Los Colorados del Monte,
enero de 2007.
Estimado amigo; dignísimo compatriota:
Hago presidir a ésta por nuestro emblema de montaña que sé usted
lo tiene como yo, y merecidamente. El no es como dice el vulgo
callejero: AETM. No. Es GEEA que significa Gran Elegido del
Ejército Argentino, si a lo que hay que hacer para obtenerlo nos
atenemos. En lo que a mí respecta me pelé bien en trasero para que
me lo diesen, y para ello me contaron bien las costillas con el
asunto de las Ordenes del Día, el cerro tal y la altura cual. Pero
en fin, ya pasó. Hoy descansa en un banderín atado a una piqueta
de la Escuela Militar de Montaña de Aosta, Italia, y un sombrero
del Friule. Medio facho este asunto. Al sombrero alpino me lo
regaló la Sociedad Friulana de Rosario.
Bueno, pero vayamos a lo nuestro que son dos cosas. La primera
está referida a los orígenes financieros del NacionalSocialismo.
Y, para hacerla más leve, se la diré con una viñeta que vale más
que todo un desarrollo teórico doctrinal.
Estando yo recién aterrizado en Buenos Aires para cursar la EST,
digamos que principios de 1973, vengo a enterarme, por boca de
gente del moviendo, de un hombre que vivía habitualmente en
Rosario pero que frecuentaba también la Capital Federal, el cual
había sacado en septiembre de 1972 un par de libros sobre el
sionismo.
Lo primero que hice fue conseguir los libros, que resultaron ser
tres, pero logré sólo dos, de manos de un librero diligente y
hombre de la causa. El autor terminó siendo don Jacques Zoilo
Scyzoryk, un judío polaco criado en nuestro país y de religión
judía. Seguidamente me puse en campaña para conseguir su dirección
que no dejó de tener problemas. Porque debido a las expresiones y
opiniones vertidas en aquellos libros, don Zoilo vivía a salto de
mata perseguido por los zelotes del Palmaj
(destacamentos de choque del Haganá, que en hebreo
significa autodefensa) y el Najal. Digamos, para
fijar ideas, lo que actualmente le pasa al campeón mundial de
ajedrez, el estadounidense Bobby Fisher, que cambia de residencia
cada tres días desde hace más de 15 años (la verdad: hoy no sé si
no lo prendieron y ya lo carnearon, o se les sigue escapando;
después me vienen a contar lo de las fugas en las películas).
Por este motivo inicié una correspondencia con este autor (en dos
direcciones: en Rosario y en Buenos Aires en una Casilla de
Correo), quien puntualmente me contestaba, pero jamás lo pude
conocer, por distintos motivos, personalmente. Resultóme el hebreo
una persona agradabilísima. No pienses por esto que fueron muchas
cartas que fueron y vinieron. Fueron muy pocas y las que conservo
en mi poder menos aún.
Ahora bien: después de este exordio, te confieso que aparecieron,
a poco de andar, estas cuestiones del NacionalSocialismo. En un
primer momento me hicieron reír, luego me puse serio y finalmente
quedé desorientado, situación en la que permanezco. Pero, ¿por
qué? Porque, si bien hay un cierto tufillo de verdad, hay muchas
cosas que no cierran. Otros, en cambio, han rechazado de plano a
don Zoilo por mendaz. Bueno: allá ellos. Pero a tantos años de
aquello, ahora aparece lo de Quarracino que me haces llegar. Que
no digo sea enteramente cierto, pero ¡coincide con lo advertido
por Scyzoryk! Y aquí no pudo haber arreglo para trampear incautos,
porque Scyzoryk ¡lleva 30 años de muerto! Luego: “algo huele a
podrido en Dinamarca”, digo parodiando al Hamlet de mi amigo
Shakespeare.
Don Zoilo hablaba que Hitler para su manejo con los financistas se
movía con “un eje” que pasaba por un tal Kieserling- Schacht-Adenauer-Eichmann
(gestado a partir de 1923, más o menos). Sí, ya sé: para no creer.
En realidad todo esto es para no creer. Adenauer es el que fue
Canciller de Alemania de la post guerra; Eichmann es el Coronel de
la SS secuestrado en Buenos Aires en 1960 (gobierno del afiliado
con sus dos hermanos al PC en 1935; luego abogado del Socorro Rojo
Internacional y cripto judío Arturo Frondizi) y Schacht, masón
irredento, fue ministro de economía en la primera parte del Tercer
Reich (bueno: ahí tienes algo inexplicable, la economía de Hitler
manejada por un masón confeso).
En una de sus cartas don Zoilo me dice: “El escritor francés
Pierre Virón, que es uno de los más penetrantes conocedores de las
maquinaciones de la Alta Masonería, en su interesante obra
El Gobierno Mundial y la Contraiglesia,
pág 166, escribe: Lady Queensborough
en su libro Occult Theocracy cuenta que en
Ámsterdam (Holanda) en 1933 apareció un libro titulado Fuentes
Financieras del Nacional Socialismo del cual todos los ejemplares
desaparecieron de la venta. En él señalaba que en 1929 la
Guarantee Trust buscaba un hombre para hacer una contrarrevolución
nacional. Encontró a Hitler. Su primera contribución tuvo lugar
con intervención de los Banqueros (judeo-alemanes) Mendelssohns.
Hubo nuevas entrevistas y la operación pasó a contar en seguida
con la cooperación económica de Deterding, presidente de la Royal
Deutsch (Shell, B. P., etc.), siempre por intermedio de
Mendelsoshon, con el Rotterdamshe Bank y el Banco Comercial
Italiano.” Todos indudablemente –agrega Zoilo- de capital judío.
Esto es textual mi viejo.
Y bien caro amigo: las fuentes que cita Quarracino no son Scyzoryk,
ni Virón, ni Lady Queensborough: son bien distintas, aunque como
ves, bien coincidentes. Y entre los judíos sionistas que cita el
autor se encuentran: Morgan, Baruch, Rothschild, Warburg, Lehman,
Krupp, Fritz Mandel, “y otros” dice. Más adelante don Zoilo llora
la muerte de su Polonia natal a manos de los alemanes y rusos (1°
de septiembre de 1939). De paso te cuento que en 1935 el camarada
José Stalin (medio judío) había publicado un libro en contra del
colonialismo y del imperialismo. Cuatro años después
de la edición, con Polonia, todo se le había olvidado a don José,
siempre tan travieso. Este libro panfletario es la Biblia de
cabecera de todo marxista argentino, seguidor de semejante
degenerado. Lo citan hasta para ir al baño. Claro: sin contarle a
la gilada lo que pasó después. No. Eso, no.
Pero lo que don Zoilo me contaba de Eichmann te deja en el
orfanato.
Eichmann estaba detectado de mucho antes de su secuestro por los
judeosionistas. Lo que se contó de su captura fue una fábula. El
ex SS tenía en su poder una gran cantidad de documentos muy
comprometedores que vinculaban a Hitler con el sionismo y la
masonería. Aparte de los que me imagino tendría en su cabeza. Como
los judíos lo apretaron, parece que Eichmann los amenazó con
deschavarlos. Aunque puede ser que les haya pedido dinero en
cantidades industriales, porque el alemán estaba pasando una dura
estrechez económica. Gran revuelo en el avispero: Alemania,
Incalaperra, Israel y Argentina. ¿Entonces qué hacer? Muy fácil:
pedir la extradición por criminal de guerra. Pero si el Estado de
Israel se presentaba en la demanda, Eichmann le contaría al juez
argentino la justa y entonces, Hitler, la Guarra Mundial II, el
holocausto, las suculentas indemnizaciones y ¡el mismo Estado de
Israel!, se irían por el agujero negro, inconmensurable del
retrete. No. Imposible.
Entonces nace la idea del “secuestro”. Y digo esto porque lo
“secuestraron” con la anuencia del gobierno del criptojudío
Frondizi y al parecer ¡con la del mismo Eichman! No, si es para
agarrarse el culo a besos. Y Eichman habría accedido, o bien
porque no le quedaba otra o bien porque lo engatusaron. No sé.
Bueno digo yo: ¿y por qué no lo mataron que es mucho más simple e
higiénico? No. No podían porque nadie sabía dónde estaban
depositados los documentos, que fue una escribanía en Avellaneda.
Era Eichmann con los “pelpas” y si no nada. Y lo lograron como ya
sabemos. Días después del “secuestro” la escribanía fue
dinamitada, con escribano y empleados incluidos, lo que no deja de
ser saludable para la ecología. A esto me lo contó un judío por
escrito y no el verdulero de la esquina que vive peleándose con la
patrona.
Cuando yo me enteré de esto, quedé tan boquiabierto que mi
dentadura postiza fue a dar debajo de la mesita de luz, y así con
pelusa y todo, tuve que colocármela. ¡Que joda viejo camarada!
Sí, ya sé, tienes ganas de pegarte un tiro. Yo no te pagaré la
bala. Tendrás que financiarla.
Respecto a Galileo Galilei lo dejo para mi próxima, porque él
forma parte de una torta fabulosa. Cuando la Iglesia le dio la
cana se arrugó como el bandoneón de Troilo. Si lo hubiesen quemado
vivo, habría existido un grave problema de contaminación. Esta es
la única contra que yo veo. Pero, ¿pedirle perdón? ¡Santo Cielo!
Habiendo contaminado convenientemente tu cerebro te abandono hasta
la próxima.
Que nuestra Patrona, la Virgencita de las Nieves te cuide, guíe y
proteja siempre.
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