Quinta
Los Colorados del Monte, octubre
de 2006.
Adorado sobrino:
Me parece que al hacer balance de la violencia en nuestra Patria, los gorilas,
liberales hasta el caracú, masones, los hijos de la dependencia y los que en el
fondo aman la colonia (no precisamente de baño), se han olvidado mucho más de un
cincuenta por cien. Porque la violencia no fue solamente de los asquerosos
perros marxistas. Por ahí aparecieron algunos que me hablaban de memoria
completa. No es una mala idea. Por eso nunca me quejé. Pero dado el tiempo
transcurrido veo que el poncho no aparece y que son campanas de palo las
campanas de los pobres.
Porque se han olvidado la violencia de los liberales. Sí. No te haré semejante
currículum en esta instancia porque los has de conocer sobremanera. Te dejo de
regalo desde el fusilamiento de Liniers y Dorrego, pasando por las atrocidades
de Caseros y, hasta la Década Infame inclusive, para que veas lo bueno que soy.
Sí, todo eso que está archisabido, te lo ofrendo y te invito echarlo al saco
roto del olvido. Hay que actualizarse.
En el mes de julio de 1945, el gobierno uruguayo descubrió un contrabando
fabuloso de armas en Montevideo. Su procedencia era del gobierno de los EE. UU.,
nuestros amigos, y su destino Buenos Aires. El responsable: el agregado militar
norteamericano en Uruguay. Esas armas, por iniciativa del embajador Braden iban
a ser entregadas a la Unión Democrática para desatar una terrible guerra civil
en la Argentina. Se intentaba evitar que los nazis, encarnados por Perón,
llegasen al gobierno como al poco tiempo sucedió. Y a esto lo cuenta un yanqui:
Potash, al que no se puede tildar de nazi ni de fascista.
Las reiteradas profanaciones al cadáver de Eva Perón, hecha por los liberales.
La muerte y profanación del cadáver de Aramburu, con mano de obra marxista. Y un
etcétera muy largo.
Como las bombas puestas en Plaza de Mayo y en la estación de Subterráneos A de
la Capital Federal, fue obra de los liberales. ¿Acaso el bombardeo a Plaza de
Mayo el 16 de junio de 1955 es obra de la izquierda? En parte sí, porque los
aeródromos de Punta Indio y de Quilmes, así como el aeropuerto de Ezeiza, habían
sido tomados en la madrugada por jóvenes de la Acción Católica y de la izquierda
vernácula encarnada entonces en la Democracia Cristiana.
Helos juntos ahí, allá y acullá. La Revolución Libertadora entregó alrededor del
50% de los cargos públicos a famosos izquierdista y ácratas de todos los
pelajes. ¿Acaso no se habla de la entente Harguideguy-Alfonsín-Santucho
que jamás fue investigada? ¡Pero cómo se va a investigar si el creador de la
CONADEP era uno de los que había que examinar!
Los liberales, siempre llorones y gimoteando, ocultan sus relaciones con el
marxismo. A su vez los marxistas ocultan sus amores perros con los liberales.
Esta es la verdad.
Y
mientras ellos se pelean por el poder y el dinero, el Pueblo, todo el Pueblo,
solamente ha sido un espectador al que nunca se lo consultó, y luego una víctima
de las bombas y asesinatos perpetrados de un lado y del otro.
Liberales y marxistas: ¡sean mil veces malditos! A los dos los detesta el
Pueblo. No los quiere la Patria porque en estos últimos 50 años son los que han
operado su destrucción.
Te dejo mi saludo y mi afecto de siempre.
NI YANQUIS NI MARXISTAS
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