ROMA, martes, 21 junio 2005 (ZENIT.org).-El
conflicto palestino-israelí, el papel de Pío XII durante la persecución de
los judíos y el resurgimiento del antisemitismo son tres de los temas que
afronta el libro «La Cruz y la Sinagoga» («La Croce e la Sinagoga. Ebrei e
cristiani a confronto») con entrevistas a personajes de las dos religiones
presentado este lunes en la Sala de Prensa Extranjera de Roma.
El autor del libro es Giovan Battista Brunori, vaticanista del
telediario del segundo canal de la televisión pública italiana, RAI2, que
compartió la mesa de presentación con el obispo Rino Fisichella, rector de la
Universidad Pontificia de Letrán; Benedetto Carucci Viterbi, rabino de la
Comunidad Judía de Roma; Mauro Mazza, director del TG2 de la RAI; David
Meghnagi, profesor de la Universidad Roma 3; y Lisa Palmieri, corresponsal en
Roma del periódico «Jerusalem Post».
Entre el público estaba Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad
de San Egidio y varias religiosas de Nuestra Señora de Sión, con el carisma
específico del diálogo judío-cristiano.
Monseñor Fisichella intervino en la presentación diciendo que se
tiene que evitar que el diálogo se convierte en un asunto de élites y alabó
el modelo multicultural de Estados Unidos: «acabo de regresar de los Estados
Unidos y me gusta esa capacidad que tienen de convivir sin problemas: es una
sociedad multiétnica capaz de asimilar las diferencias con respeto».
El teólogo Fisichella definió el diálogo judeocristiano como «irreversible,
en el que sólo podemos dar pasos adelante».
El rabino Benedetto Carucci Viterbi, de la Comunidad Judía de
Roma, sugirió que católicos y judíos dediquen tiempo a actuar conjuntamente
en aspectos que puedan ser positivos para la sociedad. «El diálogo debe pasar
a colaboraciones concretas», alentó.
En el libro, por parte católica han intervenido Javier Echevarría,
prelado del Opus Dei; el cardenal argentino Jorge María Mejía, organizador de
la visita de Juan Pablo II a la sinagoga de Roma.
Otros de los autores son Ambrogio Spreafico, rector de la
Universidad Pontificia Urbaniana y miembro de la Comunidad de San Egidio; Chiara
Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares; Joseph Sievers, director del
Centro Cardenal Bea de la Universidad Pontificia Gregoriana y sor Ada Janes, de
la Congregación de Nuestra Señora de Sión.
Por parte judía el autor ha pedido su opinión a Amos Luzzatto,
presidente de la Unión de las Comunidades Judías Italianas; David Maghnagi,
psicoanalista y profesor de psicología de la religión; Giuseppe Laras, durante
veinte años rabino jefe en Milán; rabino David Rosen, director del Instituto
Heilbrunn; rabino jefe de Roma, Riccardo di Segni; rabino Jack Bemporad,
director del Centro para la Comprensión Interreligiosa en New Jersey; y Elio
Toaff, durante medio siglo rabino jefe de Roma.
El libro, editado por Franco Angeli, termina con un apéndice en el
que se publica el prefacio del cardenal Joseph Ratzinger al documento «El
pueblo judío y sus Sagradas Escrituras en la Biblia cristiana», publicado en
2001 por la Comisión Pontificia Bíblica.
|