Los Colorados del Monte, enero
de 2007.
A don CARLOS FERNANDEZ.
Muy querido amigo; camarada
preferido:
Hoy
por ser domingo, día del Señor y de San Hilario, hice diana a las seis de la
mañana. Como verá me estoy aburguesando horriblemente. Esto es malo, como decía
León Bloy, para el cuerpo y el alma. Y de seguir así, pronto estaré blando como
un flan y afectado de mohines como los zurdos paquetes de la Recoleta. Así que
mañana me aplicaré un correctivo para estar siempre listo como un resorte.
Bueno mire; yo le escribo preocupado por lo que está pasando en Venezuela con
este muchacho Hugo Chávez que, como Alvar Núñez, es Cabeza de Vaca, no
por lo heroico y conquistador sino porque tiene más lengua que seso. Y a eso lo
demuestra cada dos trancos de pollo con viruela, o menos si prefiere.
Me
refiero al mensaje y entredichos que tuvo con la prelatura de la Iglesia
Católica, y más concretamente con el Cardenal Jorge Urosa Sabino (por un
documento de la Conferencia Episcopal Venezolana, CEV), durante el desarrollo
del acto de toma de juramento al nuevo gabinete ministerial. Una variedad de la
cobardía propia del marrullero chanfaina, si usted me dice, porque le habla así,
en público, a quien él sabe no le puede contestar, quedando el mentecato ante
los restantes cuadrumanos, como el bizarro paladín de una gesta heroica por
venir. Aquí, en la ciudad, le dirían guapo. Y en el campo maula. Porque dígame,
para qué lo invita si lo va a maltratar.
Vea
don Carlos, este Chávez me hace acordar al viejo de don Cirilo Díaz, un ciego
que teníamos en el pueblo y al que le decían Chimichurri porque no
faltaba a ningún asado. Nadie sabía cómo, pero al asado que se hacía, él se
hacía llevar como peludo de regalo; y sentado sobre una desvencijada silla de
tientos sin sobar, empollaba los huevos esperando que alguien le tirase una
posta de garrón. Completaba el menú con ensaladas y esas porquerías que comen
las mujeres con hipo. Porque el asado debe ser de carne, pan y vino. No es de
criollos eso de andar verdeando, ¿a dónde se ha visto eso?
Y
este Cirilo era famoso porque de los caballos que estaban sombreando en la
maroma, le traían un pellizco de pelos y le preguntaban de qué pelo era el
animal. El los tomaba haciéndolos andar entre los dedos y al rato, hacía que
miraba al cielo como rumeando, y sentenciaba: bayo. Ahí nomás le traían otro
manojito y decía: tobiano. Y así le dictaminaba lobuno, overo rosado, overo
negro, pangaré, gateado, cebruno. ¿Pero acertaba el ciego?, me preguntará usted.
¡No, jamás! No pegaba una, ni de casualidad. Pero hacía reír a la paisanada y al
otro día quedaban las mentas de los dichos de don Cirilo en la Bola de Oro, que
es el almacén de ramos generales. Y yo, en homenaje a este personaje que ya no
está y por ser tan parecido, a Chávez en lugar de Hugo lo llamaría Cirilo.
Porque mire: eso de que hay que ir a la Biblia para ver lo qué es el socialismo,
es no tener idea de nada. Pero como además recomienda la lectura de Marx y de
Lenín, me da la impresión que don Chávez no ha leído ni a la Biblia, ni a Marx,
ni a Lenín y anda de petimetre repitiendo lo que otros zanguangos dicen. Y dejo
aclarado que tampoco leyó a José Stalin, porque no lo nombra: el corrector de
Lenín, que ya había corregido a Marx. De estos tres judíos, Marx es una momia;
Lenín se ha convertido en un dogma muerto y Stalin fue un muerto vivo o el vivo
de los muertos cuando estaba vivo, calcule hoy que lleva medio siglo de estado
civil difunto.
En
cuanto al Cristo socialista y hacer comunista a la congregación de los fieles
cristianos que se encuentran bajo la autoridad de sus legítimos pastores, es una
monserga tantas veces remachada y lugar común de los que viven repitiendo frases
hechas, que en una de esas me las voy a terminar creyendo. Manda el presidente
venezolano a los Obispos a que estudien el Sermón de la
Montaña (Bíblicamente: el discurso de las
Bienaventuranzas, Mt. 5, 1-12 y Lc. 6, 20-23), para que descubran el
socialismo. Una irreverencia hacia los Obispos y un insulto a nuestra
inteligencia que no pasa de un parroquiano cachiquengue.
El
lenguaje de las Bienaventuranzas contiene numerosas reminiscencias del Antiguo
Testamento, especialmente de los Salmos y los Profetas (ver Sal. 11, 7; 12,
6-24; 24, 3-4; 37, 11; 41, 2; 126, 5; e Isaías 61, 1-3 y Zacarías 7, 9-10). Por
otra parte las Bienaventuranzas de San Mateo son ocho y las de San Lucas,
cuatro. Pero ambos textos son iguales en el fondo, que es lo que interesa. Mateo
presenta un programa de vida al que corresponde una recompensa celestial. Lucas
acentúa más crudamente la inversión de situación entre esta vida y la futura, la
que será dramatizada en la palabra del hombre rico y el pobre Lázaro (Lc. 16,
19-31). El pobre del Antiguo Testamento es, principalmente, el hombre
desprovisto de riqueza interior, espiritual, antes que exterior o material,
aunque en ocasiones, y no siempre, la una involucra la otra. Así resultaría que
tener “alma de pobre” sería ser un inocente. Como son los venezolanos a quien
este Tartufo les vende la verdurita. El pobre bíblico nada tiene
que ver con el lumpen proletariat.
Pero
aquí habría que decirle al Cirilo venezolano que le erró fiero como recular en
chancletas; por el pelo dijo: zaino mula, y resulta que era tordillo palomo.
Pero, ¿quién será el que le dice todas estas estupideces que él repite con tanto
entusiasmo? ¿Quién, en definitiva, le pone el casete a cinta en la espalda, le
cambia las pilas y lo larga a divagar por el océano proceloso del pelotudismo
sin abuela? Porque, ¿dónde está el socialismo en esto? Es una interpretación
enteramente caprichosa. Que me hace recordar a las interpretaciones que le dan a
las escrituras ciertas herejías: a gusto y paladar.
Y
aquí, al trotecito no más, le cuento que el rabino Mordechai Kissel, más
conocido en los tabucos como Carlos Marx, su pseudónimo periodístico, se refirió
a Simón Bolívar, el héroe de Cirilo, como el “canalla más cobarde, brutal y
miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque” (carta de Marx a Engels de
fecha 14 de febrero de 1858).
En esa misma misiva el Arcángel de los Obreros, don Mordechai, afirmaba a su
amigo que Bolívar era un mito de la fantasía popular: “La fuerza creadora de
los mitos, característica de la fantasía popular, en todas las épocas ha probado
su eficacia inventando grandes hombres. El ejemplo más notable de este tipo es,
sin duda, el de Simón Bolívar.” ¿Qué le parece el desayuno que le estoy
sirviendo? Creo que a esto ya se lo dije en otra de las mías.
Pero
parece, siempre ateniéndonos a la carta citada, que el yanqui Dana era loco
pero no tonto, distinto de los que tenemos en el Río de la Plata que son
tontilocos, una variación genética de la lúes sifilítica que produce
horribles deformaciones cerebrales, y si no me cree mire a don Esteban
Echeverría. Y terminó el editor rechazando el artículo del Padre de los Pobres
porque se salía del tono enciclopédico. ¿Sabrá estas cosas el Cirilo venezolano?
Y si las sabe, ¿por qué no las dice y se deja de engatusar a la pobre gente?
Porque este texto del rabino Mordechai es la base y sustento de la leyenda
negra de Simón Bolívar. No es perejil en maceta: es grave. El texto de esta
carta delatora fue descubierto en 1935 por Aníbal Ponce en los Archivos del
Instituto Marx-Engels-Lenín de Moscú.
Y ya
que estoy de paso recordando la judería, le evoco que ni Marx, ni Lenín, ni
Stalin se acuerdan una sola vez y para nada de Venezuela. No existe, por eso la
ignoran. Tampoco el medio judío Che Guevara, que los bolivarianos lo han hecho
héroe nacional.
En
cuanto a la CEV tiene razón en mandarle a preguntar qué es el Socialismo
Siglo XXI o el nuevo socialismo. ¿Usted sabe lo que es? Bueno yo
tampoco y, lógicamente, preguntaría. Y esto es lo que han hecho los obispos. Ya
en otra de las mías le decía que marxismo y liberalismo es uno disfrazado de
dos. Cuando un liberal le antepone el adjetivo nuevo a una cosa,
póngale la firma que esa cosa no tiene nada de nuevo y es la arcaica que supimos
conseguir y sufrir. Es como una contraseña que se dan entre ellos guiñándose el
ojo. Por ejemplo: nueva cultura tributaria; esto quiere decir: muchachos
no se asusten es el viejo tongo de siempre, paga la gilada y los tipos con
rupias no; nueva administración pública, es una forma de decir que es la
administración pública de siempre; nuevo Banco Italiano; etc. Es decir
ellos creen que anteponiendo nueva o nuevo a las estructuras
obsoletas ya han hecho una revolución.
Si
se aplica esta regla tan sencilla a las palabras de Chávez, el nuevo
socialismo, es el socialismo de siempre, el viejo y perimido sistema.
Pero como lo gestado por Marx es una utopía inaplicable a la realidad de una
nación, situación en la que ya había reparado Lenín, en la práctica se aplica el
marxismo recauchutado que se llama comunismo, recauchutado a su
vez por Stalin que le dio los últimos retoques mientras se entretenía fusilando
de a centenares de miles. Tanto que de la mano de don José, ¡ni los marxistas se
salvaron! Las peores purgas estalinistas comenzaron ¡en el propio partido!
Y
digo yo de puro meterete: ¿qué le habría pasado al Cirilo venezolano si caía en
las manos de don José? Mire usted: cuentan que después de mandarse el Nüremberg
francés (250 mil ejecuciones), el General de Gaulle se fue a ver a Stalin a la
misma Rusia en tren de besamanos. Cuando se estaban despidiendo de Gaulle le
preguntó a don José qué hubiese hecho con él si caía prisionero. Stalin se quedó
mirándolo en silencio y le preguntó: ¿sabiendo quién era usted? Sí, le dijo de
Gaulle muy orgulloso. Lo hubiese hecho fusilar a los cinco minutos. De Gaulle se
rió. Stalin no, porque además no se reía nunca este bolche.
Le
dejo un abrazo don Carlos, contento de saber que mejoró de su cluequera.
Que
Nuestro Salvador Jesucristo y su Santa Madre lo mantengan siempre bueno.
JUAN
kkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
|