Que llega o que no llega
a la Cumbre del MERCOSUR que se realizará hoy y mañana en
Córdoba. Lo cierto es que Fidel siempre se hace rogar y
desear, aunque represente el atraso del reloj en esta
devaluada parte del mundo. Con seguridad los que aquí se dicen
defensores de la democracia y los derechos humanos, ni bien
pise suelo argentino el barbudo comandante, se abalanzarán
sobre su humanidad con riesgo para su integridad física. No
saben los pobres de mente que eso sería hacerle un daño
inconmensurable a los Estados Unidos que lo protegen como
propio porque si pasa lo que se anticipa, 11 millones de
cubanos pujando por entrar a Miami representaría el caos y tal
multitud no sería soportada por la endeble política de pies
secos. Hay que preservar al tirano a cualquier precio antes y
es posible que también después. Sería lógico que más adelante
conozcamos a un ser embalsamado que siga discursando durante
mucho horas. La ciencia del futuro con seguridad hará
maravillas.
Es extraño
como algunos demócratas tercermundistas se apiñan por un
tirano mientras otros que dicen combatirlos desde la vereda de
enfrente harían lo mismo por Hitler, Stalin o Pol Pot. De
tener que elegir nos inclinaríamos por este último debido a
que fue el creador del experimento de ingeniería social más
radical de todos los tiempos; mucho mejor que el “uno a uno”
de Menem y la devaluación pesificada de Duhalde. No por nada
el sistema implementado en Camboya maravilló al mundo con 2
millones de cadáveres sobre una población total de 8 en 3 años
y medio de duración. ¡Eso se llama eficiencia!
La ausencia
de George W. Bush a la cumbre del Mercosur le restará la
pimienta necesaria a la otra Cumbre de los Pueblos por la
Soberanía y la Integración Sudamericana que se desarrollará en
forma paralela, y que, como es lógico, será solventada por
contribuyentes anónimos de los países intervinientes, más se
nos hace que argentinos y venezolanos correrán con la mayor
parte del desembolso.
Habrá que
ver lo que sucede. Mucho se hablará en la Cumbre de las
asimetrías económicas pero nadie largará prenda acerca de las
asimetrías poblacionales que son, en gran parte, causa de las
diferencias. Podría hablarse también de la inmigración
europea, de la poca población indígena que habitaba lo que hoy
se llama Argentina, de la harina blanca del trigo en lugar del
maíz, y de las proteínas que otorgan la leche y la carne
vacuna. ¡Claro que hay diferencias!
Y las
diferencias se manifiestan arriba por el precio del gas, en el
oeste por la provisión del fluido, en el este por la
instalación de un par de pasteras y por el lado de arriba
tenuemente inclinado pour la galerie hacia Brasil, por la
energía de la represa de Yaciretá. Pero existen otras
diferencias elementales: Uruguay tiene 3.400.000 habitantes,
Paraguay 5.700.00 y Bolivia 9.400.000. Argentina 40, 40
millones. Es una diferencia de peso a la que habría que
prestarle mayor atención y sacarle el máximo provecho (estamos
hablándoles a los administradores argentinos, por supuesto).
Es difícil
avizorar cómo será el futuro en la región. Seamos prudentes y
limitémonos al presente cercano, al hoy hasta el mediodía de
mañana, a lo sumo, del sábado. Los equipos se arman de abajo
hacia arriba (pregúntenle a Pekerman al que le ganaron todos
los partidos importantes con goles de cabeza convertidos por
el centro del área) y con mucho tiempo por delante. Sería
conveniente que primero se anuden lazos entre países cercanos
a los cuales unen lazos históricos y de sangre. Hemos dicho
que en el caso de Argentina; Bolivia y Perú deberían ser los
elegidos, y que tendría que invitarse a Ecuador, Paraguay y
Uruguay, aunque estos dos últimos hayan establecido de hecho,
junto a Bolivia, acuerdos no escritos debido al permanente
éxodo de su población hacia nuestro territorio.
¿Podrá una
reunión de Presidentes solucionar el problema del
narcotráfico, la miseria, a la cual se la llama
eufemísticamente “pobreza”, el hacinamiento en las grandes
ciudades, la polución del aire o de los cursos de agua, el
analfabetismo, la maternidad infantil, la amenaza terrorista,
el crimen organizado, la poca industrialización de muchas
regiones o el enriquecimiento mal habido de los políticos que
azotan la región?
Habrá que
esperar bastante para que se cumplan algunas de las
expresiones de deseos que se plasmarán en el documento final.
Mientras
tanto nos divertiremos con algún que otro clown que asista a
la Cumbre.
Un envío de
Correo de Buenos Aires
21/07/2006