No
caben dudas de que las escuelas técnicas ORT son un modelo de enseñanza. ORT es
un organismo no gubernamental sin fines de lucro fundado en 1880 en San
Petersburgo, capital de la Rusia zarista, como "Sociedad
para
la Propagación del Trabajo y la Agricultura entre los Judíos",
y con su esfuerzo se capacitaron a integrantes de la comunidad hebrea que
estaban marginados por la persecución estatal, e impedidos de comprar tierras o
seguir estudios secundarios o superiores. Porque los gobiernos de distintas
partes del mundo siempre fueron muy malos con los Preferidos del Señor de
Israel que se sabe siempre fueron muy buenos.
Comisionado por el soviet
José Stalin (Visiaronovich Chugachvili, en la Logia: Stalin), llegó a la
Ciudad de Buenos Aires en 1935 un personaje clave: Ilya Trotsky (todavía estaba
vivo su hermano Lev Davidovich Bronstein, en la Logia: Trotsky, fugitivo
precisamente de Stalin en México, nación que fuera Lupanar de la Masonería hasta
1960, luego que hiciera su gran parición: Fidel Castro), cuya tarea permitió que
en 1936 (Plena Década Infame de Justo y Julito Roca) pudiera abrir una ORT en la
Argentina.
Sus propósitos eran todos
encomiables:
-
1. Brindar una sólida
capacitación científica, tecnológica, religión, idioma y costumbres judías,
actividades expresivas y físico-deportivas.
-
2.
Favorecer el
respeto a los valores ético-filosóficos que fundamentan la actividad
científico-tecnológica y permiten la participación responsable en la comunidad
judía establecida y por establecerse en Argentina (según Jean Lombard entre 1935
y 1949 se establecieron en Argentina 460.000 judíos).
-
3. Estimular la
participación en una amplia gama de actividades de carácter comunitario y
solidario de la colectividad judía, y en eventos académicos nacionales e
internacionales que realiza y realizará la comunidad judía.
-
4.
Preparar
para la continuidad de los estudios terciarios y/o universitarios y para la
inserción en el mundo del trabajo.
-
5. Formar jóvenes
capaces de emprender en forma autónoma y responsable nuevos desafíos que
implican la búsqueda constante de diversas alternativas de solución,
desarrollando tareas diferenciadas a través de vínculos dinámicos, aplicando
conocimientos complejos y nuevas tecnologías
Su actual consejo
académico asesor lo integran ilustres personajes criollos de la cultura
argentina (a pesar de que todos tienen antecedentes como militantes sionistas,
lo que no quita sean argentinos y hombres de bien):
- Marcos Aguinis;
-HumbertoGiancaglini -PabloJacovkis
- Bernardo Kosacoff- Eduardo Melinksy
-AbrahamSkorka;
- Juan Carlos Tudesco |
A la hora de elegir una
educación para sus hijos, Daniel Fernando Filmus eligió las escuelas técnicas
ORT porque pretende darles a ellos las mejores herramientas para abrirse paso en
la sociedad hebrea en que se desempeñarán, sea aquí o en el Estado de Israel y,
eventualmente en la Argentina. Al día de la fecha se desconoce cuántos jóvenes
argentinos judíos, egresados de las escuelas ORT, han partido para radicarse en
el Estado de Israel. Tampoco se sabe cuántos han muerto por esta causa. ¿Acaso
Filmus pensará enviar a sus hijos a Israel?
Cuando hace algunos meses
Filmus entegó, junto a Craig Barrett, chairman de Intel Corp., los
premios Educ.ar-Intel a la Calidad Educativa Argentina 2005: Innovación
en el uso de Tecnología en el aula, no tenía dudas de que ORT tendría un rol
destacado por su formación en el uso de las Tecnologías de la información y la
Comunicación (TIC).
Por ejemplo, ORT impulsó,
junto a la cámara de industrias electrónicas e informáticas (CESSI), un plan
piloto para adecuar las carreras a las necesidades del mercado y crear otras que
sean cortas con formación específica y terciaria.
Pero, los niños argentinos
que concurren a la educación pública, de la que Filmus es co-responsable,
¿reciben una formación similar a la que Filmus le asegura a sus hijos y a los
hijos de la comunidad judía en ORT? Sin duda que es una pregunta central a la
hora de evaluar el sistema educativo argentino. Y hasta ahora Filmus ha
demostrado una enorme incapacidad para recrear un ámbito de formación similar al
que obtienen sus hijos en ORT. Tan incapaz como resolver el problema de la UNBA,
permitiendo que el aquelarre se haga histórico.
La legislación esencial
para la educación pública argentina es la Ley de Educación Común 1.420 (Ley de
la Vergüenza Nacional), que se aprobó el 8 de julio de 1884, después de fuertes
debates en el Congreso Nacional y en la prensa.
La discusión legislativa
fue intensa: distintos puntos de vista en torno a la enseñanza religiosa, a la
escuela mixta y al control del Estado (y de la Nación) sobre la educación
dividieron a la Degeneración del 80.
En 1883, el Congreso comenzó a discutir un proyecto mediante una iniciativa
apoyada por los católicos desde la Comisión de Justicia, Culto e Instrucción,
presentada a las Cámaras por Mariano Demaría. Intervinieron, entre otros,
Eduardo Wilde, ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Onésimo
Leguizamón y Tristán Achaval Rodríguez.
El proyecto fue
rechazado. Inmediatamente la mayoría liberal del Congreso presentó otro
alternativo, el que fue aprobado con algunas modificaciones.
Uno de los temas más
debatidos fue la inclusión de contenidos religiosos en los programas escolares.
Otro punto de discusión fue la capacidad del Congreso para legislar en lo
atinente a la instrucción pública en toda la república, según preveía el
proyecto presentado por la Comisión.
La ley aprobada
estableció la instrucción primaria obligatoria, gratuita y gradual. La
obligatoriedad suponía la existencia de la escuela pública al alcance de todos
los niños, medio para el acceso a un conjunto mínimo de conocimientos, también
estipulados por ley. Los padres estaban obligados a dar educación a sus hijos.
La formación de
maestros, el financiamiento de las escuelas públicas y el control de la
educación –privada o pública- quedó en manos del Estado.
Hoy Filmus es el
garante de aquella legislación, en una sociedad que se divide entre aquellos
padres o tutores que pueden pagar la educación privada para sus hijos, y quienes
no pueden hacerlo. Filmus envía a sus hijos a la educación privada, pero
elabora políticas para la educación pública. Alguien, que no sea Filmus,
debería explicar esto.
¿Puede provocar una
convergencia? Evidentemente no lo ha logrado. Ni siquiera ha trabajado para
ello. Ni piensa hacerlo, porque la Sinagoga no se lo permitiría.
En tanto y en cuanto
Filmus afirme que su proyecto es contenedor de las inquietudes de los docentes,
más padres seguirán eligiendo la educación privada porque los docentes
argentinos no se encuentran capacitados para elaborar un proyecto como ORT
porque no cuentan con los recursos, ni la organización, ni capacitación, ni
disciplina (el Estatuto del Docente y los salarios miserables ha arruinado la
profesión de docente). Recordamos que casualmente en la
docencia (Consejos de Educación de las provincias) es donde hay más judíos
dentro de su personal jerárquico, resultando algunos estamentos nacionales y
provinciales vinculados a la educación como verdaderas sinagogas. ¿Por qué se
habrán concentrado los judíos como cabezas de la educación en
la Argentina?
La Ley 1.420 se hizo en
un momento que el país no tenía escuelas, no tenía maestros ni tenía población.
La 1.420 fue parte de un proyecto que con la inmigración pobló el país, y
quienes vinieron después, educadores como Filmus, han demostrado una enorme
incapacidad para recrear lo que fue la 1.420. Y si tienen dinero para pagar la
ORT o cualquier otro centro de enseñanza privada, escapan enviando a sus hijos a
esa educación.
¿Cómo define su tarea
Filmus? Él dice que:
"Hubo una 1ra. etapa
de medidas de emergencia. Ahí tuvimos que hacer la ley de 180 días, la ley que
tiene que ver con la duplicación del incentivo docente que la prorrogara por 5
años. Tuvimos que tomar muchas medidas de emergencia".
"Después una 2da.
etapa para fijar ya parámetros nacionales en el tema educativo que estaba muy
fragmentado y muy desigual: Ley de Financiamiento Educativo, Ley de Educación
Técnica; núcleos de aprendizaje prioritario para todo el país, evaluaciones
conjuntas para todo el país".
“La nueva
legislación marco sobre educación”.
¿En cuánto tiempo,
entonces, la Argentina podría tener decenas de centros de educación pública
similares en su calidad a las escuelas ORT? Imposible saberlo. Probablemente
nunca.
Pero Filmus quiere
seguir escalando en la función pública. Y ahora el Presidente Kirchner lo quiere
como Jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para que resuelva los problemas
que tiene, cuando no pudo amansar a los muchachos de la FUBA.
Escríbanos, mandándonos su adhesión y nosotros a
vuelta de correo le haremos llegar un Cascote Santo que, según el Rabino Bergman,
perteneció al Muro de Jerusalén donde moraba y pasaba días macanudos el Señor
de Israel.
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Escudo de Israel |
La Nación y Pueblo del
Señor |
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