5. FORRO
DE PLOMO
Este galardón, tan difícil de
empardar, fue otorgado, por unanimidad de sufragios y el clamoreo inacabable de
los presentes, a Hebe de Bonafini, la madre putativa de Nestitor, según sus
propias palabras; aquel muchachito, que siendo un pequeñuelo, se dedicaba a
romper a guijarrazos los vidrios de la vecindad, según recuerdan sus vecinos,
eso sí: con cariño. Una forma, digo yo, de matar la monotonía de las siestas
patagónicas. Lo de arrancarle los ojos a las gallinas con una tijera no nos
consta. Menos que le cortase las patas a los pajaritos con una tenaza para
hacerlos más petisos. No señores. No estamos aquí para verter mentiras de
santacruceños resentidos y guarangos
Como sabrá el lector Misia Hebe
tiene una Universidad Popular, nada más
pero tampoco nada menos, en una Argentina donde hay más universidades que
personas. Y este es un mérito suficiente para darle dos Forros de Plomo en
lugar de uno. Sin embargo, no fue por la creación de esta Casa del Saber
Enjundioso por la que le dieron esta compensación. No. Fue porque hace poco
inauguró en ella un Seminario de Teología
de la Liberación, con el objetivo de “comprender
el carácter revolucionario del mensaje de Jesús y su proyecto de liberación
de los pueblos”, buscando solucionar definitivamente “los temas que atraviesan la fe cristiana y su praxis política”.
Como docentes de tal seminario, la
traviesa Hebe eligió una pléyade de rancios doctos importantes, como por
ejemplo:
Fray Antonio Puigjané (el que entró
a La Tablada gritando “amaos los unos a
los otros” con una ametralladora antiaérea calibre .50); el Padre Jesús
Olmedo (claretiano español, hermano del Obispo Pedro Olmedo, con quien interactúa
en La Quiaca, siguiendo el piadoso modelo utilizado por Monteagudo y Castelli en
el Alto Perú entre 1810 y 1811); el Padre Marcelo Trejo (mano derecha, en este
sentido y en el otro también, del sodomita Maccarone); el Padre Delfor
Brizuela, alias Pocho, (el que en sus
homilías habla de sus colitis por excesos de comidas, otrora amigo de Menem y
hoy devoto de Nestitor); el Padre Carlos Gómez (Párroco de la Iglesia Stella
Maris de Ensenada, con unas cuantas denuncias penales en su haber por faltarle
dinero en las cajas); el Padre Alejandro Blanco (asesor del Hogar Madre Tres Veces Admirable); Patricio Doyle (ex sacerdote
adscrito a los mentecatos del indigenismo y otros más turbados que él); el
Pastor Arturo Blatezky (judío sionista converso de la iglesia Evangélica del Río
de la Plata, miembro junto con el Obispo de Neuquén, Monseñor Melani, del Movimiento
Ecuménico por los Derechos Humanos); Oscar Campana (director de la revista
sinárquica Vida Pastoral
de la Sociedad de San Pablo) y Diana
Maffia (antigua tortillera, partidaria del aborto y la contra natura, copartícipe
en la cloaca de los encuentros con la Asociación de Mujeres Meretrices por los Derechos Humanos y la Asociación
Lucha por la Identidad Travesti y Transexual).
El coordinador de este magnífico
evento es Antonio Fenoy (ex sacerdote expulsado como docente de catequesis en La
Plata por enseñar a los niños y adolescente doctrinas contrarias a la Iglesia
Católica), y de Ernesto Martínez (pederasta pasivo), que hace de moderador y,
como sodomita militante, para que nadie se pase de raya que no sea la suya.
A su vez Misia Hebe, que completa
este elenco súper estelar, también tiene sus audaces antecedentes teológicos.
Memorioso el lector evocará que ella en dos oportunidades
se recordó de Su Santidad, el Papa Juan Pablo II, diciendo en la primera
que era “un cerdo” y en la segunda “que esperaba lo friten vuelta y vuelta
en el infierno”. De manera que el seminario está en buenas manos.
Personalmente no creo que esta sea la
Iglesia Clandestina, como la han
tildado los ultramontanos y retardatarios. Tampoco que fuere uno de los 3.200
credos y 11.000 templos que hay reconocidos por Jorgito Taiana desde el
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, en una nación con el 98% de
bautizados. No. Sí creo firmemente que Hebe, sus curas, pastores, demás teólogos
abortistas, sodomitas fervorosos y más turbados, serán los que arreglarán la
Santa Fe Cristiana, deteriorada por los mismo curas que ahora la quieren
arreglar, como para que dure unos 2.000 años más.
¿Y el Episcopado Argentino con la
Conferencia Episcopal? Están bien y les mandan saludos a todos. Aunque recuerdo
yo aquella frase de que “el que calla otorga”. Monseñor Bergagoglio me ha
dicho que esta frase es una pavada hecha y derecha, y de ahí se fue con el cura
Marcó a la AMIA a pedir perdón. Y me ha mandado a decir que mañana no estará
en su despacho, porque se irá a la DAIA, también a pedir que lo perdonen los Predilectos
Hijos del Señor de Israel. Como Benedicto XVI que, para no ser menos, se
fue a Polonia a pedir de rodillas que lo perdone el Pueblo
Santo de Dios. Así se debe hacer.
Diga ahora el lector si Hebe de
Bonafini no merece esta Cucarda de Plomo.
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