EL PARAÍSO DE
LOS "ILUMINADOS"

 La policía de las Islas Canarias registró el funcionamiento de veintisiete sectas sólo en la capital. Las características del terreno, sumadas a la abundante población de extranjeros adinerados, convierten al tradicional centro turístico español en la meca de los mercaderes del espíritu.       

   "PSICOLOGIA revolucionaria". Bajo ese reclamo, el cartel del Movimiento Gnóstico-Cristiano Universal de España anuncia una conferencia pública en cierto número de cierta calle de Santa Cruz de Tenerife. En los carteles, que aparecen pegados por las paredes de toda la ciudad, se leen promesas tales como "Eliminación de los defectos, Desdoblamiento Astral, Concentración, Los Sueños. Miércoles y Viernes a las 20.30". El local anunciado resulta ser una habitación con doce sillas. Sólo las ocupan un muchacho espigado que se presenta como Carlos, instructor del movimiento, y un presunto asistente de unos cincuenta años, con gafas, pipa y sombrero enrollado en una mano. Carlos va escribiendo en una pizarra los conceptos que explica. A los diez minutos entra en la habitación Raimundo Serafín, 33 años, antiguo miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, a la que Serafín dejó de pertenecer hace unos diez años. Ahora se pasea por todos los medios de comunicación denunciando lo que él considera que son las prácticas sectarias de su antiguo grupo y de otras organizaciones. 

   Todo esto ocurría durante la semana en que la psicóloga alemana Heide Fittkau-Garthe se encontraba en la cárcel, acusada de inducir al suicidio a 32 compatriotas con los que iba a subir al Teide la noche del 8 de enero. Los agentes de la isla han revelado que poseen una lista con 27 sectas destructivas afincadas en Tenerife. Dieciséis hombres se dedican a investigarlas durante todo el año.

   Ahora, mientras los jueces dilucidan si Heide expoliaba a sus clientes al amparo de una supuesta religión o si indujo a sus compatriotas al suicidio, la policía no descuida la vigilancia sobre decenas de movimientos religiosos, como el Gnóstico-Cristiano Universal, que imparten sus cursos a lo ancho y largo de la isla. Los agentes conocen los lugares de reunión, sus teléfonos, los nombres de los presuntos líderes, las cuotas que piden a los adeptos en concepto de cursillos, libros o viajes, y las sedes de la mayoría de estos grupos, a pesar de que muchos de ellos cambian a menudo de residencia. Vigilan sobre todo que no se abuse de los niños, ni física ni mentalmente. 

   En la isla se alinean los bandos de los defensores de las minorías y de los que alertan sobre el peligro que esas minorías representan. En este segundo se encuentra el sexólogo Eloy Rodríguez Valdés, quien enumera hasta 45 sectas destructivas afincadas en Canarias. ¿Por qué tantas, precisamente aquí? "La orografía del terreno favorece, se puede pasar fácilmente desapercibido -señala Rodríguez-. Además, hay una gran población extranjera con mucho dinero, y la influencia de América latina es innegable". 

   El sexólogo empezó a interesarse por ese mundo cuando comenzaron a llegarle clientes con problemas sexuales provocados por las sectas. Desde entonces, emprendió su cruzada particular y asegura haber logrado que se expulse de la isla a varios de estos grupos. "A menudo me llegan padres muy preocupados para que saque a sus hijos de alguna secta, para que los desprograme. Y ya he sacado a bastante gente. En la actualidad, estoy tratando a más de 30 personas. Todos te dicen que su grupo no es una secta, pero los demás sí. Casi todos empiezan con cursos gratuitos, para después ir cobrando dinero".

   Hermanas de Belcebú  

   Según Rodríguez Valdés, existen algunas sectas de carácter satánico, como una afincada en el sur de su isla e integrada sólo por mujeres que se hacen llamar Hermanas del Halo de Belcebú. La policía confirma que una asistente social, ex miembro de ese grupo, les está informando de las prácticas que realizan: rituales sangrientos y totalmente clandestinos.

   Eloy hace especial hincapié en el grupo Niños de Dios, cuyo nombre actual es La Familia del Amor, y asegura que hace años dedicaba a sus miembros a la prostitución obligatoria y a la venta de bebés. Recuerda que su difunto líder, David Berg, conocido como Moisés, se paseaba por Tenerife rodeado de jóvenes preciosas que servían de reclamo. 

   Secta apocalíptica

Con veneno: la policía de las islas Canarias abortó el suicidio colectivo de 32 personas, previsto para el jueves; la mayoría, alemanes.

SANTA CRUZ DE TENERIFE, España (Reuter).- La policía española informó ayer que encontró sustancias químicas venenosas en la casa de la jefa espiritual de una secta, cuyos 32 miembros tenían planeado un suicidio colectivo.

     El vocero policial Juan Antonio Pérez dijo que la psicóloga alemana Heide Fittkau-Garthe, arrestada el miércoles en Tenerife cuando la policía descubrió el intento de suicidio colectivo, les había "lavado el cerebro" a sus pupilos.

     En uno de los primeros comentarios públicos de un miembro del grupo, un hombre con fuerte acento alemán declaró a una cadena de televisión española que no tenían intención de suicidarse y negó que el grupo fuera una secta. "Es una mentira que nuestra comida estuviera envenenada", dijo el hombre, quien no reveló su nombre, por medio del interfono de la casa de la psicóloga. Pero el vocero policial dijo que se halló una sustancia química y "que parecía que los miembros del grupo iban a usarla para envenenarse".  

   El grupo planeaba realizar el suicidio masivo en la cima del volcán Teide, de donde creían que sus almas serían recogidas por una nave espacial, dijeron funcionarios. Los miembros del grupo, en su gran mayoría alemanes, aparentemente fueron convencidos por Fittkau-Garthe de que el mundo iba a terminarse el jueves a las ocho de la noche, y que serían rescatados y llevados a un nuevo mundo.  

   La policía alemana dijo que el grupo no estaba relacionado a la conocida secta del Templo del Sol, tal como se sospechaba. Sus lazos, según las autoridades germanas, serían con una secta apocalíptica hindú.  

   La policía de las islas Canarias había estado siguiendo los movimientos del grupo por algún tiempo, antes de arrestar a la psicóloga alemana, de 57 años. Ella y los miembros de la secta realizaban una "última cena" en una residencia privada en Santa Cruz de Tenerife antes de que interviniera la policía.

FUENTE: DIARIO "LA NACIÓN" DE BUENOS AIRES, 10/01/1998 Y 15/02/1998

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