedara en agua de borrajas. Mons. de Saventhem me
objeta: ‘¡Son pequeños detalles y nada más!’ Respondo diciendo que sobre tales
detalles gravita un peso enorme. Desean conducir nuestras obras hacia el
espíritu conciliar. Con el protocolo del 5 de mayo habríamos muerto pronto: no
habríamos durado ni un año.
«Actualmente estamos unidos, pero si, por el contrario, hubiera cuajado el
protocolo en cuestión, andaríamos ahora precisados de contactos,
reinaría la
división en el interior de la Hermandad, todo nos dividiría. Quizá afluyeran a
nosotros nuevas vocaciones porque estaríamos ‘con Roma’, pero éstas no
soportarían ningún distanciamiento con la Santa Sede: sería la división. En la
actualidad, las vocaciones se expurgan por sí mismas.
«Mons. Decourtray ofrece a uno de nuestros sacerdotes, el P. Laffargue, una
parroquia tradicional, a condición de que abandone la Hermandad. Nos quitan a
nuestros fieles, nos llevan con tiento al Concilio. Entonces, por nuestra parte,
salvamos la Tradición y a la Hermandad alejándonos prudentemente. Hicimos una
prueba leal, para ver si podíamos continuar la Tradición, guardándola en lugar
seguro; sin embargo, se reveló imposible: ellos han cambiado, pero a peor. Por
ejemplo, la visita de Mons. Casaroli a Moscú».
«En Roma tienen el sida espiritual; ya no tienen sistema de defensa.
No creo que
se pueda decir que Roma no ha perdido la fe. Por lo que toca a las sanciones
eventuales, los disgustos disminuyen con el tiempo. El pueblo llano comprenderá;
el clero será el que reaccione. Los testigos de la fe, los mártires, siempre
tuvieron que escoger entre la fe y la autoridad. Vivimos el proceso de Juana de
Arco. Sólo que a nosotros no se nos asesta un solo golpe duro, ¡sino que la
persecución dura desde hace veinte años!»
Ahora dura ya treinta años. ¿Ha habido algún cambio? Esencialmente no. Mons. Lefebvre supo discernir y trazar con
clarividencia y coraje las grandes líneas de nuestro combate. ¡A nosotros nos
toca seguirlo! ¡A nosotros nos toca resistir!
MONSEÑOR ALFONSO DE GALARRETA
COMO EL SOLDADO EN EL
FRENTE:
....Los hombres del
Vaticano mostraban a las claras que querían la muerte de la Tradición.
Monseñor no tenía el derecho de ir gozosamente a la muerte sin dejar obispos
fieles en la Iglesia; ahí estaba la clave de su deber de obispo.
Y ESTOS ESCRITOS DE LA PROPIA FRATERNIDAD
-
Una
Excomunión inválida, un Cisma inexistente. Estudio Canónico. Reflexiones diez años después de las consagraciones de Ecône.
-
Las consagraciones de Monseñor Lefebvre. Estudio teológico. Han
pasado doce años (1988-2000) desde las consagraciones episcopales de Mons.
Lefebvre. En estos doce años “el estado de necesidad” de la Iglesia y de las
almas, al cual apeló para fundamentar su gesto, se ha agravado. Consideramos
extremadamente útil publicar un estudio teológico sobre esta cuestión, estudio
necesariamente condensado pero –creemos– exhaustivo, con el fin de que las almas
no se priven, por falta de información adecuada, del socorro que la Providencia
ha querido ofrecernos con la obra de Mons. Lefebvre en estos tiempos de crisis
extraordinaria en la Iglesia.
Para terminar, citamos
algunos párrafos de la "CARTA ABIERTA A MONSEÑOR FELLAY"
del Rvdo. Padre Basilio Méramo, sacerdote de la FSSPX:
...Es un acto de meliflua y disimulada
claudicación el ramo de flores (un millón de rosarios) entregado a Roma
modernista y apóstata (la Gran Ramera escarlata cabalgando sobre la bestia, o
sea, la religión prostituída, corrompida y adulterada como diría el Padre
Castellani).
...Que un obispo hijo de Monseñor
Lefebvre pida esto es renegar de su progenitor en el episcopado, reconociendo
que el acto fue delictivo, pues no cabe otra alternativa en términos jurídicos.
Sí, sí, non, non. Y como dice el adagio jurídico: "Lo que mucho prueba, nada
prueba".
...No hay ninguna retractación de
parte de Roma, la más mínima, simplemente indulgencia paternal hacia los cuatro
obispos que solicitan filialmente el retiro de la excomunión al magnánimo
Benedicto XVI
...Todas
las razones aducidas para enmascarar la acción no tienen peso y son superfluas a
la cuestión de fondo que es de fe.
Roma protestantizada y modernista ha
logrado desactivar la resistencia nucleada alrededor de la Fraternidad y de
Monseñor Lefebvre después de dieciocho años de su muerte. Ahora se cierra el
proceso de entrega que comenzó a manifestarse públicamente a partir del Jubileo
del 2000.
,,,Una bomba no se desactiva con
martillazos ni con hachazos, sino con fina y sutil maniobra de desajuste de su
maquinaria interna. Así acontece ahora de modo semejante con la Fraternidad San
Pío X, logrando inutilizarla (anularla o neutralizarla) en el combate y en la
resistencia heroicos contra los errores de Roma modernista y apóstata, como
dijera ya en su momento Monseñor Lefebvre.
...Bajo apariencia (máscara) de bien (y
de falsa magnanimidad paternal), se desactiva la resistencia y el combate contra
la Nueva Iglesia posconciliar, ecumenista, que está en contubernio con el
globalismo mundial, sometido al imperio del príncipe de este mundo: Satanás y
sus secuaces.
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