EL EXORCISMO CONTRA SATANÁS
Y LOS ÁNGELES REBELDES
Publicado por orden de Su Santidad León XIII:

   A LA IZQUIERDA, LA PRIMERA HOJA DE LA EDICIÓN FRANCESA DE 1903, UNA DE LAS ÚLTIMAS PUBLICADAS ÍNTEGRAMENTE, DE LA QUE HEMOS TRADUCIDO EL TEXTO QUE PUBLICAMOS.

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   Esta oración, compuesta por el Papa León XIII según el formulario de los exorcismos del Ritual Romano, debería ser recitada frecuentemente por todos, tanto en público como en privado, para poner en fuga a los demonios, disminuir su acción perversa sobre los pecadores, preservar a la Iglesia  la Patria y la Familia de grandes males.

   Esta muy meritoria oración, enriquecida con una indulgencia plenaria aplicable cada vez a los vivos y a los difuntos ejerce particularmente su influencia liberadora sobre las personas y los lugares maleficiados por sortilegios ocultos, amenazas enemigas y todo lo que puede perturbar gravemente la concordia y la paz cristiana, sobre todo cuando importa triunfar sobre peligrosas tentaciones contra la fe o costumbres, sobre el endurecimiento de ciertos pecadores, sobre crisis de desesperanza en las adversidades, sobre asaltos diabólicos en el momento de la agonía y en general, sobre todas las calamidades públicas o privadas. Es por esto que está recomendado particularmente recitarlo en público en el curso de peregrinaciones.

   No se exige ninguna autorización eclesiástica especial ni ayunos previos, pero se recomienda, en tanto sea posible, confesar y comulgar y hacer alguna penitencia o limosna preparatorias, a fin de obtener de él una completa eficacia.

   En familia, así como en los oratorios privados, en ausencia de un sacerdote, pueden recitar esta oración en nombre de los fieles cristianos, un clérigo exorcista, un miembro de orden religiosa, y aún un simple laico, hombre o mujer.

   En la resitación pública, los laicos omitirán decir las invocaciones litúrgicas reservadas al sacerdote. (Indicadas en el texto)

  Al final del Exorcismo, se asperge agua bendita sobre el lugar y las personas presentes. El sacerdote puede dar la bendición solemne con la Cruz o el Santísimo Sacramento.

   La promulgación del Exorcismo por León XIII, constituye un Hecho Eclesial (un Hecho Eclesial es, por definición, un suceso que se produce en la Iglesia y que sólo puede estar referido a toda la Iglesia tomada en conjunto).

   A los fieles de 1900 este exorcismo pudo parecerles de un pesimismo entenebrecido del Sumo Pontífice, pero sabemos que León XIII fue divinamente inspirado. Tanto este exorcismo como la Oración a San Miguel Arcángel, que ordenó que se rezara al final de todas las Misas, los escribió él mismo, como podemos ver por el relato que nos hace el padre Domenico Pechenino. (En este mismo sitio: VISIÓN DE LEÓN XIII

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