Ciudad de México, 26 de septiembre. Según un jerarca de la Iglesia católica,
el número de las llamadas sectas satánicas no sólo ha aumentado en nuestro país
sino incluso las autoridades eclesiásticas están sumamente alarmadas ante este
crecimiento.
En entrevista con México HOY el padre Mario Ángel Flores Ramos, quien es
director general del Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos de la Arquidiócesis
de México asegura que “aunque consideramos que la presencia de sectas satánicas
en México es un fenómeno pequeño, no deja de ser preocupante porque
finalmente detrás de todo esto está la ideología del mal que carece de
valores y si no se pone atención sí se podría convertir en un problema social
para nuestro país”.
“Estados Unidos es el pionero en este sentido, le sigue Europa y ya se ha
reportado la presencia de estos grupos en México.”
Sin embargo, un jerarca de la Iglesia católica que radica en este momento en
Veracruz que platicó con este medio solicitó el anonimato porque asegura que
en este momento existen restricciones por parte de la Iglesia para hablar sobre
este tema.
“Lo que pasa es que a la Iglesia no le conviene que hablemos de este tema
porque el número de las llamadas sectas satánicas no sólo ha aumentado en
nuestro país sino incluso las autoridades eclesiásticas están sumamente
alarmadas ante este crecimiento ya que cada vez más personas están siendo partícipes
de estos rituales y sobre todo los jóvenes están siendo aprehendidos por estos
seguidores del rey de los infiernos”.
Y asegura de manera contundente que en el norte del país y en la Ciudad de México
principalmente, se llevan a cabo rituales o misas negras en lugares adornados
con una cruz invertida, una espada, una estrella de cinco picos, hostias
consagradas, un cáliz lleno de licor, varios cirios, un macho cabrío, una
campana, una mujer que se viste de monja y otra mujer desnuda que domina el
altar.
Afirma que han recibido testimonios de quienes entran a estas sesiones en México
y son ellos quienes detallan cómo se llevan a cabo estos rituales. “La gente
entra vestida de negro y con capucha y antes que nada invocan el nombre de Satanás
y de varios demonios. Posteriormente rezan el Padre Nuestro empezando por el
final y cambiando algunas palabras como por ejemplo: Padre nuestro que estás en
el infierno. La ceremonia continúa siguiendo más o menos el mismo formato de
la misa católica con oraciones en latín, inglés y francés y finalizan
realizando orgías sexuales en donde aplican las hostias, las cuales después
pisotean.
El sacerdote veracruzano, quien estudió Teología, Derecho Canónico y Derecho
Civil en la Universidad Gregoriana y en la de Letrán, en Roma, asegura que
estamos ante una situación muy preocupante. “Tanto la Iglesia católica como
las autoridades en nuestro país tratan de mostrarse optimistas en este sentido
y ante la opinión pública aseguran, incluso que en nuestro país no existe
este fenómeno, pero lamentablemente todos sabemos que no es así. Simplemente
hay que ver lo que se publica constantemente en los medios de comunicación para
saber que no podemos ocultar la realidad”.
Asimismo, aun cuando la situación es preocupante nuestro entrevistado asegura
que tampoco puede hablarse de una religión satánica como tal establecida en
nuestro país, “lo que pasa -dice- es que a estos grupos llegan tres tipos de
personas: los idiotas, los esquizofrénicos y quienes realmente se sienten
adoradores del Diablo aunque en los tres casos existe una fuerte influencia de
las drogas”.
“Gran parte de estas personas son esquizofrénicos que provienen de familias
desintegradas. Son personas que espiritualmente están muy debilitadas debido a
que vienen de hogares completamente desechos y que al no recibir un tratamiento,
las circunstancias lo van llevando hacia ese oscuro camino y ellos mismos juran
que son poseídos por un espíritu maligno.”
“El satanismo en nuestro país se ha extendido conforme ha ido creciendo el
narcotráfico.”
“El narcotráfico y el satanismo -explica- van de la mano porque tienen la
misma ideología que es la maldad. No existen los narcotráficos nobles y es por
eso que el demonio los ayuda a conseguir sus objetivos. La violencia, el sexo,
los sacrificios humanos como parte de un ritual para adorar al Diablo significan
la pérdida de la conciencia del bien, esa es la relación.”
Actualmente establece que en México sólo son dos las sectas satánicas que se
tienen bien identificadas que son Los Hijos del Fuego y Santería Cristiana
-cuyos líderes fueron Jesus Constanzo y Saara Villarreal, los del caso de
Matamoros- pero que sin embargo tienen adeptos en todo el país y su objetivo es
precisamente teñír de negro el alma de todos los feligreses del país.
“Los Hijos del Fuego es una secta que operaba inicialmente en Estados Unidos y
Francia y que ha logrado introducirse en México y se caracterizan porque adoran
a Lucifer mediante la invocación a los difuntos, las orgías sexuales y
tatuajes en el cuerpo -generalmente en el pecho- del 666.”
Y agrega: “Tenemos conocimiento de algunos de sus rituales en la ciudad de
Chihuahua y en la Ciudad de México donde para invocar a un espíritu el
sacerdote se amarra en el cuello una especie de cuero negro que le oprime las
carótidas lo cual le provoca un exceso de gas carbónico y que en consecuencia
le hace ver imágenes extraordinarias, de esta manera se establece el contacto.
Posteriormente se mata un gallo, se salpica con su sangre el espejo y entonces
se escribe el nombre del espíritu invocado”.
Refiere que la secta Santería Cristiana utiliza para sus rituales: altares,
velas, carne humana cortada en rodajas, cabezas de cabra, recipientes con
cerebros humanos y plumas de gallina. Los seguidores de estas dos sectas son
narcotraficantes mexicanos y de Estados Unidos que “practican la magia negra,
el vudú y el canibalismo y el día martes lo festejan como el Día del
Diablo”.
“En nuestro país se realizan un sinnúmero de crímenes relacionados con el
satanismo y las autoridades permanecen indiferentes ante esta situación. En
otros países existen cuerpos especializados que investigan exclusivamente crímenes
relacionados con el satanismo lo cual no sucede en nuestro país. Aquí en México
si uno pregunta en la Secretaría de Gobernación sobre este tema hasta se ríen
y no debería ser así.”
“Sabemos que en México existe un gran número de violaciones y las
relacionamos con los altos índices de inseguridad que se viven en el país,
pero lo que no sabemos es que muchos de estos actos están relacionados con el
satanismo lo cual habla de un problema a otras magnitudes.”
“De hecho -dice- los crímenes que se relacionan con estas sectas se llevan a
cabo en las zonas costeras de Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Tabasco debido a que
son regiones que tienen una fuerte influencia de los rituales africanos además
de que el nivel cultural y económico es de lo más bajo. Incluso algunas playas
solitarias de Acapulco como la Mimosa, Pie de la Cuesta y en el cementerio
abandonado de San Francisco que está a un costado de esta playa, son algunos de
los lugares preferidos para llevar a cabo rituales satánicos.”
Por otra parte, hay quien asegura que el rock satánico, las camisetas y las
figuras con formas que aluden a la imagen del Diablo así como la proliferación
de películas relacionadas con el tema del Diablo influyen de manera importante
sobre los jóvenes.
Incluso este reportero platicó con Eduardo Ramíerez El Lizzy quien se denomina
seguidor del movimiento Dark y asegura que “son varios chavos” que acudimos
a grupos donde se practica la magia negra donde se bebe sangre de animales y se
dan sacrificios humanos.
“Lo que pasa -dice- es que el Dark es la muerte interior de uno mismo, es la
degradación, es agresividad y por eso buscamos ese encuentro con el demonio.
Creemos que cada uno de nosotros es el demonio.”
“Hemos entrado en contacto con sectas que se dedican y lo que más hacemos es
beber sangre de animales o te la embarras en todo el cuerpo, ya sea de un gallo
o un gato negro.”
Sin embargo, nuestro entrevistado confiesa que algunos Darkys “se han clavado
tanto en este rollo que incluso se han suicidado”.
-¿Qué es lo que buscan al acudir a estas sectas?
-Nosotros -comenta El Lizzy- nos hemos dado cuenta que como persona no puedes
encontrar lo que estás buscando, por eso acudimos con estos grupos. Es decir,
al entrar en contacto con el demonio o con algún otro espíritu nosotros
recibimos una recompensa espiritual.
La casa de los brujos
La magia negra y las sectas satánicas difícilmente tendrían tanto éxito en
nuestro país sin la existencia del Mercado de Sonora(1), el punto estratégico de
todo aquel que está inmiscuido de alguna manera en este medio. Desde el brujo más
experimentado en estas cuestiones hasta el que apenas quiere iniciarse en esto
acuden a este establecimiento.
“Ya te trabajaron” se escucha que le dicen al que no encuentra trabajo o
“hay que sacarte todas las envidias” al que va porque no le llega el dinero.
Sin embargo, hay quien segura que la concurrencia a este mercado en los últimos
años ha aumentado estrepitosamente y más aún dicho aumento se ha dado por el
crecimiento de sectas satánicas en el país.
El brujo Dionisio, quien cotidianamente atiende uno de los muchos puestos de
este singular mercado, accedió a platicar con México HOY y asegura que cada
vez acude más gente al lugar en busca de ayuda para encontrar un nuevo camino,
en busca de “la voz de los espíritus que pueden guiar el alma”.
“Al Mercado de Sonora -dice- acuden diariamente un promedio de 3 mil personas,
para comprar cosas relacionadas con la santería y la magia, solicitar el
servicio de aproximadamente 40 brujos o santeros y dejar más de 21 mil millones
de pesos de ganancias al año.”
Reacio al principio, pero accediendo finalmente a dar la entrevista, el brujo
Dionisio comenta que en la década de los ochenta la gente acudía aquí porque
no tenía trabajo, porque no encontraban pareja o por infidelidades, sin embargo
hoy esa situación ha cambiado.
“En estos tiempos -señala- la mayoría de los clientes que llegan vienen a
solicitar la muerte de alguna persona, vienen a adquirir todo lo necesario para
llevar a cabo una sesión relacionada con el satanismo o misa negra e incluso un
gran número de personas vienen para ser iniciados como santeros.”
Y es que en este sentido Dionisio asegura que actualmente la sociedad en nuestro
país se encuentra hundida en un vacío espiritual por lo que la gente está
ansiosa de poder y de éxito y para lograrlo hará lo que sea necesario. “En México
la brujería negra hoy es algo de lo más común, contrario a lo que muchos
piensan, y si es necesario integrarse a una secta donde se hacen rituales de
adoración al diablo la gente lo va a hacer.”
“Se que va a sonar curioso que yo lo diga, pero realmente es sorprendente los
casos que aquí se dan. Es increíble cuando te das cuenta que vienen dos políticos
que están en contienda hacia una elección, y cada uno de ellos -por separado-
vienen a solicitar la muerte del otro.”
También recuerda el caso similar donde “el esposo viene a solicitar el
regreso de su esposa y días después la esposa viene a solicitar la muerte de
su marido”. “Hijos que vienen en busca de un trabajo para poder ver muertos
a sus padres y conseguir la herencia, etcétera”.
Aun cuando mucha gente acude repetidamente a este lugar, lo que es un hecho es
que la mayoría de la gente que lo hace no sabe que se están metiendo al
“meritito infierno”.
Es el caso de una persona que en 1993 decidió iniciarse como brujo en este
lugar y que, según dice, vivió una de las peores experiencias de su vida e
incluso estuvo al borde de la muerte.
Nuestro entrevistado, de 38 años, quien pidió ser presentado sólo como Juan,
recuerda lo que define como la experiencia más amarga de su vida. “En primer
lugar -comenta- en lugares como el Mercado de Sonora el tamaño del trabajo que
te hacen en este lugar es del tamaño de tu cartera y entre más dinero sueltes
más pronto te llegará el trabajo o más pronto regresará tu mujer.”
“Lo peligroso es cuando te metes en terrenos que desconoces, que están llenos
de minas y en cualquier momento puedes caer en la muerte.”
“Yo en ese tiempo realmente quería adentrarme en el manejo de la
espiritualidad y entrar en contacto con Dios para ayudarme a mi mismo y ayudar a
la gente, sin embargo sucedió todo lo contrario.”
“Mi tragedia comenzó cuando la señora que me inició en esto, a quien le decían
Araceli, comenzó a hacerme trabajos satánicos ante lo cual en un principio yo
sentía que realmente me estaba ayudando a resolver mis problemas, sin embargo,
con el tiempo te das cuenta de que realmente el infierno sí existe
y te adentras en un mundo aculto del cual ya no puedes salir.”
“La bruja Araceli que se inició en Palo Mayombé -que se utiliza en la magia
negra- siempre me decía que yo tenía las facultades para canalizar mi energía
y hacer peticiones del mal. Para iniciarme en esto tuve que ir a un panteón que
está sobre la carretera que va rumbo a Pachuca y en un ritual -con varias
personas presentes- tuve que dar como ofrenda mi sangre a un muerto.”
“Afortunadamente yo pude salir de esto pero, pero no es fácil porque incluso
te pueden llegar a matar.”
Nuestro entrevistado asegura que muchas de estas prácticas en panteones donde
incluso en los rituales se dan baños con sangre de animales sacrificados son
emprendidas por grupos como Secta de Palo de orígen bantú -africano-, cuyo
principal ritual consiste en establecer contacto con el espíritu de un muerto.
Por su parte, para el bujo Dionisio no existe ninguna duda: “los adeptos de
Satanás en nuestro país serán cada vez más”.
De repente alguien se percata de la entrevista que se realiza en el Mercado de
Sonora y dice “aquí no puedes hacer entrevistas así que llégale, no te
metas en broncas, no sabes en dónde te estás metiendo”.
Fuente: México HOY
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