COMENTARIO A LA OBRA "SU SANTIDAD"

(Juan Pablo II y la Historia Oculta de Nuestro Tiempo)*

de Carl Bernstein y Marco Politi

 

INTRODUCCIÓN

   Tras de haber sido precedida por una enorme prop;i ganda en los medios publicitarios, publicada en vanos idiomas está recorriendo el mundo la obra titulada "Su Santidad", biografía de Juan Paulo II que contiene, se dice, la "Historia Oculta de Nuestro Tiempo". Los aulo res son Cari Bernstein y Marco Politi[1].

   El presente comentario -de ninguna manera exhaustivo dada la amplitud del tema-, pretende introducir al lector ignorante de lo que hay detrás del gran movimiento religioso político postconciliar, en el conocimiento de la oscura trama tejida primero desde fuera y desde dentro después, del mismo Vaticano, en contra de todo aquello que constituye la Única Santa Iglesia Católica, Institución, Dogma y Culto, movimiento que ha constituido una verdadera revolución con finalidades expresas, dando por resultado que a partir del "concilio" Vaticano II no pueda ser ya más reconocible la antigua y verdadera Iglesia en lo que ahora en su nombre se predica y hace, y lo que es peor y coarta la debida defensa, que los católicos conducidos a través de un hábil trasbordo ideológico, hayan aceptado como doctrina de la Iglesia Católica lo que es absolutamente contrario a ella; lo que hace unos treinta y cinco años apenas, hubiera sido tenido como inconcebible: la presentación de la Iglesia a partir del mencionado Vaticano II como una forma de religión que sólo encabeza a un "pueblo de Dios" formado por toda una humanidad subdividida en mil religiones, consideradas todas ellas buenas para salvarse y santificarse. Dentro de este contexto la Iglesia considerada como una "comunidad cristiana más" en un supra-protestantis-mo, éste, todavía más, superado por el concepto del "cristianismo anónimo" por el cual se asegura que por el hecho de la encarnación del Verbo "Cristo está presente en todo hombre". En resumen, toda esta doctrina -parte de la novedad se haya expuesta en los documentos del Vaticano II, particularmente Nostra Aetate, y en los discursos, encíclicas, y obras publicadas por Juan Paulo II, y acerca de Juan Paulo II, particularmente en las obras suyas tituladas "Signo de Contradicción"[2] y "Cruzando el Umbral de la Esperanza",[3] donde Karol Wojtla populariza, a través de sus dotes de escritor y protagonista de entrevistas hábilmente programadas, su pensamiento para las grandes masas.

   Así afirma tras de sus hábiles exposiciones doctrinales siguiendo las pautas del Vaticano II:

   "Todos los hombres, desde el principio del mundo hasta su final, han sido redimidos y justificados por Cristo y por su cruz..."[4].

   Por lo mismo... "Hay un vínculo con Dios vivo, vínculo indisoluble que se ha realizado con toda persona y con todo el género humano a través de su muerte liberadora y su resurrección"[5].

   Siguiendo esta que se puede llamar Apostasía de las apostasías predicada en el seno de los ámbitos propios que eran de la Iglesia Católica, los católicos van siendo conducidos mansamente hacia el Jubileo del Año Dos Mil, en que se consumará la Gran Traición, ya que esa fiesta que hará esa nueva iglesia apóstata, dizque para celebrar los dos mil años de la Encarnación del Hijo de Dios, será no sólo la fiesta del reconocimiento de la "legitimidad" de la herejía y del paganismo, sino la fiesta de la entrada triunfal del Judaismo en la Iglesia, por lo pronto abatiendo visiblemente su bandera, haciendo según eso inclinarse la Cruz ante el Candelabro, para hacer servir la Institución Divina de Cristo a los fines del Judaismo Mesiánico que aspira al Gobierno Mundial. Hacia allá iba la conspiración judeo-masónica denunciada desde el siglo dieciocho por los últimos Papas verdaderos. Pues he ahí que los oídos de los católicos pueden recibir estas palabras sin que se inmute su corazón:

   "Este extraordinario pueblo, -Israel- eontinúa llevando en sí mismo las señales de su elección divina... ¡Si esto fuera menos costoso!... Realmente Israel ha pagado un alto precio por su propia "elección"... Quizá debido a esto se ha hecho más semejante al Hijo del hombre, (Nota: quiere, decir, a Jesucristo al que crucificó y sigue negando) quien según la carne, era también Hijo de Israel; el dos mil aniversario de su venida al mundo será también fiesta para los judíos"[6].

   Esto, en palabras de uno que se dice Pontífice de la Iglesia Católica, recorriendo el mundo en una obra en que dizque se le entrevista con temas bien planeados, ya no conmociona desgraciadamente a la gran masa de los que se creen todavía católicos siguiendo esta apostasía. En todo el mundo desde los ambones junto a la masónica mesa cuadrangular que emplean para celebrar la "Cena del Señor", obispos y clérigos se desgañitan alabando las bondades de los "Hermanos Mayores en la FE", que Juan Paulo II dice que son los judíos de ayer y de hoy. ¿Cómo fue posible que millares de gentes de buena fe se tragaran este diabólico sofisma? El hecho es que la realidad espantosa está ahí, y los judíos no sólo han resultado "Hermanos Mayores", sino que en el seno de la marcha triunfal de la humanidad toda salvada y "cristificada" hasta resultan los más importantes miembros del indiferenciado "Pueblo de Dios", y por su negación de Jesucristo serán exaltados y festejados en el aniversario dos mil de Jesucristo. ¡Y esto se dice que será realizado por la Iglesia de Jesucristo!.. Se trata aquí no sólo de una burla suprema de lo divino, sino de un ultraje al uso de la razón.

   Pero hechas estas breves observaciones pasemos, con una base de conocimiento al menos sobre las circunstancias, al comentario de la obra "Su Santidad"- los autores dicen que en ella se descubre la Historia Oculta de Nuestro Tiempo, y dicen bien. Hubo una historia oculta para los ojos de las mayorías detrás de toda esta diabólica trama. Y los autores de la biografía de Karol Wojtyla descubren mucho de esta historia, de cuya consumación se congratulan. Ya nada es oculto aquí; No es preciso leer entre líneas. Todo es tan claro como la luz del sol. Pero veamos:

PARTE PRIMERA: FILO-HEBRAÍSMO DE KAROL WOJTYLA

CAPÍTULO I

   En la mencionada obra destacan dos importantes cuestiones: una, el filo-hebraismo de Karol Wojtyla, y otra su adhesión al sistema filosófico opuesto a la filosofía tomista, por parte del hoy Juan Pablo II.

FILO-HEBRAISMO

   De éste, se puede decir que es la adición y predilección favorecedoras por la Historia, Doctrinas, Culto, Finalidades y personas judías.

   El término es lo más aceptable a nuestro ver, en el punto a que se ha llegado en la actualidad respecto al movimiento dentro de la secta surgida del conciliábulo Vaticano II, altamente influenciada por los judíos. Por un tiempo los escritores católicos estuvieron empleando para sancionar las estrechas "relaciones religiosas de la Iglesia Católica con el Judaísmo", el término "Judeo Cristianismo" por significar de algún modo la iniciada pretendida fusión del Judaísmo y el Cristianismo en una sola religión. Pero hoy muchos que emplearon el término se retractan, porque hay un equívoco en su contenido. La dialéctica postconciliar ha sometido el entendimiento humano a verdaderas torturas de afanes de acomodamientos sofísticos. No puede, en realidad, existir tal Judeo Cristianismo, ni será esta fusión la "religión del futuro". Porque existen el Judaísmo, él solo, y el Catolicismo (que es el único Cristianismo, y en esta convicción estoy de acuerdo con el gran historiador católico Hillaire Belloc[7], él solo. Existen los judíos con sus convicciones, y los que pueden ser amigos o enemigos de sus convicciones, y los amigos de Jesucristo y Su doctrina, o Sus enemigos. EL filo-hebraísmo de la nueva iglesia postconciliar es el fruto evidente de una maniobra para hacer penetrar en las mentes lo que no es sino una absoluta sinrazón, por no hablar de la apostasía. Lo que está a la vista y realizándose ya, no es como enseñan los postconciliares una "fusión de las dos Alianzas, la Antigua y la Nueva en una sola, no existiendo más que un solo Pueblo de Dios... sin que se pueda hablar de ruptura entre los dos Testamentos"[8] herejía alentada y expuesta abundantemente por Paulo VI y Juan Pablo II. Lo que está a la vista a través de este gran sofisma es el Predominio del Judaísmo, sobre el exterminio del Catolicismo. La pretendida unidad de los dos Testamentos de ninguna manera busca la supervivencia del Catolicismo... ¡Cómo iba a rendirse el candelabro ante la Cruz!... Hablemos un poco de conceptos que deben ser recordados, aunque ahora el trastorno de la filosofía básica haya puesto de cabeza toda manera congruente de pensar. ¿Qué son el Judaísmo y el Catolicismo?..

   Se trata de dos conceptos de Dios radicalmente distintos, no sólo en el sentido en que pueden serlo los conceptos de Dios cristianos y paganos; aquí se trata de dos conceptos que entrañan rivalidad e imposible convergencia. Por un lado la Fe Católica que profesa y predica como verdad de Fe que Jesucristo es Dios hecho Hombre, el Ungido, el Mesías prometido por medio de Israel, en Quien se cumplieron las profecías de las cuales el pueblo elegido EN ORDEN AL MESÍAS CRISTO, fue depositario. Por el otro, la Fe del Judaísmo, que habiendo recibido la Promesa no se adhirió a su cumplimiento en Cristo, y habiendo rechazado al Mesías niega que Él sea Dios, y no sólo le dieron muerte por blasfemo ("Ha blasfemado" dijo Caifás ante la afirmación de Cristo de ser Él el Mesías, el Hijo de Dios, (San Marcos, 14, 61 a 63)... y gritaron todos: ¡reo es de muerte!) sino que los judíos no han dejado -organizados como un ejército conspirador- de odiar a Cristo y su obra. En el menor de los casos, muchos siguen creyendo que es un impostor, y según su propia fe continúan esperando a su mesías, la realización de su gobierno universal en que consiste su mesianismo. Así lo que está en juego no es la lucha de dos imperialismos humanos; es la aceptación o negación, de lo divinamente revelado, por parte del hombre, con todas las consecuencias de esta aceptación o rechazo. Así estas dos nociones de Dios, del Hijo que se reveló, admitido por unos y rechazado por otros, conllevan, el Judaísmo y el Catolicismo, una distancia infinita e imposible de paliar. Un filo-hebraísmo católico, pues, sólo puede ser manifiesta apostasía. La lógica elemental no se puede sacrificar. Ahora bien, el filo-hebraísmo aunque esté vestido de todos los ropajes color de rosa como tratan de presentarlo los postconciliares, es, -y lo repetimos muchas veces ¡aunque parezca increíble que haya que hacer esto para los católicos!- el filo-hebraísmo, o adhesión y manifiesto amor por los judíos, expresado en nombre de la Iglesia Católica, es algo inaudito, inaceptable, que debería levantar a las masas, ya no decimos a los jerarcas falsos que tienen, en manifiesta protesta y rechazo. Por el contrario, todo el mundo está pendiente de las palabras y de la presencia constantemente impuesta a través de la televisión y los diarios, del "carismático" Juan Paulo II. Su carisma principal desde que arribó a usurpar la Silla de Pedro ha sido la alabanza de los judíos y el amor manifiesto que pretende imponer (ya estaba iniciado el camino) de los católicos hacia ellos. Hemos de citar algunos párrafos de Wojtyla, bárbaro de la teología, (perdón, Atila) para apoyar las observaciones que haremos comentando la biografía "Su Santidad". De paso, ahora Juan Paulo reconoce muchas otras "santidades" incluyendo la santidad budista.  He aquí algo de la predicación de Juan Pablo II.

JUAN PAULO II FAVORECIÓ DESDE
UN PRINCIPIO AL JUDAÍSMO

   Sobre los judíos: "No se trata solamente de rectificar una falsa concepción religiosa del pueblo judío, que ha sido en parte causa de malentendidos y persecuciones en el curso de la historia, sino ante todo, del diálogo entre las dos religiones (Judaísmo y Catolicismo) que con el Islam, debían dar al mundo la fe en el único Dios inefable que nos interpela, y se proponen servir1e en re presentación de todo el mundo"[9].

   La mención del Islam junto con el Judaísmo y el Cristianismo, la había ya hecho Pablo VI con su primera afirmación que repetiría mucho después, de que "Tenemos un mismo Dios, Judíos, musulmanes y cristianos", y de que debíamos hacer a un lado las "disquisiciones de tipo teológico" para trabajar unidos por la paz, etc., etc.[10]. Esta mención de la religión del "profeta" Mahoma quien predicó que el arcángel Gabriel, le había dado a, él solo la única revelación, (¿y la revelación a la Virgen María?) es cosa hecha como de compromiso para velar un poco el paso -valga la redundancia- hacia el definitivo plan: el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo. Luego el Judaísmo y el cristianismo. Al fin, el Judaísmo solo. Así son también vía de paso las alabanzas hechas desde el Vaticano II a todas las otras religiones paganas, en particular al Budismo. "En el Budismo, -dice la Declaración Conciliar 'Nostra Aetate'- los hombres alcanzan la perfecta iluminación y la liberación con auxilio superior"...[11]. Entonces, -se da a entender-, es bueno tener por re1igión al Budismo. No hace falta ser católico para alcanzar un auxilio superior para liberarse e iluminarse... ¡Y siguiendo estas aberraciones, la masa católica, lo mismo que lo hizo cuando tuvo lugar la Oración por la Paz en Asís, en 1985, caminará hacia el Monte Sinaí en el año dos mil a festejar con los adoradores de todo, hasta de las serpientes, el Jubileo de la Encarnación! ¡Muy bueno para todas las divinidad es paganas su reconocimiento por parte de una iglesia que ya no invita a la conversión a Jesucristo!..

   En la reunión sinárquica del Sinaí, Jesucristo aparecerá como lo querían y lucharon hasta conseguirlo los masones, como si esto lo propusiera la Iglesia, como un "iniciado" más. Los masones llaman "iniciados" a todos los fundadores de religiones notables. Así tienen en la lista a «Rama, Kríshna, Hermes, Moisés, Orfeo, Pitágoras, Platón, Jesús, Zoroastro, Buda y los Esenios». En su obra titulada "Los Grandes Iniciados" Eduardo Shure se explaya sobre el tema[12]. En el Sinaí serán consagrados como parte de un "cristianismo anónimo" (que no saben que son cristianos, pero lo son, según el Vaticano II, Congar y Juan Paulo II) los nombres de por lo menos otros ciento cincuenta "iniciados" junto con Nuestro Señor Jesucristo.

   Pero volviendo al tema...

   En otras alocuciones empieza ya Juan Paulo II a eliminar al Islam:

   "Judíos y cristianos están llamados como hijos de Abraham a ser bendición para el mundo, en cuanto se dediquen conjuntamente a la paz y la justicia entre todos los hombres, y por cierto, con la plenitud y profundidad que Dios les atribuye para nosotros. Cuanto más marcado sea nuestro encuentro por este sagrado deber, tanto más redundará en bendición para nosotros mismos"[13] .

   ¡Y nosotros que creíamos que el "sagrado deber" de la Iglesia era "predicar a Jesucristo, y a éste, crucificado" como sintetiza San Pablo!.. "predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locura para los gentiles"[14].

   No es el espacio con el que contamos suficiente para exponer y refutar todo el pensamiento equívoco de Juan Paulo II que es el mismo del Vaticano II; pensamiento, que no teología, porque todo ello constituye una ofensa a la teología. Este estudio se está haciendo ya por parte de verdaderos teólogos. La reacción católica comenzó desde antes del Vaticano II cuando los herejes que des pués fueron peritos del concilio como Ives Congar, -el del "cristianismo anónimo"- al que en 1995 hizo carde nal Juan Paulo II, Kung y De Lubac propagaban sus herejías. Teilhard de Chardin no fue invitado porque ya había muerto, pero su espíritu con el de Maritain flotó sobre las aulas conciliares.

LA MENTIRA FUNDAMENTAL

   La bárbara teología que inspiró al Vaticano II y que reproduce, nada originalmente, Wojtyla, está siendo,-repetimos- desde hace mucho refutada por los católicos. Pero en lo que respecta a la herejía judaizante, es preciso poner como base a este comentario a la "oculta historia" de "Su Santidad"* la refutación de la falsedad en la cual Juan Paulo II en especial trata de fundamentar su afirmación de que somos "un único pueblo de Dios" judíos y cristianos. Es esto que dice que "somos hijos de Abraham judíos y cristianos"... "Llamados como hijos de Abraham conjuntamente a la obra de la paz... redundando ello en bendición para judíos y cristianos..." Esta noción de hermandad con el judaísmo la quieren hacer entrar por la fuerza en la mente de los católicos Wojtyla y su secta para inclinar las voluntades hacia el Judaísmo, sabiendo que la inmensa mayoría no es capaz, por falta de conocimientos profundos de la Biblia, de descubrir la GRAN MENTIRA en que se apoya la trama de la invasión de la Iglesia por los enemigos. Esta es, pues, la Mentira Fundamental. Pero he aquí que en este párrafo sobre la descendencia de Abraham, sin tener que entrar en comentarios ad irifinitum, se les puede hacer trizas el argumento, si los católicos aunque no sepan mucho de las Sagradas Escrituras en general, recurren simplemen te al Evangelio. La refutación de la pretendida y mentirosa hermandad por la raza de Abraham está hecha por el mismo Nuestro Señor Jesucristo, cuando los judíos que le rechazaban trataron de fundamentar su rechazo en aquello de que "ellos eran hijos de Abraham". Es bueno conocer todo este pasaje, y exponer el mentís de Dios a los Juanes y Paulos, a los autores del nuevo "Catecismo de la Iglesia Católica" (del que se puede extraer una clase completa o curso de Historia, Doctrina y Culto de Judaísmo), para hacer caer a los católicos, -¿en qué clase de somnolencia diabólica les han sumido?- Veamos:

   El Evangelio es de San Juan, Cap. VIII, 37 y sigo Dice:

   Cristo Nuestro Señor a los judíos que buscaban matarle porque no le reconocían como el Mesías:

   "Sé que sois linaje de Abraham, pero buscáis matarme, porque mi palabra no ha sido acogida por vosotros. Yo hablo lo que he visto en el Padre y también vosotros hacéis lo que habéis oído de vuestro padre. Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero ahora buscáis quitarme la vida, a un hombre que os ha hablado la verdad que oyó de Dios. Eso Abraham no lo hizo. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Dijéronle ellos: nosotros no somos nacidos de fornicación; tenemos por padre a Dios. Díjoles Jesús: Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais a mí, porque yo he salido de Dios; pues yo no he venido de mí mismo, antes es Él quien me ha enviado. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra. Vosotros tenéis por padre al demonio, y queréis hacer las obras de vuestro padre, homicida desde el principio... Porque os digo la verdad, no me creéis... ¿Por qué no me creéis? El que es de Dios oye las palabras de Dios. Por esto vosotros no me creéis, porque no sois de Dios".

   ¿Y la palabra de Dios no es válida para siempre? ¿No es válida antes y después del Vaticano II y para siempre? Dice claramente aquí Nuestro Señor Jescristo que "no es por la raza de Abraham por lo que se es hijo de Abraham, sino por el reconocimiento de Cristo como Dios". Aquí lo inaudito, lo nunca antes visto en veinte siglos, es que la Iglesia Católica, mejor dicho, en nombre de la Iglesia Católica, se afirme, para favorecer a los judíos, lo contrario de lo que Cristo enseñó respecto a los judíos que no creían en Él: "que no eran hijos de Abraham porque no le aceptaban". La descendencia de Abraham, es pues, espiritual, por la aceptación de Aquel por quien Abraham fue elegido como "padre de muchas generaciones". Si alguien desea investigar más, consulte a San Pablo. ¿No escribe el Apóstol divinamente inspirado? Dice sobre la descendencia de Abraham:

   "Voy a hablaros, hermanos, a lo humano. El testamento, con ser de hombre, nadie lo anula. Nadie le añade nada. Pues a Abraham y a su descendencia fueron hechas las promesas. No dice 'a sus descendencias' como de muchos, sino de UNA SOLA: y a tu descendencia, que es Cristo. Véase la Epístola a los Gálatas, 1, 13, 2, 16).

   El Jubileo en el Sinaí va a ser fiesta para los judíos, porque de muchos modos será negado Cristo por los católicos. El día de la Encarnación del Verbo fue el día del cual Cristo dijo:

   "ABRAHAM, VUESTRO PADRE, SE REGOCIJÓ PENSANDO EN VER MI DÍA, LO VIO y SE ALEGRÓ" (San Juan Cap. VIII, 56).

   ¡Católicos del mundo, no contendáis con Dios!.. La "iglesia" que irá a celebrar la Encarnación del Verbo al monte sagrado de los judíos, no es la Santa Iglesia de Jesucristo, y lo repetiremos hasta el cansancio. Es una nueva "iglesia" que ya no ofrece dudas por la franca exposición de sus doctrinas heréticas. Es una "iglesia" que ya no "enseña nada". Que reconoce la bondad de todas las religiones y su eficacia para salvarse... Que recurre a sofismas como los del "cristianismo anónimo" para fundamentar una extraña presencia inmanentista y esotérica de Dios y de Cristo en el cosmos y en todo hombre.. Y que particularmente, he ahí el meollo, el arribo, la que era la finalidad, trabajará junto con los judíos por el logro de la paz y la justicia en el mundo. No nos dejó Cristo la paz de los judíos. Nos dejó la Suya propia: "Mi paz os dejo, mi paz os doy, no la doy yo como la da el mundo". Ahora dice la nueva iglesia que se trata de conseguir con los pedazos de todas las creencias una paz igualitaria, una "civilización del amor", que en vista de la suprema libertad de conciencia, no está siendo sino la civilización del amor... propio".

LA IGLESIA CATÓLICA EN EL
BANQUILLO DE LOS ACUSADOS
**

    Y he ahí el que es, después del juicio y muerte de Cristo, el espectáculo más grande del mundo. La Iglesia Católica (lo que se hace parecer como ella) voluntaria mente sentada en el banquillo de los acusados, para ser juzgada por los judíos en particular.

   Ellos son los más favorecidos y por ello son los que están más alegres. Los testimonios son muchos. He aquí un ejemplo; dice el periódico oficial del estado de Israel, Jerusalem Post a propósito de la Declaración Conciliar Nostra Aetate:

   "En esa declaración por lo que se refiere a los judíos, LO MÁS FASCINANTE HA SIDO EL ESPECTÁCULO DE LA IGLESIA CATÓLICA QUE VOLUNTARIAMENTE SE HA SENTADO EN EL BANCO DE LOS ACUSADOS". Y cita mos aquí la fuente: The Jerusalem Post, del 17 de octu bre de 1965, mientras se desarrollaba el Vaticano II. De la intervención de los judíos en él se han escrito libros aparte.

   El movimiento de la Iglesia pidiendo perdón comenzó a raíz del Concilio -o mejor dicho dentro de él-. Después se han sucedido los documentos, las reuniones, donde la Iglesia se ha manifestado culpable de las divisiones heréticas, del antisemitismo en particular. No se podía llegar al Jubileo Dos Mil sin que la Iglesia estuviera "Pu rificada". En el semanario L'Osservatore Romano, del Vaticano, que es el curso semanal que recibe la jerar quía de todo el mundo sobre lo que hay que decir y ha cer, se prescribe constantemente la labor de "reconcilia ción". No se dice que regresen los protestantes ni que se conviertan los judíos y paganos. Se trata de "Ofrecer y  pedir perdón", se dice, pero en realidad se trata de que la Iglesia pida perdón. Ella es la Gran Culpable, de las divisiones; dice Juan Paulo II: "¿No será que las divisio nes hayan sido también una vía que ha conducido y conduce a la Iglesia a descubrir las múltiples riquezas contenidas en el Evangelio... ?" Esto lo dice a su entre vistador en la obra "Cruzando el Umbral de la Esperan za", pág. 159 ¡La Iglesia anda pues en búsqueda de las riquezas de la herejía!... y además ya no tiene porqué combatirla, pues ella también anda "en búsqueda" como veremos después que dijo Wojtyla en plena sesión del Vaticano II. Por eso precisamente lo eligieron para "Pon tífice". Porque sostiene que "La Iglesia Católica se alegra cuando otras comunidades cristianas anuncian con ella el Evangelio". (Cruzando el Umbral pág. 147).

   Esta "iglesia" alegre tiene, pues, que reconocer las bondades de la herejía y además pedir perdón a los he rejes. Así la gran obra de la reconciliación de la Iglesia perdonada ya comenzó, y culminará según lo dice L'Osservatore Romano del 20 de diciembre de 1996, en una gran reunión primero en la ciudad de Graz, y des pués en el mes de enero de 1997, en una gran Jomada Mundial por la Paz, a la que asistirán todos .los creyen tes en cualquier cosa, para pasar en fila delante de la Iglesia falsamente representada a insultarla como "rei na de burlas" como insultaron los judíos a Nuestro Se ñor en su Pasión. Las exaltaciones de la reconciliación y la instancia a seguir el programa están contenidas sobre todo en el ejemplar de L'Osservatore del 20 de diciembre de 1996. En octubre se había realizado organizada por la comunidad de San Egidio, -léase por Juan Paulo II-, el "X Encuentro de Hombres y Religiones" para empezar los acercamientos. El cerco de los enemigos de la Iglesia felices de la claudicación -que parece- de la Iglesia.

   Y ni siquiera el clero de formación antigua se da cuenta de la GRAN TRAICIÓN A JESUCRISTO a la que está sirviendo? ¿Por qué está de rodillas ante el que le guía -a sabiendas él y a sabiendas ellos- a su propia perdición y la de los pobres engañados que les siguen?..

   ¡Ah!, pero dijimos "de rodillas" y dijimos mal. Y no podemos menos de escribir lo que se nos viene a la me moria al respecto. En la nueva "iglesia" aunque todos estén sumisos al demonio, sabiéndolo o no, -como dice Karol Wojtyla de su "cristtianismo anónimo"-, ya nadie se arrodilla ante Dios. Se comulga de pie. Esto de no arrodillarse los fieles, lo prescribieron los masones, y he aquí la prueba:

   Dice Valentí Camp en su obra "Las Sectas y las Sociedades Secretas" (y él es un historiador profano, no eclesiástico) sobre esta cuestión:

   "Weishaupt (masón revolucionario seguidor de la "trilogía sagrada" Libertad, Igualdad, Fratemidad, que tanto predica Juan Paulo II, -lo puesto entre paréntesis es nuestro) consideró los sistemas teológico y sacerdo tal como los peores enemigos del hombre, y en las ins trucciones a sus discípulos insistió sobre todo en que aquellos debían de ser combatidos por realizar los ma yores daños a la sociedad. Sostenía que los hombres serían esclavos mientras siguieran arrodillándose"... «y así no se inculcase al pueblo la idea de la dignidad»...[15] ¿qué aires no nos trae esto de Dignitates Humanae del Vaticano II? Pues bien, ahora en el NUEVO ORDO donde se contienen las nuevas normas de la nueva misa, -perdón, hay que decir "cena o celebración"-, que suplanta a la Santa Misa codificada dogmáticaente en el Concilio de Trento, se lee sobre la postura ideal para los fieles durante el rito:

   "De pie... Es la actitud del hombre libre delante del monarca, en contraposición a la postura del esclavo, que era de rodillas..."[16].

   Parece no ser casual la semejanza, como no lo son muchas otras cuestiones, "perlas preciosas" del judaísmo y la masonería, esparcidas en el nuevo ritual... y cada día aumentan. Como ovejas llevadas sin saberlo al  matadero, los pobres católicos están siguiendo las órde nes de rezar en la misma actitud de los judíos, celebrar la pascua judía, entonar cánticos judíos, etc..Y el tema merecería un libro aparte.

   En esta iglesia de la "libertad de conciencia" no es verdad que se piense libremente. No existen los "librepensadores". La razón siempre exige una determi nación, -y sin saberlo o no, pensadores anónimos- el hombre siempre actúa movido por una razón que obe dece a una cierta filosofía. y esto lo dice nada menos que el primer Obispo de Roma y Primer Papa, San Pe dro, quien a través de dos únicas cartas deja claras cues tiones válidas -reveladas- para todos los siglos. Dice: dde los que siguen a quienes apartándose de la verdad atraen a otros en nombre de la "libertad": "Prometen la libertad, cuando ellos son esclavos del error, PUESTO QUE CADA UNO ES ESCLAVO DEL QUE TRIUNFÓ DE ÉL- (Ep. 11. 18). He aquí que en la nueva "iglesia" todos son esclavos de la masonería y del judaísmo.

Contenido del Sitio


NOTAS
  •  * Comentario a la obra "Su Santidad"  (Juan Pablo II y la Historia Oculta de Nuestro Tiempo) de Carl Bernstein y Marco Politi ver (40). de B. Kostas, Editorial Véritas, Santa Fe de Bogotá, Colombia, pags. 47-49.

  • **  Escrito antes de la publicación de "Memoria y Reconciliación" - Para ver el texto original de "Memoria y Reconciliación", Las culpas de la Iglesia Católica, ir al Sitio del Vaticano:  http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_con_cfaith_doc_20000307_memory-reconc-itc_sp.html

  • [1] Su Santidad (Juan Paulo II y la Historia Oculta de Nuestro Tiempo) Carl Bernstein y Marco Politi. Editorial Norma, S.A. Bogotá, Colombia, 1990.

  • [2] Signo de Contradicción. Karol Wojtyla (Meditaciones) segunda edición en español, Biblioteca de Autores

  • [3] Cruzando el Umbral de la Esperanza. Vittorio Messori, Plaza Janes Editores de Barcelona, 1994.

  • [4] Signo de Contradicción. Pag. 113.

  • [5] Ibid., pág. 120.

  • [6] Cruzando el Umbral... Pág. 112.

  • [7] Las Grandes Herejías. Hillaire Belloc. Colección Piragua, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Págs. 23 a 27.

  • [8] Cruzando el Umbral... Pág. 128.

  • [9] L'Osservatore Romano, del 17 de noviembre de 1980. (visita pastoral de Juan Pablo II a Maguncia, Alemania, discurso a la comunidad judía.

  • [10] L'Osservatore Romano, del 16 de agosto de 1970. (Discurso sobre el conflicto del Medio Oriente)

  • [11] Concilio Vaticano II (Documentos Completos). 1966. Cita de la Declaración Nostra Aetate, pág. 295.

  • [12] Los Grandes Iniciados. - Eduardo Shure, Editorial Olimpo, Buenos Aires, Pág. 3.

  • [13] L'Osservatore Romano. Mismo discurso en Maguncia, citado en Nº (1).

  • [14] Epístola de San Pablo a los Corintios. 1ª., Cap. 1, 23.

  • [15] Las Sectas y las Sociedades Secretas a través de la Historia. Santiago Valentí Camp. Tomo II. Pág. 657.

  • [16] Nuevas Normas de la Misa. (Ordenación General del Misal Romano) segunda edición, Biblioteca de Autores Cristianos, 1969, pág. 99.