¡Cuánta infamia e hipocresía puede haber en las palabras de
un tirano, el cual haciendo uso de su reconocido cinismo le ofrece al gobierno
de los Estados Unidos su ayuda y colaboración médica, así como su entera
disposición de atender en los hospitales de Cuba a los heridos de los ataques
terroristas del pasado 11 de septiembre!
Castro no sólo ofrece lo que a su pueblo le niega, sino que
también da a diario muestras de su tetraplejismo humano y sentimental para con
sus propios compatriotas. Muchos medios internacionales se han hecho eco de las
condolencias de Castro por la destrucción y el aniquilamiento de tantas vidas
inocentes en las torres gemelas de Nueva York, pero ninguno a recordado que ese
mismo tirano que intenta dar una imagen de tristeza y aflicción, es el mismo
que a diario reprime y destruye las actuales y futuras generaciones cubanas.
Ayer miércoles 19, en horas de la tarde, la televisión española,
a través del canal vasco etbsat, divulgó un reciente reportaje filmado en
Cuba por el periodista Josu, el cual hace referencia a la triste y
discriminatoria situación en que viven actualmente la gran mayoría de los
cubanos. Durante la divulgación de las imágenes, el periodista vasco comentaba
la terrible escasez que existe en las tiendas donde se paga con pesos, y la
enorme abundancia de aquellas donde sólo se aceptan dólares. Esta discriminación
social en un país que se autotitula todo un ejemplo para otros pueblos, ha traído como consecuencia un repugnante y abominable aumento de la
prostitución
infantil en la isla.
El canal vasco mostraba las tristes imágenes de niños de 8
a 12 años en la ciudad de Santiago de Cuba (nombrada por Castro como la cuna de
la revolución) que ofrecían a los turistas "amor y sexo" a cambio de
un par de dólares. Un niño de tan solo 12 años, ante la pregunta de ¿No le
temes a la policía que ronda por la zona? Contestó "A esos sólo les
interesa que le paguemos una parte de lo que nosotros ganamos".
Al final del documental, una niña de 15 años le decía al
periodista que a los turistas que venían a Cuba en busca de sexo se les decían
"Los lecheros", pues llegaban a la isla llenos de leche y solo se
regresaban cuando se les agotaba.
Estas son las dolorosas imágenes y expresiones de niños que desde
tan pequeños han dejado el mundo de los juegos y las ilusiones infantiles, para
entrar en el terrible y asqueroso mundo de la prostitución infantil. Niños a
los que
el hambre y la miseria ha obligado a convertirse en baratos instrumentos
sexuales de Castro, el cual les permite a las llamadas futuras generaciones su
autodestrucción, para ofrecerlos como carnada y gran atracción turística, y
poder así ocultarle al mundo la verdadera imagen de la isla, un pueblo que
sufre de manera despiadada el hambre, la marginación y la represión cruel
contra todos aquellos que osen criticar al régimen.
Esta es la verdadera cara del cínico, asesino y cruel Castro
que ahora intenta, no solo evadir su imagen como dictador, sino también como
promulgador y cómplice del terrorismo internacional.
David Rodríguez
21 de septiembre de 2001
Desde el año 1960 - Año de la Alfabetización - , los niños
y niñas cubanos aprendieron cómo se podía escalar en el poder por medio de
obsequiar sus cuerpos a instructores y "compañeros responsables", ya
que la rectit tud de sus padres no contaba ya en los apartados lugares a que
fueron llevados. Ahí comenzó la prostitución infantil en Cuba. Actualmente es
lo que más buscan los turistas sexuales, los cuales prefieren a esos
inocentes que fácilmente manipulan en sus secretos vicios a las jineteras de
edad adulta que también por millares merodean por todas partes. Y Castro
encantado de haber hecho de Cuba un paraíso de putas y mariconcitos.
Mario
<Gardner@aol.com>
Bellsouth.Net
25 de septiembre de 2001
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