El objeto de este artículo es el de exponer la verdad sobre el mito de
la tiranía castrista acerca de la mortalidad infantil.
En informes del gobierno publicados por el diario oficial Granma, enero
del 2001, éste se vanagloriaba que en el 2000 la mortalidad infantil en
Cuba estuvo entre las más bajas del mundo, 7.2 por mil nacidos vivos,
cifra de muy dudosa veracidad como veremos en los datos suministrados más
adelante. Las estadísticas de la ONU señalan que Cuba tuvo en 1957 una
mortalidad infantil de 32 por mil nacidos vivos, la más baja en América
Latina. Esta cifra colocó a Cuba en la posición número 13 a nivel
mundial, al frente de países como Austria, Bélgica, Corea del Sur, España,
Francia, Grecia, Israel, Italia, Japón y Portugal. En la actualidad todos
esos países se encuentran delante de Cuba, la cual ocupa el lugar 29 a
nivel mundial. No está lejano el día en que podamos comprobar la
veracidad sobre dichas estadísticas.
Los datos y opiniones que se exponen a continuación han sido emitidos
por organizaciones médicas, la ONU, periodistas independientes dentro de
Cuba y por doctores en medicina.
El siguiente artículo publicado en The Medical Sentinel 2000, órgano
oficial de the Association of
American Physicians and Surgeons, revela lo siguiente:
"La dictadura castrista dice tener una mortalidad infantil más
baja que Estados Unidos. Pero cuando se examina más a fondo, se
comprueba que dicho reclamo es falso. La realidad es que los médicos en
Cuba son presionados para que usen todos los medios a su alcance para
distorsionar la mortalidad infantil, siendo recompensados
financieramente los que se prestan a dicha infamia.
"El mantenimiento artificial de la vida de los infantes durante
el primer año de nacidos, con el objeto de alcanzar una meta numérica
en la mortalidad infantil en determinado sector de la salud pública, es
practica común en el sistema cubano. La tasa de mortalidad infantil en
Cuba desde 1 a 4 años es un 34 por ciento mayor que en Estados Unidos
(11.8 por mil contra 8.8 por mil). También la mortalidad maternal en
Cuba es casi cuatro veces mayor que en Estados Unidos (33 por 1000
contra 8.4 por 1000). La mortalidad infantil en Cuba, bajo estas
circunstancias, no es representativa del bienestar y el nivel de vida de
la población."
El Dr. Juan Felipe García MD, Jacksonville, Florida, abril 2001, en
entrevistas con médicos cubanos recién llegados, recopiló la siguiente
información:
"La estadística peri-natal del gobierno cubano es un fraude.
Cuando un niño nace, el pediatra es condenado si reporta estadísticas
adversas, por lo tanto, se falsifican fechas en historias clínicas para
que los niños 'mueran' después del primer año (La mortalidad
perinatal está definida por los muertos dentro del primer año de
vida). Si un médico reporta un resultado adverso para la 'Revolución',
cae en desgracia y le puede costar desde un castigo severo, hasta el
trabajo. Los niños 'no pueden morir después de nacidos' y menos en la
sala de parto."
Mario Enrique Mayo de la Agencia Félix Varela, reportó desde Camagüey
para Nueva Prensa Cubana, el 26 de
enero, 2003, lo siguiente:
"A la doctora Olga Oropeza, una especialista del hospital
materno provincial Ana Betancourt, se le amonestó por haber dejado
nacer vivo a un niño, de bajo peso, en la ciudad de Camagüey.
"El vicedirector de asistencia médica, doctor Leonardo Ramírez,
le hizo el reproche a la galena porque eso afectaba la cifra de
mortalidad infantil. Esta censura fue realizada el 30 de diciembre,
cuando se hacían las informaciones de fin de año sobre la mortalidad
infantil."
Esta noticia corrobora la información anterior de médicos cubanos
recién llegados al exilio.
Lo relatado a continuación, sólo sucede en la actualidad en países
muy atrasados, supuestamente no debiera suceder en una "POTENCIA MÉDICA"
como Cuba.
María Elena
Rodríguez, reportera de Cuba Voz, el 25 de junio de 2001, reportó:
"Hospitales infantiles de la ciudad de La Habana no disponen de
reactivos químicos para efectuar pruebas de laboratorio clínico de
vital importancia en la emisión de un diagnóstico preciso.
'Hace seis meses que no se puede realizar la prueba de sangre para
detectar la fiebre tifoidea y tampoco la eritrosedimentación', dijo una
técnica de laboratorio del hospital materno infantil del municipio Diez
de Octubre de Ciudad de La Habana.
Otros hospitales de la capital que carecen de productos químicos
para análisis de sangre son los pediátricos del Cerro, de Centro
Habana, de San Miguel del Padrón, así como el Arturo Aballí y el
Instituto de Reumatología de adultos que se encuentra en la antigua clínica
Dependiente."
Juan Carlos
Linares reportó desde La Habana, el 22 de agosto de 2001, para
CubaNet lo siguiente:
"Más de 80 niños contagiados con meningoencefalitis equina han
sido atendidos en el hospital Pediátrico del Cerro (antigua Católicas
Cubanas) en las últimas semanas.
"La cifra evidencia que se trata de una epidemia, y no por gusto
el Ministerio de Salud Pública designó al Pediátrico del Cerro
-enclavado en el municipio del mismo nombre en la capital cubana- para
que atendiera los casos de mayor gravedad que se presentaran. 'Aunque
está previsto que otros hospitales de Ciudad de La Habana prestarán su
asistencia si la enfermedad se extiende', indicó la fuente.
La prensa independiente cubana ha informado en los últimos tiempos
sobre diferentes problemas de salud en la capital de Cuba, sin embargo
los medios nacionales no publican nada, absolutamente nada sobre este
tipo de temas."
José
Izquierdo, Güines, Grupo Decoro / www.cubanet.org, 3 de julio 2002,
reportó:
"Una invasión de garrapatas causó el cierre temporal de la
sala ocho, especializada en pediatría, del hospital Aleida Fernández,
ubicado en Güines, provincia La Habana.
No sabemos qué hacer, el estado higiénico del hospital es
deplorable. Es común encontrarse con grandes cantidades de cucarachas,
mosquitos, ratones y ahora garrapatas."
Víctor
Rolando Arroyo, PINAR DEL RÍO, UPECI / www.cubanet.org, 6 de agosto,
2002, reportó:
"La escasez de biberones en el hospital pediátrico de la
provincia cubana Pinar del Río es la causa por la que a los niños
ingresados en esa instalación se les alimenta en pomos desechables de
suero, si los padres no llevan sus propios utensilios para la lactancia
de los menores. Sin embargo, en las tiendas dolarizadas hay abundantes
existencias de biberones fabricados en China, lo que echa por tierra el
argumento del embargo estadounidense."
Beatriz del Carmen Pedroso, La Habana, Carta
De Cuba, agosto 27, 2002, reportó:
"La crítica situación en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez,
ubicado en Avenida 41 en el municipio capitalino de Marianao, determinó
el cierre total de las salas de atención a enfermedades diarreicas
agudas por falta de higiene, y dos de sus salones quirúrgicos con que
cuenta esta instalación de salud, al carecer de equipos de climatización
y balones de oxígeno.
"Es lamentable que se pospongan o no se realicen intervenciones
quirúrgicas a niños con diferentes dolencias, algunas de urgencia, y
que los tengamos que remitir con urgencia a otros hospitales para
concluir la operación', admitió un funcionario del hospital.
"El Juan Manuel Márquez fue edificado en la década de los años
90, pero su construcción es deficiente, ya que la mayoría de sus
paredes están agrietadas y existen filtraciones en los techos."
Dorka de Céspedes / HavanaPress, Nueva
Prensa Cubana (www.nuevaprensa.org), reportó desde La Habana,
noviembre 14, 2002:
"Diferentes brotes de leptospirosis -comúnmente conocida como
"la enfermedad del ratón"-, dentro y fuera de la capital
cubana, han obligado a jóvenes trabajadores de salud pública a aplicar
el veneno contra las rata, conocido por Biorat.
"Hasta el momento se han reportado 3 niños fallecidos a causa
de la leptospirosis, en el municipio habanero de Güines. Y numerosos
casos aislados en zonas capitalinas. La causa aparente de este nuevo
brote es la aparición de ratas, después de la limpieza intensiva en
las áreas metropolitanas."
Alicia
Zamora Labrada, Lux Info Press / www.cubanet.org, La Habana, 15 de
diciembre, 2002, reportó:
"La dirección provincial del ministerio de Salud Pública ordenó
el cierre inmediato del Hospital Materno - Infantil "Lebredo",
aledaño al Hospital General Docente "Julio Trigo" (antiguo
Sanatorio La Esperanza) ubicado en el Km. 7 de la Calzada a Bejucal en
el municipio Arroyo Naranjo de la capital.
"La información fue suministrada a esta agencia por la doctora
Rayma Alonso, especialista en Ginecobstetricia.
"La aplicación de tan urgente medida se debe a la crítica
situación en que se encontraba la instalación hospitalaria y que ha
sido denunciada por trabajadores del Sindicato Independiente de la
Salud, afiliado a la Confederación Obrera Nacional Independiente de
Cuba (CONIC)."
El Anuario Estadístico de la ONU
informa lo siguiente:
"Cuba es el país con la menor tasa de natalidad en América
Latina y el país con el mayor número de abortos en el mundo, 0.71
aborto por cada nacimiento vivo en 1991, dos veces el índice de los
otro países (Datos basados en estadísticas oficiales del gobierno
cubano)".
"La terminación selectiva de los 'embarazos de alto riesgo'
hace descender el índice de mortalidad infantil."
El Nuevo Herald, en la
edición del 23 de Septiembre del 2000, publicó lo siguiente:
"Más de 3 millones de abortos en 30 años. Cuba es una de las
naciones del mundo con más altos índices de abortos. Las estadísticas
oficiales lo demuestran. Por ejemplo, entre 1968 y 1992 se realizaron
2.9 millones de interrupciones de embarazo, y de 1993 a 1997 se llevaron
a cabo 424,214 abortos. De esto resulta que, en las últimas tres décadas,
se han practicado más de tres millones de interrupciones de embarazo.
En los últimos años, las autoridades de salud han reconocido que hay
un significativo aumento del número de embarazadas menores de 20 años,
con todo lo que eso implica de peligro para esas jóvenes y los
trastornos familiares que esto trae consigo."
Dr. Ricardo Alfonso N., Cirujano, Caracas Venezuela, 17 de diciembre
de1999, en carta abierta a Hugo Chávez dice:
"Es de hacer notar, que sólo los que hemos estado en ese ´PARAISO'
y conocemos desde adentro la medicina Cubana, podemos afirmar (quiero
aclarar que como médico hago esta afirmación), que la medicina Cubana
es una de las grandes mentiras de este siglo, es una medicina primitiva,
que se remonta a los años 50, donde no hay ni el menor conocimiento de
la medicina moderna
"Hasta cuándo el engaño, Señor Presidente, la medicina cubana
es 'UNA GRAN MENTIRA', su interferón, su vacuna de la hepatitis B, su
tratamiento del SIDA, sus trasplantes de Huesos, etc.
"Los que hemos estado en Cuba y somos médicos sabemos que los
Hospitales no funcionan, no hay sábanas, no hay medicinas, los niños
mueren de mengua, y no hablo por hablar, estuve viendo un nene, en el
Hospital de Marianao, por que un familiar me lo pidió, allá en Cuba y
no había nada con que tratarlo y no conocían las medicinas
modernas."
Gonzalo Guimaraens en su artículo "Vacuna
cubana contra la menningitis: ineficacia comprobada", publicado
en amigospais-guaracabuya.org, Julio 2000, dice lo siguiente:
"Un estudio del conceptuado Centro de Vigilancia Epidemiológica
(CVE) del Estado de São Paulo, Brasil, dado a conocer recientemente,
recopila datos estadísticos demoledores acumulados durante los últimos
años que muestran la ineficacia de la vacuna cubana contra la
meningitis B en los niños menores de cuatro años, los más vulnerables
a esa terrible enfermedad. Después de dar claras y minuciosas
informaciones sobre testes efectuados en São Paulo, Rio de Janeiro,
Santiago de Chile e Islandia, afirma: "Los estudios realizados con
la administración de la vacuna cubana en los menores de cuatro años de
edad -frecuentemente el grupo de mayor riesgo para contraer esa
enfermedad- no presentaron evidencias significativas de protección. Por
lo tanto, esa vacuna no debe ser recomendada como medida profiláctica
de la enfermedad meningocócica del grupo B, para niños menores de
cuatro años.
"El mito publicitario sobre la vacuna cubana contra la
meningitis B cobró impulso internacional en noviembre de 1988, en
Atlanta, durante un congreso internacional de medicina. En las sesiones,
causó impacto la presentación de un estudio efectuado por
investigadores de la isla sobre los aparentemente excelentes resultados
preventivos de dicha vacuna, desarrollada por el Centro Nacional de
Biopreparados de Cuba. Creyendo a pies juntillas en esos alegados
resultados, la Secretaría de Salud del Estado de São Paulo, Brasil, y
posteriormente el propio Ministerio de Salud de ese país, encomendaron
a Cuba durante 1989 y 1990 más de 15 millones de dosis, en valores que
sumaron centenas de millones de dólares.
"El negocio para Cuba comunista fue redondo. Para muchos niños
brasileños, lo que vino fue la decepción. Una década después de esa
malograda experiencia, el Centro de Vigilancia Epidemiológica (CVE) del
Estado de São Paulo ha dado a conocer este informe con resultados
concluyentes. Más vale tarde que nunca, dice el refrán. 'Brasil ya
gastó 300 millones de dólares con una vacuna cubana que no presentó
resultados', lamentó el Dr. Isaías Raw, director del conocido
Instituto Butantan de São Paulo, especializado en biotecnología. El
CVE ha presentado hechos y estadísticas que hablan por sí, y que
contribuyen a desmitificar otro de los supuestos "logros" de
la medicina cubana, tan alardeados por el régimen comunista y por sus
seguidores en el mundo entero."
El Dr. Miguel Ángel García Puñales en su escrito "El
Sistema Sanitario Cubano", dice lo siguiente:
"Existe en Cuba más de un sistema sanitario, el que funciona
para la clase dirigente y los turistas y al que tiene alcance el pueblo.
No es un sistema público, pues el pueblo solo tiene acceso a una parte
de él, la menos beneficiada.
"No es gratuito, por cuanto los trabajadores son gravados desde
1962 con un impuesto sobre el salario cuyo destino tenía la salubridad
y los medicamentos que hoy son prácticamente inexistentes y que siempre
han sido cobrados.
"En mi tránsito por el Sistema Nacional de Salud, fui profesor
en la enseñanza posgraduada, jefe de departamento en un instituto de
investigación, vice-director docente en un hospital y jefe de un
departamento de desarrollo en el organismo central del MINSAP,
precisamente en el área de información.
"En todo ese tiempo pude observar cómo se encubren los
resultados del trabajo sanitario, manipulando o simplemente
desapareciendo la información.
"Los indicadores estadísticos de causa de muerte, por ejemplo,
son clasificados desde 1985 y el común de los analistas ignora que cada
año se suicidan más cubanos que los caídos en 11 años de guerras
sudafricanas, es decir, casi dos mil fallecidos anuales durante una década;
que se produce casi un aborto por cada niño que nace, con la
complicidad ruin de la estadística que se empeña en clasificar un por
ciento de ellos como 'regulaciones menstruales'; de enfermedades de
declaración obligatoria que se ocultan a la opinión pública en aras
de evitar trastornos en un carnaval político, como ocurrió con el
brote epidémico de Dengue en 1997 y que costó prisión al Dr. Dessi
Mendoza por cumplir su deber ciudadano de informarlo a la prensa
independiente."
Obviamente estos hechos no deberían suceder en la supuesta
"POTENCIA MÉDICA" de acuerdo con la propaganda de los
alabarderos de la tiranía castrista. Esta es la triste realidad, son
hechos que demuestran lo contrario de lo que afirma sobre este tema la
propaganda de la tiranía. Si esta alardea tanto de que es una potencia médica
y ofrece ayudas en medicamentos y en personal médico a otros países, ¿por
qué descuida tanto al pueblo cubano?. Basándonos en los datos y
opiniones expuestos en este artículo podemos preguntarnos, ¿la
mortalidad infantil mejoró o empeoró?
Desgraciadamente, a pesar de los mejores esfuerzos de los sacrificados
médicos cubanos, la Isla se ha convertido en una "IMPOTENCIA MÉDICA".
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