Monseñor Fellay

   Padre Cacqueray

   Soy uno de su fieles: sólo frecuento las capillas de la FSSPX o las comunidades amigas, incluso de vacaciones. Pongo a mis niños en sus escuelas, participo únicamente de las peregrinaciones organizadas por la Fraternidad, hice varios retiros de San Ignacio en sus casas, etc. Resumiendo, no veo que más podría hacer para ser señalado como fiel de la FSSPX.

   Sin embargo, empiezo a sentirme herido por la fobia anti “sédévacantista” que ls anima, y que comienza a convertirse en patológica, lo prueba la reciente “advertencia” del padre de Cacqueray.

   La FSSPX insiste en decirnos continuamente, a tiempo y destiempo, que Benito XVI es el Papa, legítimo sucesor de Pedro, a quien debemos obediencia y sumisión mientras no se aparte de la Tradición, pero a quien debemos desobedecer cuando se aparta de la misma.   

   En cuanto a rechazar todo lo que no es católico en las acciones y enseñanzas de Benito XVI, de acuerdo. ¿Pero entonces por qué rechazar todo lo que no se opone a esta Tradición si el que lo controla es el verdadero sucesor de Pedro? Por ejemplo: Aunque la nueva oración del Viernes Santo por los Judíos es un retroceso con respecto a la antigua fórmula, sigue siendo católica. Además, la fórmula antigua sólo data del siglo XVI°, no de la antigüedad cristiana. En sí, puede pues evolucionar. Ustedes aceptan la modificación que Juan XXIII hizo al Canon de la misa (¡hasta ese momento el Canon JAMÁS había sido tocado!) sin embargo, ¿rechazan la modificación de una oración del siglo XVI°? ¿Sobre qué base desobedecen pues al que reconocen como Soberano Pontífice?

   Si Pío XII hubiera hecho esa reforma (y él ordenó algunas que no fueron muy felices y que ustedes aceptan) ¡ustedes ciertamente hubieran obedecido! Entonces, si reconocen a Benito XVI como Papa, deben obedecer las reformas de este último que no se oponen a la Tradición de la Iglesia. Ahora bien (¡afortunadamente!) no lo hicieron. La posición de ustedes es pues “sédévacantista” en los actos, y anti “sédévacantiste” en las palabras. ¡Entonces por favor, dejen de tomarnos a los fieles por imbéciles con estos anatemas bajo los cuales ustedes ya no pueden ocultar sus contradicciones!

   ¿Cuál es la realidad? ¿Es que no le reconocen a Benedicto XVI ninguna jurisdicción? Justamente la jurisdicción hace que un papa sea papa. Un obispo munido de jurisdicción sobre la Iglesia Universal, sobre la Iglesia Católica, se llama Papa; un Papa sin jurisdicción es un simple obispo por más  que haya sido ordenado válidamente. ¡La realidad es pues que no reconocen ustedes la jurisdicción de Benedicto XVI, de facto, lo consideran como un antipapa!

   En cuanto a distinguir entre las dos posiciones sobre la infalibilidad papal, una reduciéndola al Magisterio solemne (posición del FSSPX), otra extendiéndola a todos los actos de su Magisterio oficial (posición tradicional de los teólogos antiliberales en el momento de la promulgación del dogma de la infalibilidad), reconozcamos que muy pocos fieles pueden discernir esta cuestión.

   Atengámonos, pues a la infalibilidad del Magisterio solemne, definido por 4 circunstancias: el Papa debe hablar como Soberano Pontífice, en cuanto a fe o costumbres, debe dirigirse a la Iglesia universal, y debe obligar los fieles a aceptar su enseñanza.

   ¿Pero entonces, qué pasa con los actos solemnes de los «Papas» conciliaires ? ¿Fueron realizados por Papas infalibles ? Veamos algunos ejemplos:

• o        La promulgation des documents del Concilio Vaticaon II por Paul VI ;

• o        La promulgation de la nueva misa por el mismo Pablo VI (la liturgia no jamás puede transmitir errores de fe) ;

• o        La promulgacóon del nuevo código canónico hecha por Juan Pablo, conteniendo, por ejemplo entre otros errores, la inversión de los fines del matrimonio;

• o        La canonisation de don Escriva de Balaguer llevada a cabo por el mismo Juan Pablo II, mientras esperamos la de este último… (cf. en un reciente artículo de Fideliter se reconicía estar en un atolladero acerca de esta cuestión, despuésde , un avez más, condenado a ese «sédévacantismo» ¡sin la sombra de un sólo argumento!).

   Y no nos vengan a decir que los Papas post conciliares no pueden gozar del carisma de la infalibilidad porque no creen en la simple noción de verdad objetiva. Eso querría decir que el Espíritu Santo habría sido incapaz de inspirar a aquél que previamente habría elegido. Otra forma de decir que ya no hay Papa.

   ¡Entonces por favor, hablen con el lenguaje de la VERDAD! No tengan miedo de la verdad: no prohíban las preguntas después de las conferencias que dan, tomen algúna perspectiva de la realidad que vivimos, y reconsiderenla a la luz de la fe más bien que a la sombra de sus divisiones internas, consideren lo que es peligroso para la fe más que para su propia cohesión, consideren las objeciones que se presentan en lugar de repetir condenas nunca apoyadas. ¡En resumen, tengan la preocupación de las almas más bien que la de sus organizaciones humanas y su reputación!

   Con la seguridad de mis oraciones,

   Uno de vuestros fieles.

Nota de la Redacción de Virgo-Maria :

   Evidentemente, ese fiel, pese a su clarividencia, está desinformado, nunca visitó el sitio www.rore-sanctifica.org.

   En efecto, parece ignorar por completo la cruciante y decisiva cuestión de la doble mentira FACTUEL de la pseudo « Constitution Apostolique » Pontificalis Romani del 18 de junio de 1968 de Montini-Pablo VI, que impuso una forma sacramental esencial latina totalmente inventada y VOLUNTAIRAMENTE hecha– para complacer a los «observadores » anglicanos y protestantes - sacramentalemente inválida para la consagración de todos los pseudo «obispos» conciliares, hiriendo así de muerte desde hace cuarenta años al episcopado católico de rito latino y a la transmisión sacramentalmente válida del verdadero Sacerdocio sacrificial católico.

   Por lo tanto, cuarenta años después de la interrupción de la transmisión sacramentalmente válida del verdadero Sacerdocio sacrificial católico, prácticamente casi TODO el «clero» conciliar de rito latino al igual que el de los anglicanos y protestantes, ha perdido todo poder Sacrificial y sacramental, habiéndose convertido hoy ese pseudo «clero» conciliar en un pseudo «clero» néo-anglicano sacramentalmente inválido y enteramente desprovisto de todo poder sacrificial sous la houlette de l’apostat public, el hereje « supermoderniste », padre apóstata Joseph Ratzinger-Benoît XVI, entre las manos del cual el Padre Sim y sus Rédentoristas Transalpins - muy ligados a Mons. Fellay - acaban de apostatar y de unirse oficialmente.

REGRESAR A: ¿QUO VADIS, FRATERNIDAD SAN PÍO X?