Los Colorados del Monte, septiembre de 2006
Al don Carlos
Fernández
Mi buen amigo
y medio hermano querido:
En el día de
ayer, 21 de septiembre, me llegaron las noticias de que Néstor, después de dar
un discurso contradictorio en el forro de la ONU, ante una multitud de butacas
vacías que lo escuchaban atentamente, se entrevistó con prominentes hombres de
negocios de los EE.UU.
Mientras tanto Cristina mataba el tedio mañanero como
enviada de la O.S.A. (Organización Sionista Argentina, dependiente de la
Internacional que, fíjese, tiene su sede justamente en frente de donde estaba su
esposo chamuyando), para explicar lo del antisemitismo en la Argentina que, en
verdad, es sólo Buenos Aires y, dentro de este mapa, la Capital Federal, pero,
discriminando al conglomerado humano porteño, es exclusivamente el Grupo
Quebracho, unos mocos que son empleados pagos de su marido, el Nestitor, en
tiempos que no sabemos si son idos, los que están, o los por venir. Es decir, la
minoría de la minoría, lo que es una insignificancia como rebanada de cinco de
queso, finita como para calcar.
Pero mire vea
don Carlos, usted podrá decir cualquier cosa de los judíos, menos que se comen
los mocos como hace Néstor cuando discursea. Y para arreglar esta ensalada de
puerro con tallarín y lombrices, los de acá lo mandaron para que diera
explicaciones como jefe de los bandidos. Digamos que un “estate quieto”, manso y
poco subliminal. Medio directo el asuntejo. Porque mire: no hay que andar
matoneando de balde. Con un buen par de cartuchos se escarmientan los chimangos.
Pero hablemos de perros con menos pulgas.
Y si usted se
imagina lo que pasó con los gringos, escamoteado por nuestros periodistas que
cuidan al Tuerto con sacrosanto fervor, porque de allí comen, las cosas salieron
de maravillas. Por lo menos en lo programado, que es meritorio. De los
resultados no sé, porque el que anda con gringos amanece meado, dado que son
todos de taba culera. Que no son como las gringas, llenas de encanto y dulzura.
Mire, créame amigo: si la morena es cosa buena, la gringa es agua bendita. ¿A
quién no le va a gustar bañarse en agua bendita? Digo como para descansar del
matecocido y el pan con chicharrón, que para mí es una exquisitez.
Bueno sigo:
todo iba bien ese día, hasta que Néstor salió perorando ante un selecto grupo de
empresarios. Siempre un Presidente Latinamerican habla ante un grupo
selecto; nunca ante garrapatas avinagradas, ni ladillas pegajosas. Pero no va
que, mientras yo me merendaba un jamoncito que me mandaron con mucha sal para
bajar la presión, con pan casero de los que tienen el chorizo en el medio,
encuentro que detrás de esta Albóndiga Embrujada, el Pithecantropus que
supimos conseguir, apareció un cartelito que decía así:
¿Qué me dice? Mire don Carlos: tal cual. Y no me diga nada,
porque tomé la fotografía para usted que siempre me quiere cabestrear. Pero ¿qué
se esconde detrás de nombre tan insignificante como inocente? Es lo que le
quería decir.
Este antro está ubicado en un elegante edificio, justo en frente
del que tiene por sede el Council on Foreing Relations (CFR), sobre el
refinado Park Avenue en su intersección con la calle 68 de Nueva York, desde
donde parte el mandato de la Patronal hacia sus virreinatos. En su acceso se
luce sobre mármol y en dorado bronce este singular y modesto cartelito:
Una tenebrosidad que trabaja sincronizadamente con su simétrico
existente en la Incalaperra: el Royal Institute of Internacional Affairs
(RIIA). De allí surgen las directivas para la Mancomunidad Británica (una
forma galana con que los incalaperros llaman a sus virreinatos), es decir, el
resto del mundo. Se encuentra ubicado en el distinguido barrio llamado
Chatham House, en el número 10, de St. James’s Square, Londres SW1Y4LE,
Incalaperra. Allí se puede admirar una placa granítica como esta que le muestro
más abajo. Adentro, están ellos: los cerebros del mundo. Que es la
Patronal de la Patronal. O sea (Patronal) ². No es joda viejo. Y si se puso
serio hizo bien.
Estas tres
placas que le he reproducido, en realidad y así, en pelo sin riendas ni bocado,
no dicen nada. Pero, tanto el CFR norteamericano como el RIIA incalaperro, son
organizaciones de estructura masónica y son, además, masónicas.
Entonces la cosa empieza a tomar color. Y no nos sorprenderíamos don Carlos, si
un día se descubriese que el establishment británico ha mantenido una
suerte de control sobre su ex colonia americana a través de canales
secretos como la masonería y discretos como el CFR y el RIIA.
De donde surgiría que la gran potencia que suponemos son los
EE. UU. no es otra cosa que una marioneta de Isabel II.
Por eso le
recuerdo que la jefatura de la mayor logia británica, de la que depende el
Gran Oriente Argentino, satanistas domiciliados en Cangallo 1242, de Capital
Federal, la desempeña desde 1952 don Felipe, Duque de Edimburgo y príncipe
consorte de la reina Isabel II, quien es, a su vez, la cabeza de la masonería
mundial.
En el marco de
esta compleja red de influencias y conexiones dentro y fuera de la Incalaperra,
estrechamente emparentada y coordinada con la red holandesa (donde Máxima,
pichón de picurú, masona ella y su marido, e hija de un masón procesoico, juega
un papel destacado), el RIIA parecería haber ejercido un rol importante a lo
largo de las décadas, manteniendo adecuadamente alineada la alianza
anglonorteamericana: la más grande alianza político militar de que se tenga
memoria. Y no sólo la II Guerra Mundial parece atestiguarlo, sino también otros
operativos militares como lo han sido las guerras del Golfo Pérsico, Medio
Oriente, Malvinas e Irak, sin contar Irán que está en capilla y ya ha presentado
la solicitud para ser desmierdado. Dejándole de regalo para usted lo acontecido
en Panamá, Trinidad Tobago y últimamente en Haití: para que vea lo bueno que
soy.
Y ya que estoy
estribando corto le cuento amigazo que la Patronal (CFR) tiene bases en:
Guantánamo, en la Cuba del Patriarca; Honduras, en Soto Cano; El
Salvador, en Comalapa; Aruba, en Reina Beatriz; Curazao, en Hato; Costa Rica, en
Liberia; Ecuador, en Manta; Perú, en Iquitos y Nanay y Colombia, en Tres
Esquinas, Larandia y Puerto Leguizamo. Pero ya están adelantados los estudios
para la instalación de bases en: Brasil, en Alcántara; Bolivia, en El Chapare;
Argentina, en la Triple Frontera y en Tolhuin (Isla Grande de Tierra del Fuego),
sin contar los sondeos que recientemente se han iniciado en Chubut, Córdoba y
Salta. De donde se deduce que nuestra Argentina podría tener cinco bases de la
Patronal, sin contar la que la RIIA ya tiene en Malvinas. ¡Un lujo! ¿Somos o no
somos un país privilegiado? Más aún: regocíjese don Carlos, ¡estamos en el
Primer Mundo!
Bueno, dicho
esto, le propongo volver a la Americas Society desde donde le habló al
mundo nuestro Visorey, el eslabón perdido entre la cucaracha y el pulpo, con su
dicción clara y profunda (¿vio que habla como si estuviese chupando un
caramelo?). Esta organización siniestra, le decía enantes, tiene gran relevancia
para los países Sudamericanos: que si la Patronal es el living-comedor, nosotros
no somos las dependencias de servicio, sino la cucha del perro, pulgas de más,
garrapatas de menos.
La Americas
Society conforma una de las principales organizaciones discretas
cuya función, más que generar políticas para la región, se limita a coordinar
los intereses del globalismo en el subcontinente infradotado. Fue fundada
después de la II Guerra Mundial por iniciativa de David Rockefeller, y en la
actualidad sus principales dirigentes son miembros del CFR. A ella también se ha
incorporado como miembros a muchos empresarios sudacas como: Octavio A.
Caraballo, Amalia Lacroze de Fortabat, Arnaldo T. Musich, José E. Rohm, Federico
J. L. Zorraquín, José Stenssoro (que ligó la privatización de YPF hasta que pasó
al estado gaseoso después que se le cayó el avión), etc. Casualmente el
empresario Roca, pariente de Julito, hizo de presentador de la musaraña en este
infiernillo. ¡Esta ya es una cuestión de familia, mire vea! Porque no puede
haber en una genealogía tantos hijos de siete leches, ¿no le parece?
Claramente la
Americas Society es una entidad norteamericana que ayuda a los que
detentan el poder en los EE. UU. en sus relaciones con los habitantes de la
cuchas, y lo hace integrando sus políticas y estrategias con los del CFR, por no
decir de la RIIA, de los cuales es un mero apéndice e instrumento. Y al que saca
los pies del plato se los cortan con un serrucho para que le duela más. ¿Me
entendió?
¡Pero don
Carlos, no todo es purulento en esta vida! Mire: hay siempre un costado bueno.
Escuchando hablar a don Néstor y de verlo tan burro me he inspirado, y tratando
de igualar la pluma maravillosa de don Juan Ramón Jiménez, escribiré un libro
que se llamará “Nestor y yo”. Ya verá la cantidad de rupias que juntaré y a
usted le daré minga, por descreído.
Pero al fin y
al cabo Néstor cumplió con su promesa: no se bajó los pantalones. También se
bajó los lienzos y se agachó, respirando hondo, para que le entren por la
retaguardia objetos extraños de punta roma en forma reiterada. A nosotros
también, más temprano que tarde. Esto es llamado por los guarangos “enema con
peluca”. Pero ignoro su significado.
La Americas
Society tiene una sucursal en Argentina como en casi todos los países del
mundo. Se llama CARI (Consejo Argentino para las Relaciones
Internacionales), con sede en Buenos Aires, que opera en estrecha y
alineada colaboración con el CFR , la RIIA y dos nuevos antros de la sinarquía
internacional: la Trilateral Comisión y el Carnegie Endowment for
Internacional Peace. Entre sus fundadores se encuentran los siguientes
patriotas: Roberto Alemann, Fernando de la Rúa, Nicanor Costa Méndez, Mariano
Grondona, Jorge Wehbe, el general Alcides López Aufranc, Juan Aguirre Lanari y
Jorge Vanosi. Pero el verdadero autor de la criatura fue Mariano Grondona. Sí,
don Carlos, el mismo comechingón que tiene un programa de televisión que cautiva
a la gilada perdularia y otro donde, como profesor, pero más aputado, da clases
desde su óptica kantiana pero disfrazado de cristiano.
Bueno don
Carlos: aquí le he nombrado por donde anda don Néstor y con quiénes se junta,
directa o indirectamente. Como usted apreciará, una bellecita, ¿o no?
Se explica
ahora lo que hace Néstor con los militares que combatieron a los bolcheviques y
a los gringos en Malvinas. Comprende ahora porque se bate el parche con los
30.000 desaparecidos. El por qué de Etchecolaz: justamente cuando le dictaban
sentencia Néstor estaba hablando en la Americas Society. ¿Una
coincidencia? Tal vez. No sé si me entiende.
Otra vez me he
excedido don Carlos. Descuide usted, que no será la última.
Que Nuestro
Salvador Jesucristo y su Santa Madre lo cubran con su manto celeste y blanco.
DIOS, PATRIA y
HOGAR
JUAN
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