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LAS 20 VERDADES
DEL PROGRESISMO

PRIMERA VERDAD

   La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que quiere y defiende un solo interés: el de los amigos y empresarios de los negocios, y periodistas, que hacen lo que les dice el gobierno qué tienen que hacer para merecer el estipendio, pobre, grande, duro o jugoso, pero masita dulce al fin. 

SEGUNDA VERDAD

   El progresismo pertenece esencialmente a las roscas, las trenzas, los arreglos y el conventículo chanchullero. Este fue su origen y, junto con el fraude a ellos se debe. Entonces todo círculo que se arrogue  la voluntad popular no es progresista, y atenta contra la estructura y el corazón mismo del Régimen Progresista. 

TERCERA VERDAD

   El progresista trabaja para él mismo, su felicidad y su grandeza. El que en su nombre trabaja para otro u otros, o para una causa que no sea la del Régimen, lo es tan solo de nombre. Para ello la unidad de medida será: que una maestra necesite trabajar dos años para cobrar lo que un político progresista en un mes. 

CUARTA VERDAD

   No existe para el progresismo más que una sola clase de hombres: los políticos. El resto de los hombres sólo existen para servir a los políticos progresistas, los que a su vez explicarán al pueblo, por el medio más idóneo, por qué les ha tocado esta suerte de servir de por vida a gente tan digna.  

QUINTA VERDAD

   En la Argentina Progresista, el trabajo es una dádiva o una gauchada de un amigo que crea la dependencia del hombre a un nuevo patrón que tampoco trabaja; y es un deber, porque es justo que cada uno viva de la limosna diaria y consuma por lo menos lo que otro ha conseguido en la jornada con el sudor de su frente. 

SEXTA VERDAD

   Para un progresista no puede haber nada mejor que un fraudulento, cualquiera sea su origen y mucho más si este está metido hasta el cuello en una petrolera, pertenece a la patria contratista o tiene antecedentes penales. En el Régimen los antecedentes penales o judiciales son un mérito, porque la penitenciaría meció nuestra cuna, fue nuestro hogar y fue la escuela que nos hizo pungas de vocación.  

SEPTIMA VERDAD

   Todo progresista debe sentirse más de lo que es. Pero jamás menos de lo que debe ser, por cuanto es una esperanza para la Globalización. Cuando un progresista comienza a sentirse así es porque se está convirtiendo en el gran personaje de la Nueva Oligarquía: el político. Ellos serán cambiados cada dos o cuatro años de manera tal que nada cambie.  

OCTAVA VERDAD

   En la acción política, la escala de valores de todo progresista es la siguiente: primero el Puestito vinchuca, después el Curro sangrador, luego, mantener Actualizado el Sueldo, de ser posible en dólares, y acomodar a la familia hasta los tataranietos. 

NOVENA VERDAD

   La política que emana la Internacional del Dinero es, para nosotros, un fin y el medio para que, mientras tanto, cada uno pueda juntar con intrigas y de un saque lo que nos hubiese costado ocho generaciones de paciencia y de yugar.

DECIMA VERDAD

   Los dos brazos del Progresismo son: mantener al pobrerío en relación de dependencia y que la mitad de la población se encuentre en situación de pobreza. Con ello damos a este pueblo lo que realmente se merece por haber sido el que, en su momento, le dio la espalda y restó su apoyo a las Huestes de la Libertad encabezada por los jóvenes idealistas. 

UNDECIMA VERDAD

   El progresismo anhela la ruptura y aniquilamiento de la unidad nacional. Los únicos Mártires y Héroes son los que formaron parte de las Huestes de la Libertad. Sólo un pueblo aturdido por la retórica de nuestros políticos, sumido en la miseria por nuestros economistas y amenazado por un malón de fantasmas que esparce la prensocracia, será el dócil instrumento de las directivas que nos llegan y de los planes que hacemos para ponerlas en marcha. 

DUODECIMA VERDAD

   En la Argentina Progresista los únicos privilegiados son los políticos progresistas. Los políticos, que en el fondo no representan a hombre alguno ni a sus intereses, son el verdadero y auténtico emblema de la patria. Para ello habrá que inculcar desde las escuelas que, sin Constitución y sin políticos, la Patria no existe. 

DECIMATERCERA VERDAD

   El progresismo es chapetutte, no tiene doctrina y por eso no tiene programas para nada. Pero nuestro cuerpo tiene un alma y son las directivas del Nuevo Orden Mundial, que es nuestra verdadera doctrina política, económica y social. Nada somos ni seremos sin ella. Tampoco nada seremos con ella pero tendremos la satisfacción del deber cumplido. Mientras tanto: en lugar de vivir que duren si pueden. 

DECIMOCUARTA VERDAD

   El Progresismo es una forma de ser y de ver la vida muy simple y práctica, atea de forma, de fondo y de corazón, y la prueba de que estamos en el camino correcto es que más de la mitad de los curas está con nosotros y la otra mitad es chirle. No podemos exigirle al pueblo que crea lo que ni ellos mismos creen. 

DECIMOQUINTA VERDAD

   Como doctrina política el Progresismo es aluvional, pero busca el equilibrio entre los derechos del Nuevo Orden Mundial y la miseria en que se encuentra sumergido el hombre y la comunidad donde vive. En este sentido el individuo debe acostumbrarse a vivir no con lo que tiene, sino con lo que consigue. Nuestra responsabilidad es que lo que consiga sea poco, para que no sea dueño ni de lo que tiene, gracias a la usura que lo mantendrá pelado con la cero. 

DECIMOSEXTA VERDAD

   Como doctrina económica, el Progresismo realiza una economía que responde al Nuevo Orden Mundial, por el Nuevo Orden Mundial y para el Nuevo Orden Mundial. Por ello la mayoría de los Ministerios y funcionarios públicos pertenecen a organizaciones internacionales vinculadas a la Globalización. 

DECIMOSEPTIMA VERDAD

   Como doctrina social, el Progresismo no crea bienestar: democráticamente deja al hombre en libertad para que quede dentro del Régimen o se muera fuera de él. Pero siempre en la más solemne libertad de los Derechos Humanos. 

DECIMOCTAVA VERDAD

   Queremos una Argentina socialmente progresista, económicamente liberal y políticamente marxista. 

DECIMONOVENA VERDAD

   Constituimos un gobierno centralizado, un estado centralizado y un pueblo centralizado. 

VIGESIMA VERDAD

   En esta tierra lo mejor que tenemos son: los políticos, la Nueva Oligarquía, y la Constitución Nacional que es la que nos permite hacer de todo sin ser responsables de nada.


Proyecto de la Nueva Bandera Argentina
que deberá ser aprobado
para la Fiesta Solsticial
en el Congreso de la Hermandad
de calle Cangallo 1242, sede del
Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial
y de Gobernaciones de Provinciales.

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