Hacia fines del año 1987, los argentinos pudimos comprobar con estupor hasta dónde
llegaba el descaro de esta logia internacional judeomasonica, a través de unos
afiches que hizo pegotear impunemente por la ciudad, repudiando algunas verdades
antisemitas que se realizaron en nuestro país. Poco tiempo después, el mas
alto jerarca de las secta visitaba, como es de rigor, nuestro país y se
entrevistaba con el Virrey Alfonsin, sucesor Videla
en el Virreinato del Río de la Plata, en fraternales encuentros. Quedaba
ratificaba una vez más la actual política de sometimiento al judaísmo mundial
y la invasión que produce en la argentina. Pocos años después haría lo mismo
en Virrey Menem, con la salvedad de
que, por primera vez en toda la historia de la B’Nei B’rith, celebró su
Congreso Anual fuera de Washington, eligiendo para ello a Buenos Aires y el
Virrey figuró entre los oradores en la apertura de las sesiones de la Logia.
New York, 1° de octubre de 1843. En el café Sinsberner, once judíos emigrados de Alemania, tienen una
misteriosa reunión. Se trata de crear una obediencia masónica reservada
exclusivamente a los judíos.
La concepción no deja de ser curiosa. en efecto, la francmasonería se proclama
por encima de todas las religiones y de todas las razas; por lo tanto no parece
pues imposible que los judíos puedan iniciarse en alguna de las logias masónicas
existentes. Parece, sin embargo, que en este ambiente del siglo XIX no estaba
ausente cierto racismo en la sociedad protestante norteamericana. Un poco por
todos lados se hallan inscripciones discriminatorias indicando: "solo se
admiten cristianos" o "la clientela judía en indeseable". La
cuestión es que los once judíos del Cafe
Sinsberner deseaban una obediencia masónica reservada a los judíos únicamente.
Sin duda habían medido el interés que podía haber en contar con una sociedad
secreta a su disposición exclusiva. Además, deben buscar un nombre. Al
principio el grupo era llamado Bruder
Bundes (Union fraternal), pero pronto encontraran uno mejor: será el de B'nai
B'rith.
Es interesante saber como se llega a él. B'nai
viene de la raíz hebraica Ben que
significa "hijo", pero que puede significar también "príncipe,
habitante, comunidad, discípulo". En cuanto a B'rith,
que originalmente tenía el sentido de trozo de animal en los sacrificios
rituales, derivó luego en el de "tratado, alianza, promesa". La
expresión completa significa por lo tanto: los
hijos de la alianza, los príncipes
de la promesa, los hijos de la Unión.
A menudo se encuentra la deformación yiddish en “Bne Briss” usada en Alemania. Los judíos sefaradíes, en
tanto, pronuncian Beni Berith.
He aquí a los once fundadores provistos de un nombre. Es indispensable suponer
que ya eran masones, afiliados a las logias norteamericanas puestos que
eligieron un ritual que es una mezcla del rito de York
y del rito norteamericano del Old Fellows
(el que volvió locos a nuestros próceres). Su primera logia llevara el
nombre de New-York Lodge, cuyo primer presidente será Julius Bien aunque el fundador de la obediencia fuera el hermano Henry
Jones. Los B'nai B'rith de 1843 parecen ser judíos venidos exclusivamente de
Alemania y sus escritos se hacían en alemán.
El éxito es veloz en esta comunidad cerrada donde las noticias corren. Un año
después de su fundación la orden están en condiciones de abrir una nueva
logia en New York y una tercera en Baltimore. Pero el B'nai
B'rith tenia una vocación internacional. Necesitaba responder a las
requerimiento del pueblo judío disperso. Ya en 1849, en Cincinnati, una logia
actuará en inglés. En 1850 existen 20 logias B'nai
B'rith en los Estados Unidos las cuales reúnen 2218 miembros en total.
Comienza a aparecer entonces el verdadero carácter de esta masonería; el de
ocuparse de las comunidades judías en el mundo entero y, antes que nada en
Europa.
En 1851 se la ve intervenir frente a las autoridades norteamericanas para
protestar contra un tratado firmado entre los EE.UU. y Suiza, porque ciertos
cantones de la Confederación Helvética
imponían restricciones a los derechos de los judíos. La B'nai
B'rith ya era suficientemente poderosa como para obtener un triunfo. En 1857
el tratado fue modificado. De allí en más su poder internacional no habría de
ceder más sino incrementarse. El B'nai
B'rith hoy día es miembro consultor del Consejo de Europa, de las Naciones
Unidas, de la Unesco, y de la OEA.
En europa, el B'nai B'rith hacia
1882, después de haberse propagado por toda Alemania (lo que se explica por el
origen de sus fundadores) se había difundido en Europa central y oriental:
Bucarest, Praga, Constantinopla, Viena, Cracovia. En 1905, ya se encuentran
logias en Basilea, y en Zurich, en 1912 en Copehague y en 1923 en La Haya y
Amsterdam. Estos nombres indican por sí solos que los B'nai
B'rith primero se desarrollaron en países de fuerte población judía. Pero
será en los Estados Unidos sin embargo donde su poder se afirmará muy rápidamente.
En 1913 se los ve fundar la Anti-Defamation
League, liga contra el antisemitismo, a imitación de las organizaciones
francesas similares LICRE y MRAP.
En Francia la logia madre France 1151 es creada en
París en 1932. En los años siguientes a la "liberation" tendrá por
dirigente a Pierre-Jean Bloch y es a
través de la personalidad de este ultimo que uno puede darse cuenta del poder
oculto de esta masonería judaica. Pierre-Jean
Bloch ocupa, en Londres, una posición de capital importancia en el entorno
del Gral. de Gaulle: es agregado al
gabinete particular del jefe de la "Francia
libre". Allí se ocupa en especial de los servicios políticos:
depuración, lucha contra los petainistas, servicios secretos gaullistas. En
Argelia ocupa el cargo de delegado general del interior. De Gaulle a su regreso a Francia le encarga la liquidación de los
bienes de las prensa interdicta. Finalmente, nos dice Coston, "funda y dirige una agencia de publicidad encargada de
la distribución del presupuesto de Israel".
Los B'nai B'rith durante el siglo XX
han jugado, especialmente en los Estados Unidos, un rol político importante.
Uno de ellos, Samuel Rosenman, será,
a la vez, presidente de los B'nai B'rith del Estado de New York, y consejero intimo de Rooselvet
al cual, se dice, le preparaba a menudo documentos y discursos. Y continuó
desempeñando el mismo papel con Truman.
¿CUÁL ES EL OBJETIVO
DE LA ORDEN?
La Guide juif de France lo resume así:
unir los judíos "por sus más altos intereses y los de la humanidad"
y más precisamente, "defender el patrimonio religioso y espiritual por una
acción educativa y cultural coherente, especialmente entre los jóvenes y en
consecuencia, reaccionar cuando así convenga contra
las tendencias asimiladoras". Lo cual es perfectamente loable desde el
punto de vista judío.
"Mientras preparamos nuestro
reinado, crearemos y aumentaremos las logias masónicas en todos los países del
mundo. Reclutaremos para estas a quienes nos sirvan o puedan sernos útiles como
agentes. Estas logias nos abastecerán de información y colaborarán con
nosotros cuando sea preciso influir dinámicamente sobre la sociedad."
EL
PROTOCOLO XV
La logia France 1151 había sido
fundada por un abogado ruso, Henri
Sliosberg, nacido en Mir y que fuera diputado a la Duma, refugiándose luego
en Francia cuando Kerensky hubo
finalmente, por su política liberal, dejado la puerta abierta para que los
bolcheviques se quedaran con el poder. Iniciado en la masonería rusa inmigrada
a Francia en 1921, fue luego fundador de las logias Astree
Hermes, Gamoione y Lotus
del rito escocés. La logia France 1151
se instaló en París en la calle Rembrand 6.
Rápidamente se difundió al punto que las nuevas logias debieron reunirse en
una Unión de las asociaciones francesas B'nai
B'rith. Destaquemos entre ellas una logia Zadoc
Kahn fundada en 1963. Se conocen logias provinciales de Belfort, Clermont-Ferrand,
Colmar, Grenoble, Lille, Lyon, Marsella, Metz, Mulhouse, Nancy, Niza,
Estrasburgo, Troyes y Villeurbaine. Los B'nai
B'rith tienen más de 500.000 iniciados, repartidos en una cincuentena de países.
El presupuesto anual de la orden fue estimado en 1976 en unos 20 millones de dólares.
Nos queda ver, mientras tanto, cuales son los lazos existentes entre esta
masonería y la masonería ordinaria. El gran historiador Bernard
Lazare en su libro: “L'antisemitisme”, asegura que en la cuna misma de
la masonería ya hubo judíos (posiblemente lo haya considerado ya en la etapa
de infiltración), que se los vuelve a encontrar en el siglo XVIII en torno a Weishaupt
y Martinez de Pasqualis, un judío de
origen portugués, que organizó numerosas sociedades secretas en Francia. Para Bernard
Lazare, la masonería mesiánica representa los dos costados del espíritu
judío: el racionalismo práctico y el monoteísmo. Así pues se congratulaba de
que los enciclopedistas y los jacobinos, a pesar de su oposición, llegaran al
mismo resultado, esto es; al debilitamiento del cristianismo.
La revista masónica Le Symbolisme en
1962 escribe que el primer rol de los franc-masones "será el glorificar la
raza judía que guarda inalterable el deposito divino de la ciencia. Por eso es
que se apoyaran en ella para borrar las fronteras".
Es conocida, igualmente, una curiosa declaración del rabino Magnin,
aparecida en B'nai B'rith Magazine,
Vol. XXIII p. 8: "Los B'nai B'rith son un mal necesario. En todos lados
donde la masonería puede confesar sin peligro que es judía por naturaleza,
como por su fin, las logias ordinarias bastan para esa tarea".
Esta identificación de las finalidades judeomasónicas no es reciente. Hace más
de un siglo la Varieé israelité en
1831 declararía: "el espíritu de la masonería actual es el espíritu del
judaísmo en sus creencias fundamentales; sus ideas, su lenguaje, casi en su
organización. El advenimiento de tiempos mesiánicos verá el coronamiento de
esta maravillosa casa de oración de todos los pueblos de los que Jerusalén será
el centro y el símbolo triunfante".
Se trata de una idea que se volverá a encontrar sin duda en la gran reunión de
las religiones en Asis, donde se las podrá meditar en las siguientes palabras
de Les juifs d'aujourd'hui; Israel
cumple inexorablemente "su misión histórica de redención de la libertad
de los pueblos, el Mesías colectivo de los derechos del hombre". Estas
formulas y estas ideas, tradicionales en el judaísmo, recuerdan recientes
consignas romanas invitando a los católicos a "preparar el mundo para la
venida del Mesías obrando conjuntamente con los judíos por la justicia
social".
Lamentablemente, el mesianismo se ha apoderado de nuestra doctrina primordial y
la usa hoy para su beneficio de dominio mundial. Por eso se debe tomar
conciencia de esta amenaza. |