COMPLOT CONTRA LA IGLESIA*

Maurice Pinay

PRÓLOGO A LA EDICIÓN VENEZOLANA

UN LIBRO SENSACIONAL

“COMPLOT CONTRA LA IGLESIA”

   Los hechos confirman que no es exagerado el término de sensacional aplicado al libro “Complot contra la Iglesia”. A raíz de la primera edición italiana, repartida en el otoño de 1962 entre los padres del Concilio Vaticano II, la prensa de diversos países del mundo empezó a hacer comentarios sobre esta obra cuya lectura es de capital importancia, no sólo para los católicos, sino también para todos los hombres libres. 

   Puede asegurarse, sin temor a exageración, que ningún libro en el presente siglo ha sido objeto de tantos comentarios en la prensa mundial; virulentamente desfavorables, los de los periódicos comunistas y todos aquellos controlados por masonería y judaísmo; y favorables en extremo, los de algunos periódicos católicos, independientes de esas fuerzas oscuras y que además han tenido el valor y la posibilidad de expresar con libertad sus puntos de vista. Todavía un año después de repartida en el santo Concilio la primera edición italiana, la prensa de diversos países sigue ocupándose del extraordinario libro, cosa verdaderamente inusitada en cuestiones editoriales. 

   Para que los lectores puedan darse cuenta de la importancia de esta obra, transcribiremos interesantes párrafos de lo que el corresponsal de Roma del periódico portugués “Agora” de Lisboa, del 1º de marzo de 1963, página 7, dice a sus lectores: 

   “Roma. Febrero de 1963. 

   Vamos a referirnos a una publicación que salió hace tiempo en Roma. Además de la información, pudimos conseguir un ejemplar de este libro que se convirtió en un par de meses en una rareza bibliográfica...El libro fue impreso en una tipografía romana, pero cuando las actuales autoridades demócrata-cristianas de Italia, favorables al marxismo, se dieron cuenta de su publicación, los ejemplares del grueso volumen de 617 páginas ya habían sido repartidos –entre los padres del Concilio Ecuménico-, provocando alarma en el gobierno del Vaticano, alarma en el mundo diplomático y en los partidos de izquierda. Durante varios días la imprenta recibió la visita de altísimas autoridades policíacas, que sólo obtuvieron la declaración de que se les había encargado imprimir la obra y que el precio de la edición había sido totalmente pagado. La prensa de las izquierdas le lanzó ataques furibundos... 

   La excepcional importancia del libro reside principalmente en un elemento fundamental y es que, ya sea uno o ya sean muchos sus autores (es más fundada la segunda hipótesis), se deja adivinar por cualquier persona de elemental cultura que la compilación fue hecha por clérigos. Naturalmente que con respecto a este asunto aparecen las más variadas versiones. Hay quienes afirman que fueron prelados italianos en colaboración con elementos del catolicismo inglés; otros hablan de un grupo de sacerdotes incluyendo algunos obispos, de un país de América meridional no bien identificado...Esta obra, por la enorme seriedad de su minuciosa, escrupulosa y erudita documentación, no es uno más de esos productos del antisemitismo basados en los “Protocolos de los Sabios de Sión”* [que para nada son utilizados en la misma.] Finalmente, en las páginas, en los argumentos, y en el propio estilo del libro, se advierte inconfundible, la presencia de clérigos católicos, en militancia contra la eterna herejía, que ha tendido siempre a subvertir las bases religiosas, éticas e históricas del cristianismo, sirviéndose sucesivamente de Simón el Mago, de Arrio, de Nestorio, de los albigenses y actualmente de los izquierdistas del Concilio Ecuménico”. Hasta aquí las citas del interesante comentario hecho sobre “Complot contra la Iglesia” por el periódico portugués “Agora”. 

   Sin embargo, la versión que más se ha impuesto, tanto en Roma como en la prensa mundial, es que el sensacional libro fue elaborado, ni más ni menos que por elementos destacados de la Curia romana que, como es sabido, es el gobierno supremo de la Iglesia, auxiliar de S.S. el Papa en sus máximas funciones. Se ha venido repitiendo que la obra “Complot contra la Iglesia” es uno de los mayores esfuerzos hechos por la Curia romana para hacer fracasar las reformas que intenta realizar el ala izquierda del clero católico; reformas, que de verificarse, subvertirán por completo las bases sobre las que descansa la Santa Iglesia. Hay periódicos que a este respecto han sido todavía más explícitos, y que afirman que fue el llamado “sindicato de cardenales” quien elaboró el libro. Es preciso explicar que los masones, los comunistas y sus cómplices han dado en llamar “sindicato de cardenales” al grupo heroico de cardenales de la Curia romana que están luchando en el Concilio Vaticano II por impedir que un grupo de clérigos, que en forma extraña se encuentra al servicio de la masonería y del comunismo, impongan en el Sínodo universal toda una serie de tesis subversivas y algunas hasta heréticas, destinadas a causar la ruina de la Iglesia, cosa que no llegará a consumarse, porque escrito está “que las fuerzas del infierno no prevalecerán contra Ella”, aunque también profetizado está, en el Apocalipsis de San Juan, que tales fuerzas infernales lograrán vistosos triunfos temporales después de los cuales serán vencidas y aniquiladas. 

   Para no alargar demasiado este prólogo, sólo transcribiremos a continuación lo que dice al respecto un importante periódico de la América Latina de tendencias masónicas y comunistas. Nos referimos al semanario “Tiempo”, publicado en la ciudad de México por el señor Martín Luis Guzmán, distinguido jerarca de la masonería, y que en el número 1.119, volumen XLIII, página 60, del 14 de octubre de 1963, dice refiriéndose a los obispos llamados progresistas: “La rebelión de los obispos fue considerada por Ottaviani y demás cardenales del “sindicato” como un principio de herejía. Hasta se habló en “L´Osservatore Romano” de la posibilidad de que el Concilio depusiera al Papa si lo consideraba hereje. El “sindicato” editó por entonces, octubre de 1962, un libelo titulado “Complotto Contro la Chiesa” y con el seudónimo de Maurice Pinay”. Hasta aquí el comentario del periódico antes mencionado. 

   Lo que le da a este libro un definitivo valor probatorio es que se trata de una magnífica e importante compilación de documentos y fuentes de indiscutible importancia y autenticidad que demuestran, sin lugar a dudas la existencia de una gran conspiración que contra la Santa Iglesia Católica y contra el mundo libre han tramado sus tradicionales enemigos, quienes pretenden convertir el catolicismo en un instrumento ciego al servicio del comunismo, de la masonería y del judaísmo, para así debilitar a la humanidad libre y facilitar su hundimiento, y, con ello, la victoria definitiva del comunismo ateo. Los instrumentos más útiles en tal conspiración son los clérigos católicos que traicionan a la Santa Iglesia e intentan destruir a sus más leales defensores, al mismo tiempo que ayudan en todo lo que pueden a comunistas, masones y judíos en sus actividades subversivas. Con la presente edición pretendemos dar la voz de alerta no solamente a los católicos, sino a todos los anticomunistas de Venezuela y de la América Latina, para que se den cuenta de los graves peligros que amenazan actualmente no sólo a la Iglesia Católica, sino a la Cristiandad y al mundo libre en general, y para que se apresten a brindar todo su apoyo al grupo benemérito de cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes que están luchando en el Concilio y en sus respectivos países contra los enemigos externos e internos, tanto de la Santa Iglesia como del mundo libre, que con perseverancia satánica intentan destruir las más sagradas tradiciones del catolicismo y hundirnos a nosotros y a nuestros hijos en la espantosa esclavitud comunista. 

   Caracas, Venezuela, 15 de diciembre de 1963.  

                                                                                 EL EDITOR

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