El episodio involucra a Carlos Guillermo Suárez Mason y colabora al deterioro
del jefe del Ejército, Roberto Bendini en el Ejército, según una carta del hijo de Suárez Mason.
Roberto Bendini, jefe del Ejército (y próximamente citado a indagatoria por un grave
hecho de corrupción en Río Gallegos, Santa Cruz, que incluye la adulteración
presunta de documentación), solicitó al tribunal que Carlos Guillermo Suárez
Mason no permaneciera detenido en el Regimiento Patricios, del Ejército
Argentino, sino que se considerase que “ha sido dado de baja, careciéndose en
consecuencia de jurisdicción sobre su persona, ya que no revista estado
militar”.
Entonces, la Justicia decidió mantener a Suárez Mason, de 81 años, en el
Hospital Militar Central. Pero el 7 de abril, un informe confeccionado por el médico
forense Héctor Nicolás Papagni manifestó la inconveniencia de mantener
alojado a Suárez Mason en un hospital de agudos, debido a la posibilidad de que
contrajera una infección intrahospitalaria.
A su vez, el Escuadrón Buenos Aires, de la Gendarmería Nacional; y la Unidad
Antiterrorista, de la Policía Federal Argentina, manifestaron que carecían de
dependencias disponibles para alojar a Suárez Mason. Entonces fue trasladado a
la Unidad de Detención Nº2 del Servicio Penitenciario Federal porque es el más
cercano al Hospital Militar Central donde es tratado por problemas
cardiovasculares, aunque en forma deambulatoria.
Esto ha provocado el repudio de la familia de Suárez Mason, tal como lo informa
la siguiente correspondencia dirigida a Bendini:
Estimado Bendini:
No es mi estilo el dirigirme a las personas en esta forma, más que nada a
quienes visten el uniforme que mi padre vistió con honor hasta que se retiró
con el grado de General de División y tiempo cumplido.
Normalmente encabezo las cartas con el título de Señor, cosa que creo que
usted no es; y General, título que usted ostenta, otorgado por el montonero Néstor
‘Lupín’ Kirchner, y que verdaderamente diría, llamarle a usted Señor
General es un insulto para aquellos que se retiraron del Arma con el mismo grado
y todos los honores.
He tenido el honor de conocer Señores Generales a quienes usted no se asemeja
en nada.
Usted ha solicitado al Juez que mi padre no permanezca en una Unidad Militar
pues no pertenece al Ejército, conociendo, por supuesto, los reportes sobre el
estado de salud del mismo, y además el hecho de que se está juzgando, en
realidad, no al ciudadano sino al General por su actuación en la guerra que el
terrorismo declaró a la Nación.
De acuerdo a la ley vigente en el momento de su actuación, debiera su actuación,
como la de todos aquellos que pelearon, ser juzgados por las Fuerzas Armadas y
los tribunales militares. El Grado militar se gana con años de servicio y en el
campo de batalla y del honor, algo que usted desconoce pues nunca tuvo ni tendrá
acceso.
Mi padre ha sido dado de baja por quienes combatió y se lo va a sentenciar,
algo ya acordado de antemano, por su actuación como General de la Nación, al
igual que se hizo y se volverá a hacer con el resto de sus camaradas.
Para no entrar en detalles y hacer esta larga historia corta, sabemos todos que
los Señores Generales que actuaron en la lucha contra la Subversión lo
hicieron, en principio, cumpliendo órdenes del gobierno Constitucional, y
utilizando los Reglamentos que fueron votados por el Congreso Nacional una década
antes, algo que usted conoce pues todo oficial del Ejército lee sus Reglamentos,
como los leí yo siendo cadete del Liceo Militar Gral. San Martín.
Usted no ha defendido nunca a ninguno de los oficiales en retiro o actividad por
el hostigamiento sufrido por quienes, usando las instituciones sólo buscan
venganza, no justicia, llegando a sancionar a un Mayor del Ejército por la
forma en la que piensa su esposa.
Usted sabe de las actividades de los Montoneros en el país y de todos sus
miembros, es más la Injusticia Argentina le llamará a declarar por los
negociados en los que usted se supone ha tomado parte en el Sur del país, en su
último cargo, donde las denuncias mustran lo que usted realmente es.
Lo que me causa, diría, repulsión, como sentimiento, es el hecho de ver que
usted ha borrado de la página del Ejército Nacional a quienes cayeron en el
cumplimiento del deber, algunos junto a sus familias, asesinados por quienes hoy
gobiernan.
Por supuesto esto muestra cuán cobarde es usted pues ni siquiera tiene el valor
de defender a un muerto, qué hemos de esperar de los vivos, Dios los proteja.
Si usted no tiene el valor de depositar una flor, seguro si empuña un arma es
para matar por la espalda, nunca de frente.
Este tipo de actitudes suyas me lleva a estar aún más orgulloso de ser el hijo
de quien soy pues cuando le tocó estar, e ir al frente, fue el líder de su
Comando, respetando las reglas de juego establecidas, y Camarada de sus
camaradas de Armas.
Nunca pensó que la historia de la Nación se endereza bajando cuadros y
faltando el respeto a sus camaradas,o siendo como se dice en el ambiente
militar, un ‘carnero’, para usar el término callejero, alcahuete traidor.
Al ver su actitud, en general, diría que usted hace quedar a Judas Iscariote
como el Santo de la Espada.
Le aseguro a usted una cosa, lea historia y lo que ha pasado en otros países
que sufrieron de lo mismo que sufre el país hoy, quienes lo usan a usted hoy,
mañana lo van a echar, ¿sabe por qué?, porque a los traidores no los quiere
nadie.
Algo le puedo asegurar, no sé cuánto tiempo resistirá el cuerpo de mi padre,
a los 81 años y muy gastado, pero sí le aseguro que cuando nos deje será con
honor y como los árboles, bien erguido y con el espíritu alto, y se irá con
su grado al hombro ganado con los años de Servicio y amor a su Ejército,
porque dio lo que tuvo y a cambio recibió nada.
Contará siempre con todo nuestro amor, respeto, apoyo y el orgullo de ser sus
hijos y nietos.
De más está decir que será usted responsable por lo que suceda, no solamente
a mi padre sino a todos los que las cortes montoneras continúen hostigando,
desde ya me reservo el derecho proceder en la Corte que considere conveniente,
en el momento oportuno.
Quienes hablan de impunidad son los que realmente gozan de ella, usted
inclusive.
Realmente espero que algún día la Justicia impere en la Argentina, si es así
y usted vive todavía, seguro estoy será atendido por la misma, y si la
impunidad sigue, no se preocupe pues del otro lado el Capitán Viola y su hija,
Cnl. Camilo Gay y Sra., Grl. Cáceres Monié y Sra., y muchos otros lo estarán
esperado.
Buena suerte,
Mario Suárez
¡NO SE OLVIDEN DE BALZA!
¡NO SE OLVIDEN DE BENDINI!
|