La Misa Católica,
impuesta para siempre por el Papa San Pío V en 1570, en latín y para
toda la Iglesia, tiene las siguientes características:
- Se dice en latín.
- El sacerdote está de espalda al pueblo y de cara a
Dios.
- Tiene altar (no mesa).
- El sacerdote, al consagrar el vino, dice las
palabras de Cristo que Su Sangre iba a ser derramada "por muchos".
- Después de consagrar la hostia, los dedos índice y
pulgar del sacerdote no vuelven a tocar otra cosa sino hasta después de la
ablución final.
- La comunión se da a los fieles, éstos hincados de
rodillas y detrás del comulgatorio.
- La hostia consagrada la pone el sacerdote en la boca
del comulgante (jamás en la mano).
- La misa termina con el principio del Evangelio de
San Juan.
- Después de la misa, se reza el
"Dios te salve" y la oración a San Miguel Arcángel.
- Las mujeres se tapan la cabeza y jamás intervienen
en la liturgia.
- En la misa católica sí hay Transubstanciación (la
conversión real y física del pan en el Cuerpo de Cristo y del vino en Su
Sangre, todo ello substancialmente).
- La misa católica es prenda de salvación ("El
que come mi carne y bebe mi sangre tendrá la vida eterna").
- La misa católica es el tesoro más grande que tiene
no sólo la Iglesia, sino también la Humanidad, porque ella y sólo ella
detiene la ira de Dios Padre Todopoderoso.
- Un mundo sin misa católica ya no tiene razón de
ser.
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La Misa Protestante,
impuesta por el Paulo VI en 1969, en el idioma de cada
pueblo, tiene las siguientes características:
- Se dice en "lengua vernácula",
es decir en el idioma de cada país.
- El sacerdote está de espaldas a Dios y
de cara al pueblo.
- Tiene mesa (no altar).
- El oficiante, al no consagrar el vino dice
unas palabras que Cristo jamás dijo, es decir, que Su Sangre iba a ser
derramada "por todos los hombres".
- Después de no consagrar la hostia, los dedos índice
y pulgar del oficiante tocan todo junto con los demás dedos de
la mano antes de la ablución final.
- La comunión se da a los fieles de pie, haciendo fila india sin comulgatorio (como esperando turno en una
panadería).
- La hostia no consagrada la pone el
oficiante aún en las manos sucias de los comulgantes (lo cual no importa
porque de todos modos Cristo no está ahí).
- Al terminar la falsa misa no se da lectura al inicio
del Evangelio de San Juan.
- Después de la pseudomisa todo mundo se va corriendo
como loco a su casa sin haber rezado el "Dios te salve" y mucho
menos la oración a San Miguel Arcángel, el Santo Patrono.
- Las mujeres no se tapan nada, y son invitadas a participar en la liturgia con todo y minifalda, y
aún, todas pintarrajeadas, distribuir la hostia no consagrada a manos
llenas a los asistentes.
- En esa "misa" no hay
Transubstanciación.
- Esa pseudo-misa, es prenda de
condenación por falsa, mentirosa, y engañosa, como quien la inspiró, el padre de
mentiras, Satanás.
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