Quinta Los
Colorados del Monte, julio de 2006.
A don Mariano
Grondona
Estimado don
Mariano:
En el programa del día de ayer pude ver y escuchar la entrevista
que le hiciera al periodista Cao, cubano radicado en Miami. Por
él, y no por el periodismo argentino, me vengo a enterar que lo
que pesa sobre Cuba no es un bloqueo sino un embargo
económico. Que son cosas bien diferentes. Porque bloqueo es
el que hizo EE. UU. y su socio, Inglaterra, a España después de la
derrota de los bolcheviques que desató una hambruna bestial; o a
la Italia de Benito Mussolini que desencadenó la guerra. Y más
recientemente a Sudáfrica que terminó en Menguele.
No. Lo de Cuba es un embargo por ser un deudor moroso
consuetudinario que no ha mostrado en cuarenta y pico de años
ninguna voluntad de pago. Y no por una deuda externa fraudulenta y
canalla como la nuestra, sino por bienes materiales expropiados a
ciudadanos norteamericanos que habían invertido y trabajaban al
amparo de la ley cubana cuando se apoderó del gobierno Fidel
Castro y su banda.
Y lo que me extrañó sobremanera, don Mariano, es que usted,
siempre tan prolijo, no se acordase de la deuda contraída por Cuba
ante Argentina desde la época del dueto Cámpora- Solano Lima
(alrededor de 1.500 millones de dólares). De ella los cubanos
nunca jamás pagaron un peso y hoy asciende, por los intereses, a
una cifra fabulosa. Más aún, recientemente su Canciller ha dicho
que no la va a pagar, porque la isla no tiene recursos para hacer
frente a tal erogación.
De manera, estimado señor, que lo le correspondería hacer a
Argentina es sumarse al embargo tal como dicta un juez con
los rufianes, mas que sentarse a escuchar las clases políticas del
pontífice Fidel contando de las maravillas que ha hecho a pesar
del bloqueo que, en verdad, es un requisición por una
estafa.
Pero aquí no termina todo. Por la boca del propio Fidel Castro nos
enteramos que en estos momentos está comprando en Argentina. Se
cuidó bien de decirnos qué y los periodistas venales se guardaron
de preguntarle. Y en verdad, don Mariano, esto me tiene sin
cuidado, sea cual fuere la cantidad y calidad de la compra. Sí me
interesaría saber con qué está pagando Fidel Castro estas
importaciones, cuando sabemos que es una bancarrota perpetua desde
que la Madre Rusia lo abandonó, negándole los 5.000 millones que
le mandaba por año.
No quiero pensar que hace uso de un crédito otorgado por el
gobierno del señor Kirchner que anda diciendo que está en
emergencia económica. Como el que le dio el Yéneral Videla con
Martínez de Hoz en 1978 y que fue muy parecido al de Cámpora
(automóviles, tractores, colectivos, máquinas herramientas,
repuestos), aprovechando el mundial de fútbol (pero de monto
desconocido). Más un regalo especial de Videla para los niños
cubanos. La idea fue del Yéneral menchevique Harguindeguy (íntimo
de Alfonsín y Troccoli). De esto no se acuerda doña Hebe, ni Pérez
Esquivel con su paisano el Comisario Verbitzki. Ni el CELS. No.
Nada.
Después aseguran que Videla y Kirchner son distintos: sí, es
verdad, uno tiene bigotes, el otro no. Uno se come los propios
mocos. El otro los de él y los ajenos.
Y los que dicen que es una ayuda humanitaria al pueblo cubano,
mienten a sabiendas, porque lo único que hacen es mantener en pie
este Monumento al Fracaso y la Estulticia. Y así como está
el yo mejor, este es el yo peor.
El único bloqueo que hay en Cuba es el impuesto por Fidel Castro a
su pueblo que lo ha llevado al límite del autismo y la caquexia. Y
aquel embargo económico de los yanquis lo ha favorecido
grandemente: es el justificativo para la expoliación de una nación
que, desde que fuera descubierta por el Almirante Colón llamándola
Isla Juana, no ha dejado de ser colonia y su pueblo una recua
infame de esclavos sin abuela. ¿O no dicen ustedes los
democacacráticos que cada pueblo tiene lo que se merece? Ellos se
merecen a Fidel. Nosotros a Kirchner. Porque de acuerdo al culo
son los alpargatazos, ¿o no?
Mis saludos don Mariano.
JUAN
|