Traiciones, atentados, asesinatos, y "daños colaterales"
producidos por el accionar criminal de Horacio Verbitsky desde la Organización
Terrorista Montoneros y, en algunos casos, cumpliendo directivas de la
Dirección General de Inteligencia cubana.
GALERÍA DE TERRORISTAS INTERNACIONALES
Historia del proceso de las Acciones Terroristas realizadas
con el objetivo de revertir una situación militar que se tornaba insostenible
dentro del desarrollo de la Guerra Revolucionaria en la República Argentina.
Antecedentes, responsables, y detalles de estas Acciones
Terroristas que derivaron en la ejecución de "atroces y aberrantes"
asesinatos llevados a cabo por las Organizaciones Terroristas.
ATENTADO AL CUARTEL GENERAL DE OPERACIONES
E INTELIGENCIA ANTITERRORISTA, UBICADO EN LA SEDE
DE LA SUPERINTENDENCIA DE SEGURIDAD FEDERAL
DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA
(Tercera parte)
2 DE JULIO DE 1976
Esta fecha se instituyó como el día de homenaje a los
Policías Federales caídos en cumplimiento del deber.
Tomar la posta: Montoneros pasa a la vanguardia
A pesar de las expresas recomendaciones de FIDEL CASTRO, el
Ejército Nacional había entrado en operaciones, en cumplimiento del Decreto
presidencial ordenando la movilización de las Fuerzas Armadas, que disponía
textualmente: "...procederán a ejecutar las operaciones militares
y de seguridad que sean necesarias a los efectos de aniquilar el accionar de los
elementos..." de las Organizaciones Terroristas
"...en todo el territorio nacional..."
En la provincia de Tucumán, la Compañía de Monte
del Ejército Revolucionario del Pueblo perdía terreno diariamente; la Organización
Terrorista Montoneros consideraba que el foquismo rural del Ejército
Revolucionario del Pueblo era anticuado e inapropiado. MONTONEROS cargaba
ahora con la responsabilidad de la guerra sobre sus espaldas.
Ante este panorama, HORACIO VERBITSKY necesitaba dar
un ejemplo de poder para demostrar a FIDEL CASTRO que aún tenía el
control de la situación, que aún era factible mantener el desarrollo de la Guerra
Revolucionaria en la Argentina. El Capitán "Perro
Salchicha" se fijó como meta una operación tal que le permitiese
mostrar capacidad táctica ante sus "superiores". Para su realización
tenía tres aliados de suma importancia al momento de reunir información y
poder colocar un artefacto explosivo dentro del objetivo. (Como se recordará,
el atentado mediante la colocación de explosivos era su metodología favorita
de acción, dado el bajo riesgo personal que él corría, máxime si el
artefacto explosivo lo colocaba otro integrante de la Organización
Terrorista, asumiendo todo el riesgo que esa acción implicaba.)
Recién en el año 1985 se tuvo conocimiento que sus
principales informantes para la tarea fueron, entre otros, el Agente del
Servicio de Inteligencia del Servicio Penitenciario Federal, Subayudante NÉSTOR
CENDÓN (NG "Loli") y el Personal Civil del
Servicio de Inteligencia de Ejército (fotointérprete) OSCAR EDGARDO
RODRÍGUEZ (NG "Zito"), quienes prestaban servicio
"en comisión" en el 4º piso del edificio de Moreno 1417 de
Capital Federal. Estos traidores "personajes", que vendían
información al mejor postor, habían sido presentados a HORACIO VERBITSKY
por ROXANA VERÓNICA GIOVANNONI (NG "Muñeca"),
Teniente del Ejército Montonero, perteneciente al Servicio de Inteligencia
Nacional de la Organización Terrorista Montoneros. De suma
importancia por ser sobrina del Coronel Dotti, Director Nacional del
Servicio Penitenciario Federal. VERBITSKY logró que "Muñeca"
se infiltrara como funcionaria en esa Dirección Nacional.
Moreno 1417: estudio del objetivo
El edificio de Moreno 1417, de nueve pisos y subsuelo, era la
sede de la Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía Federal,
donde se encontraba funcionando, entre otras dependencias, el Grupo de Tareas
2, la Central de Reunión e Inteligencia y la Central de
Operaciones Tácticas Antiterroristas, dependencias de reciente
formación (Directiva 1/75 impartida por el Consejo de
Defensa con fecha 15 de octubre de 1975, como consecuencia de
lo dispuesto por los Decretos 2770, 2771 y 2772/75).
Estas dependencias tenían a su cargo la reunión de
información, su posterior análisis, la realización de tareas de inteligencia
complementarias, su difusión y archivo, y todas otras actividades tendientes a
individualizar a integrantes, estructuras, logística, metodologías e
infraestructura de la Organización Terrorista Montoneros a nivel
nacional. Se canalizaba la información a través de la Dirección General de
Inteligencia y la Jefatura de Seguridad Federal, que oficiaba como
órgano de consulta del Consejo de Defensa en el suministro de la
información necesaria para la planificación de las operaciones militares y de
seguridad contra las Fuerzas Terroristas a nivel nacional, en los
más altos niveles de la conducción militar.
NÉSTOR CENDÓN y OSCAR EDGARDO RODRÍGUEZ
suministraron a HORACIO VERBITSKY toda la información que poseían sobre
las normas de restricción respecto del ingreso y circulación del personal en
el interior del edificio, cuyos conocimientos se limitaban solamente a la zona a
dónde ellos tenían acceso por estrictas razones de contrainteligencia
—la Sala de Situación ubicada en el 4º piso de la dependencia, el hall
de acceso al edificio y el comedor de personal—, y por "referencias
indirectas" otras informaciones referidas a la ubicación de los Archivos,
Registros e Informes, y la ubicación en los distintos pisos de
los Departamentos y Direcciones Generales que más gravitación
tenían en la actividad de inteligencia y operaciones desplegadas sobre la Organización
Terrorista Montoneros y el Partido Revolucionario de los
Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo, haciendo la salvedad de
que esa Superintendencia investigaba desde 1959 a todas las Organizaciones
Terroristas que tuvieron algún grado de desarrollo en el país, teniendo
identificados a todos sus miembros y establecidas sus respectivas estructuras de
funcionamiento.
Con esta información en su poder, VERBITSKY pudo establecer el
siguiente cuadro de situación:
-
Casi la totalidad de los Departamentos que
participaban de la actividad antiterrorista se encontraban ubicados en la parte
posterior del edificio, es decir, del hall de acceso y ascensores hacia atrás.
-
En el ala ubicada sobre el frente del edificio sobre la
calle Moreno se encontraba situada la Jefatura de la Superintendencia
y los despachos de los Directores Generales, y algunas oficinas
administrativas y de personal.
-
En el subsuelo se encontraba el principal archivo de la Superintendencia
y otros de menor cuantía distribuidos en los diferentes Departamentos.
-
En la planta baja, ubicado hacia el fondo, es decir, bajo
toda la estructura que contenía los principales Departamentos que
cumplían actividades Antiterroristas, se encontraba el comedor de
personal, cuyas medidas de seguridad deberían vulnerarse para el ingreso de los
artefactos explosivos.
Este lugar fue el seleccionado por VERBITSKY, en
razón de poseer sobre el salón dos importantes columnas que, con su ruptura,
posibilitarían suponer el derrumbe de la estructura de nueve pisos ubicada
sobre ese sector y, mediante otro explosivo con carga hueca y núcleo ígneo, la
perforación de la losa hacia el subsuelo, logrando el incendio total del
principal archivo del "aparato represivo". Archivo que había
logrado "sobrevivir", junto con otros distribuidos por el
edificio, a la incineración ordenada por el Dr. ESTEBAN RIGHI, Ministro
del Interior del Gobierno de HÉCTOR CÁMPORA.
El Capitán "Perro Salchicha"
dispuso que personal de su estructura continuara con el estudio sobre el
objetivo, realizando tareas de inteligencia sobre la zona, que por su cercanía
con el Departamento Central de Policía exigía disponer de máximos
recaudos. Esta tarea recayó en un integrante de la Organización Terrorista
infiltrado en la Policía Federal: el Agente del escalafón
Comunicaciones JOSÉ MARÍA SALGADO (NG "Japonés"),
Subteniente del Ejército Montonero y estudiante avanzado de Ingeniería
Electrónica.
La Acción Terrorista y la oportunidad de su
ejecución sería decidida por la Conducción Nacional previa
evaluación de los informes que le proveía el Servicio de Inteligencia
Nacional, conducido en ese entonces por RODOLFO WALSH (NG Comandante
"Esteban") y HORACIO VERBISTKY (NG Capitán
"Perro"), a cargo de las Operaciones Especiales.
Cuando un "azul" es el blanco
Transcurrían los últimos meses del año 1975, y otros
inminentes proyectos de Acción Terrorista concentraban toda la
atención del Capitán del Ejército Montonero "Perro
Salchicha", luego de los atentados y ataques ya realizados que se
caracterizaron por bien coordinadas operaciones de gran pericia técnica. Cada
una de las Fuerzas Armadas había sufrido un golpe psicológico. Quedaba
ahora desmoralizar a la principal Fuerza Federal Antiterrorista en
operaciones a nivel nacional: la Policía Federal Argentina.
Esta Fuerza Federal, junto con el resto de las
instituciones armadas de la Nación, eran blanco periódico de ataques
individuales por parte de integrantes de las Organizaciones Terroristas Ejército
Revolucionario del Pueblo y Montoneros desde tiempo atrás,
produciéndole numerosas bajas mortales.
• El día 3 de diciembre de 1975, el General de
División (RE) Jorge Esteban Cáceres Monié, ex Jefe de la Policía
Federal, que manejaba una camioneta en compañía de su cónyuge Beatriz
Isabel Sasiaiñ, se disponía a atravesar en una balsa el arroyo Las
Conchas, que cruza el camino que une Villa Urquiza con la Ciudad
de Paraná, momento en que es chocado desde atrás por un vehículo y
atacado con armas de fuego por cinco integrantes de un Pelotón de Combate
de la Organización Terrorista Montoneros. El General Cáceres Monié,
herido gravemente, fue sacado de la camioneta y rematado en el suelo por un
hombre y una mujer jóvenes. Posteriormente, los asesinos escaparon en un
automóvil y con la camioneta en la que se hallaba herida la Sra. de Cáceres
Monié. En la huida, los terroristas, después de recorrer aproximadamente 15
kilómetros, arrojaron a la señora en una zanja profunda ubicada a un costado
del camino. Posiblemente falleció desangrada. Al día siguiente un lugareño,
descubrió por casualidad el cuerpo, que presentaba dos disparos en el pecho. La
inteligencia para el atentado fue realizada por el Servicio de Inteligencia
Nacional de Montoneros, estando a cargo de la misma HORACIO VERBITSKY.
Con este asesinato la Organización Terrorista Montoneros
reafirmaba su concepción del Terrorismo Estratégico como tal,
aproximadamente a un año de haber reanudado la lucha armada comenzando a considerar
a militares y policías como blancos legítimos, sin importar rangos ni
jerarquías que ostentasen. Después del asesinato del General de División
Cáceres Monié, lanzaron publicaciones donde manifestaban:
"...debemos reconocer a las tareas militares como el
aspecto principal de nuestra acción, basados en la concepción de que si bien
la guerra es la continuación de la política por otros medios, no se puede
alcanzar objetivos políticos mayores si no se posee poder militar suficiente..."
(Evita Montonera Nº 11, pág. 17).
Continuaron diciendo: "...todos aquellos que hayan
perseguido, asesinado o explotado al pueblo, tarde o temprano, estén donde
estén, tendrán que enfrentarse a los fusiles montoneros..." (Evita
Montonera Nº 11, pág. 20).
Y en el mes de marzo de 1976 reafirmaron: "...los
ataques contra todo representante de instituciones represivas se consideran
justificados. Desde el momento en que las Fuerzas Armadas tienen el mando
operativo de todos los organismos de seguridad, cada hombre uniformado y armado
—independientemente de su extracción de clase y de sus ideas— contribuye a
la represión antipopular y es corresponsable de las atrocidades y asesinatos
que comete la represión..." ( Evita Montonera Nº 12
"Tercera Campaña Militar Montonera", pág. 32-35, febrero-marzo
1976).
-
El 23 de diciembre de 1975 tuvo lugar la
operación de mayor envergadura, por la gran cantidad de efectivos y medios
empleados, que una Organización Terrorista llevó a cabo en el
ámbito urbano. En esa fecha, aproximadamente a las 19:45 horas un Batallón
del Ejército Revolucionario del Pueblo, atacó el Batallón de
Arsenales 601 de Ejército "Comandante Domingo Viejobueno"
ubicado en la localidad de Monte Chingolo, en el Gran Buenos Aires,
provistos de morteros y armas pesadas. La Fuerza Guerrillera
realizó operaciones de diversión y contención en varios puntos del Gran
Buenos Aires. Hubo enfrentamientos y ataques a medios de transporte
colectivo en Bernal, Villa Domínico, el llamado Camino Negro,
Lanús, Puente Avellaneda, Puente Pueyrredón, Puente de
la Noria, Puente Victorino de la Plaza, Puente Uriburu y
principales cruces camineros y rutas de acceso a la Unidad Militar bajo ataque,
como ser Puente 12 y Camino de Cintura. La Fuerza
Guerrillera compuesta por unos 300-400 efectivos y grupos de apoyo, tuvo
140 bajas.
Entre los muertos de las Fuerzas Armadas se encontraban:
- Capitán Luis María Petruzzi
- Teniente 1º José Luis Spinassi
- Sargento Ayudante Roque C. Cisterna
- Cabo 2º de la Armada Argentina Enrique Grimaldi
- Soldado Conscripto Roberto Caballero
- Soldado Conscripto Raúl Fernando Sessa
- Soldado Conscripto Manuel Benito Rúffolo
De esta manera culminó la idea que había transmitido MARIO
ROBERTO SANTUCHO a los integrantes del Estado Mayor del Ejército
Revolucionario del Pueblo, de que la única forma de sacar del estancamiento
en que se encontraban sus estructuras militares, era realizando un operativo de
gran magnitud, que más que buscar un resultado militar, les permitiera exhibir
una imagen de fuerza, de liderazgo revolucionario, que complicara la acción del
gobierno nacional, dándole la sensación de que no podía controlar la
situación respecto del desarrollo de la Guerra Revolucionaria en
el país.
Así, intentó llevar a una victoria necesaria a sus
combatientes, en un esfuerzo por disminuir la presión sobre los mismos para
darle tiempo a rearmar sus frentes militares. Esta decisión había provocado
grandes disputas internas, en razón de que la mayoría de los mandos militares
guerrilleros consideraban que los copamientos a unidades militares ya no tenían
significado, y que se debía profundizar el trabajo político sobre las bases,
sobre todo teniendo en cuenta que la mayor parte de sus dirigentes,
desarrollaban sus actividades en la clandestinidad. Pese a estas objeciones
hechas por los dirigentes de todas las Regionales de la Organización
Terrorista, en el Comité Central, dominado por MARIO ROBERTO
SANTUCHO, no se cuestionó nada, decidiéndose la viabilidad de la
operación militar.
MARIO ROBERTO SANTUCHO
estaba obligado a cumplir los
compromisos internacionales, especialmente con Cuba, herir de muerte al
gobierno peronista y sacar al Ejército Argentino de Tucumán, con
un operativo militar importante, que demostrase que el Ejército
Revolucionario del Pueblo todavía estaba en operaciones. La
estrepitosa derrota de Monte Chingolo, marcó el inició de la definitiva
derrota del Partido Revolucionario de los Trabajadores y del Ejército
Revolucionario del Pueblo, porque tanto el lanzamiento de la operación,
como la incapacidad para analizar críticamente el fracaso de la misma,
demostró que habían perdido la iniciativa, a pesar de que continuaron a la
"ofensiva", cuando la situación militar indicaba la necesidad
de un repliegue estratégico. La soberbia que caracterizaba a sus dirigentes
hizo prevalecer la corriente militarista y toda ofensiva necesariamente se
transformaba en una acción desesperada, que los llevaría al exterminio.
-
El día 15 de marzo de 1976 se produjo el
asesinato de Alberto Blas García en un atentado fallido contra el Comandante
General del Ejército, Teniente General Jorge Rafael Videla.
Aproximadamente a las 07:45 horas, un artefacto explosivo de gran poder
(denominado mina vietnamita) detonó en el interior de un vehículo marca
Citroën ubicado en la playa de estacionamiento del edificio Libertador,
sede del Comando General del Ejército (en proximidades de la Plaza
Cristóbal Colón), destrozando totalmente el vehículo, varias de cuyas
partes y trozos de vidrio fueron proyectados junto con bolillas de acero,
tuercas y bulones colocados en la masa del explosivo (construcción propia de la
bomba) en un radio de aproximadamente 100 metros, produciéndose un incendio que
se propagó a otros vehículos y resultando destrozados gran cantidad de
cristales de las ventanas del edificio Libertador, del Ministerio de
Economía, del Ministerio de Defensa, de Aerolíneas Argentinas
y de la Casa de Gobierno.
Según posterior informe de los peritos, la bomba detonada
tenía un poder equivalente a 20 kilogramos de trotyl, y fue accionada por un
sistema de control remoto. La explosión se produjo en el momento en que
circulaban vehículos por las avenidas Madero, Paseo Colón y
calles adyacentes, y su objetivo real había sido matar al Teniente
General Jorge Rafael Videla, que minutos después ingresaba a la sede
del Comando General por ese lugar. Se dedujo que el terrorista que debía
"marcar" la presencia del blanco —al ver
ingresar unos metros antes un vehículo similar—, se equivocó e hizo la
señal convenida con anticipación. Como resultado de lo acaecido, el chofer de
un camión, Alberto Blas García, de 30 años, perdió la vida, alcanzado
por las esquirlas de la bomba. El camión conducido por la víctima salvó
providencialmente la vida de los pasajeros de un colectivo de la línea 4 que
circulaba paralelo al camión. Conforme con el comunicado oficial, resultaron
heridas 26 personas:
- - 4 oficiales, entre ellos un coronel que perdió un ojo,
- - 6 suboficiales,
- - 5 soldados,
- - 6 empleados civiles pertenecientes al edificio Libertador,
- - 5 civiles que se desplazaban por el lugar.
El atentado fue planificado y ejecutado por el Departamento
Operaciones del Servicio de Inteligencia Nacional de la Organización
Terrorista Montoneros, a cargo de HORACIO VERBITSKY
(NG "El
Perro" o "Larguirucho"), Capitán del
Ejército Montonero, quién activó el dispositivo a control remoto (teleexplosor)
ante una señal que le hizo un terrorista apostado en la plaza Cristóbal
Colón, conforme con lo planificado por él mismo. Se encontraban otros
integrantes de la Organización Terrorista en el lugar, quienes se
dispersaron desordenadamente cuando HORACIO VERBITSKY (NG "Perro",
en adelante "Salchicha"), luego de accionar el
dispositivo de disparo, ver la bola de fuego que formó la explosión y sentir
los efectos de la onda expansiva y calórica (se encontraba tras una de las
columnas del Ministerio de Economía a unos 100 metros del lugar de la
explosión), huyó presa del pánico del lugar del atentado, abandonando a sus
subordinados a su suerte. (Ver INFORME Nº 1)
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