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SOBRE UNA CARTA

QUE LLEGÓ JUSTITO

(Algo que parece cosa de mandinga)

Juan Pampero

 

El Patrón

El Patroncito

  Empleados y actores: los Cucos de la película  

Tres actores en busca de la gilada que tascó el freno durante cincuenta años.

 

Los Colorados del Monte, marzo de 2008.  

“Si sólo tú y yo pudiéramos conspirar contra el destino para dominar la forma lamentable de todas las cosas; ¡seguramente lo romperíamos todo en mil pedazos para luego remodelarlo con alguna otra forma más cercana al deseo de nuestros corazones!” 

Omar Khayyam, poeta persa (1084-1131). La frase es la que se encuentra inscripta en el vitreaux central de la Sociedad Fabiana en Londres, lugar donde se meció la cuna de la actual The Royal Institute of Internacional Affairs que dirige y gobierna Su Graciosa Majestad Británica. Allí se hace y deshace todo tal cual reza el epígrafe. El 4 de abril la Virreina Cristina, La Progresista, estará entre ellos, para el besamanos y para brindar por la derrota Argentina en Malvinas. 

   Carta a doña OLGA.

   Querida amiga, dilecta compatriota:

   He recibido su envío sobre la Verdadera historia del Che Guevara. Un documento muy bueno. Que digo: excepcional, y por eso vaya mi agradecimiento, desde que trae algunas noticias que, al menos para mi, son novedades, aunque si bien me las imaginaba. Pero no es lo mismo ver que imaginar. Es así lo que usted me envía: poco pero muy jugoso; como debe ser. Creo que a esto ya se lo dije enantes y ahora se lo repito. Y bien, sobre esta remesa quería hacer algún comentario, que indulgente usted sabrá tomar a bien.

   Sabrá usted, cara amiga de la primera hora, de allá lejos y hace tiempo, que a caballo de su envío se produjo la renuncia del mejor amigo que tuvieron los EE. UU.: don Fidel Castro Ruz alias el Gran Cuco Cubano. Ni que usted lo hubiese hecho a propósito, como una premonición. Todo lo cual implica que los yanquis se han quedado sin el Hombre de la Bolsa para que algunos díscolos Hispanoamericanos tomen la sopa que se prepara en Manhattan. Ergo: tendrán que hacerse de otro Cuco, que no podrá ser Chávez, porque este empleado ya cumple otras funciones para los ingleses que fueron sus descubridores (observe usted que el bolivariano jamás de los jamasejes se mete con Inglaterra el socio incondicional de los EE. UU., siendo que con ellos tiene serias deudas pendientes; y es así como Su Majestad juega con sus socios y amiguitos).

   Aunque en verdad, esto de meter ladinos por doquier, ya no les hace falta a nuestros hermanitos del norte, porque tienen maniatados a los Virreinatos y de siervos a sus Virreyes, con el tema de la deuda y puestos los grilletes en el cepo con un dólar en caída libre. No creo que pase este año bisiesto, sin que esta situación traiga ruidos fenomenales, porque el fantasma de 1929 ronda Wall Street y galguea por las calles neoyorquinas lo más campante. Y como Brasil está enlazado (gracias al Presidente Lula, otro progresista) con la economía de yanquilandia de añares ha; y Brasil es socio mayoritario de Argentina en el Mercosur; resultará por carácter transitivo que lo que le pase a los EE. UU. le pasará a Brasil y, no sería nada extraño que, el garrotazo que recibirá Brasil, se haga doloroso chichón en nosotros. De esto nuestros economistas, una manga de fracasados sin remedio, no hablan. Ni hablarán si no se los autoriza desde la calle Cangallo 1242.

   Volviendo a lo nuestro,  veo por el texto, que la factura del escrito ha sido confeccionada por un venezolano. Claro está que destile indignación. Quizá a mí me pasaría otro tanto o peor. Usted ya me conoce. Pero lo que lamento es que no haya dicho toda la verdad sobre Fidel (El Cuco) y el medio judío Che Guevara (El Cuquito), su desvelo. Tal vez esto se haya abreviado para poder meter lo posible dentro de aquel texto. Lo cual sería una razonable excusa. Pero como soy de los que descree de estas sutilezas, se me ha dado en pensar que a lo mejor esta persona  tiene chueco el fiel de la  balanza, o bien que padece alguna deformación provocada por una variedad de astigmatismo.

   Estas dos figuritas que le estampo a derecha e izquierda, son los inventores del Cuco Fidel Castro: Nikita Kruschef (1894-1971), el más conocido por Salomón en el ghetto de Moscú, y Dwigth Eisenhower (1890-1969) destacado por los Hermanos de la B’Nei Brith de Washington D. F. como David, distinguido sucesor de Salomón Schipp, alias Harry Truman, en el gobierno sinárquico que soporta el  desgraciado pueblo de los EE. UU.

   Según los escritores norteamericanos que visitaron Alemania después de mayo de 1945, no trepidan un instante en acusar a Heisenhower de haber montado con los cadáveres de los civiles alemanes muertos por los bombardeos aliados, el hambre y las enfermedades, lo que después habría de llamarse la Tragedia del Holocausto Judío. Es decir, siguiendo siempre los dichos de testigos presentes resulta que, a los a los fines de la fotografía y documentales, los mismos alemanes muertos hicieron de judíos torturados y muertos por ellos para exposiciones que hoy mismo horrorizan a la gente. Una cuestión de crueldad inenarrable. Pero Heisenhower o David (el que venció al gigante filisteo Goliat o alemán) o Ike, pasó a ser para los Hijos de Sión un hombre probado, certificado y sin ningún tipo de escrúpulos a la hora de servir a los Predilectos del Señor de Israel.

   Pero el largo brazo de la Sinarquía Internacional, que mueve cordeles muy sutiles, tomó una decisión que echaría las bases de la actual globalización, pergeñada desde 1945 por el CFR norteamericano y la RIIA inglesa: en 1953, Heinsenhower es elegido presidente de los EE. UU (enero de 1953).; y Kruschef, famoso por lo obediente desde que era un joven en 1917, pasó, después del asesinato de Stalin (¿fue este el motivo por el que lo mataron?) y de eliminar a Beria, Malenkov y Molotov, a Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista (marzo de 1953). Estos dos fueron los elegidos para echar los cimientos de lo que hoy vivimos afligidamente. Es que unos años antes, entre 1951 y 1952, la intelectualidad sionista, que en su momento fuera la maquinaria instalada en Rusia a partir de 1917 para demoler el Imperio Zarista, había decidido que el comunismo ya no les era útil. Más aún: les resultaba un estorbo para los planes del Nuevo Orden Mundial. Y casualmente también en 1958, Heisenhower es reelegido presidente hasta 1961 y Nikita o Salomón pasó a Presidente del Consejo de Ministros de la URSS hasta el 15 de octubre de 1964. Digamos entonces que el sionismo  les extendió un par de tarjetas de crédito por sus sobresalientes desempeños.

   Ya sé lo que me va a decir doña Olga: que en este caso, entre Heisenhower (1961) y Kruschef (1964) hay un poco más de tres años que quedarían en blanco. Es verdad. Pero en EE. UU. esa diferencia (Heisenhower no podía se elegido por tercera vez) se remendó haciendo subir al poder a John Fitzgeral Kennedy que venía de una derrota; un ex alumno de la escuela del judío comunista Harold Laski en Londres (financista de la subversión en Italia y posible autor intelectual de la muerte de Mussolini en proximidades del lago di Cuomo), cuando su padre fue embajador norteamericano en 1939. Digamos que un bolchevique larvado que hizo sus primeras armas en los Grupos de John Reed  llevado de la mano de doña Eleonor Roosevelt, esposa de Franklin Delano, masona activísima y amiga personal de la británica doña Alicia Moreau de Justo, la vicepresidenta de la Junta Consultiva después de septiembre de 1955. ¿Se da cuenta doña Olga como a mí me salen redondas todas las cuentas?

   Bueno: lo que pasó fue que Kennedy sacó los pies fuera del plato y lo amasijaron sin vuelta (22 de noviembre), cerrándose el caso por tres costados: el prostibulario y narcotraficante judío Jacobo Rubinstein asesinó a Harvey Lee Oswald (24 de noviembre), su ex empleado y testigo de mayor valor en la causa; el juez Warren a cargo de la investigación, masón Grado 33º y antiguo miembro del CFR como los restantes miembros de la comisión senatorial, dio por terminado el caso porque sí (1964) y a la viuda Jacquelin, que después se le dio por mover la lengua, la hicieron casar con Aristóteles Onasis (21 de octubre de 1968), antiquísimo masón Grado 33º y miembro activo de la Sinarquía, para que, secuestrada, la vigile y le de mucha plata, lográndose de ella un silencio maravilloso. La prensa frívola de aquel ayer la haría sentir una reina codiciada. Después dicen que no hay milagros en esta tierra. Presidente del CFR norteamericano era el profesor judío Henry M. Wriston, y Director su paisano, el abogado Philip D. Reed, ambos vinculados a la israelita Banca Morgan.

   Vea mi distinguida amiga: así como yo, que me estoy haciendo el Plutarco sin siquiera parecerme a él en la uña del meñique, sería interesante que algún progre, de esos que pululan sin trabajo, sin trabajar e impidiendo que otros lo hagan, a la espera de las rupias que le dará el erario público siempre indulgente, trazara un paralelo entre estas dos vidas. Se encontrarían con más de cien coincidencias sin explicación y con unas doscientas preguntas sin respuestas. Mas, primero tendrían que hacer una sinopsis de todo lo acontecido, día por día y año por año, allende y aquende de la Cortina de Hierro desde 1953 hasta 1964. ¡Qué sorpresas que se llevarían!

   Como le decía anteriormente, cuando estaba en el proceso digestivo de lo que usted me envió, llegó la noticia de la renuncia de Fidel Cuco Castro en Cuba. Ahora fíjese usted cómo la prensa venal y los mil corifeos que tiene, se han puesto a imaginar qué es lo que pasará con la isla a partir de ahora. Pero ninguno hasta ahora se ha preocupado haciéndose la pregunta de qué fue lo que pasó en Cuba desde 1959 hasta el presente. Y creo firmemente que el mundo en general e Hispanoamérica en particular, dado que ha sido la perpetua víctima del régimen castrista, deben saber qué es lo que ocurrió en el Paraíso Socialista de Fidel en estos casi cincuenta años y quiénes han sido sus cómplices del lado continental. Por allí se habla de 70.000 ejecutados; una cantidad parecida de asesinados de distintas formas y maneras; unos 100 mil desaparecidos (Fidel dijo en Buenos Aires que en Cuba no había desaparecidos), y una cantidad que andaría rondando los 30 mil muertos en las prisiones del régimen, purgando hechos que nunca cometieron.

   No se cuentan en este inventario tenebroso los exiliados los que, al fin y al cabo, también son víctimas por el destierro (una de las causales que maneja la Corte Internacional de los Derechos Humanos). Las pérdidas económicas por estos estropicios son fabulosas. Es de pensar que las organizaciones de Derechos Humanos, tan prolijas en otras partes, actuarán mancomunadas con la Justicia y darán a conocer lo que realmente pasó allí y todo lo que exportó Cuba a África e Hispanoamérica (las áreas predilectas de los yanquis y marxistas). Pero no les alcanzarán los ceros para pagar las indemnizaciones que se les avecinan. Tarde o temprano. Buen fermento para una guerra civil. Tal vez así nos enteremos a dónde fue a dar el dinero de los judíos Born y qué fue de la vida del judío Graiver.

   Así como otro sector gubernamental deberá informar a la opinión pública mundial de la situación económica cubana. Quiénes fueron los que efectivamente ayudaron al régimen ayer (5.000 millones anuales de la URSS, por ejemplo, que en realidad los pagaban los EE. UU.) y hoy (1.000 millones anuales de Chávez, los envíos solidarios del gobierno de Néstor Kirchner que nadie sabe quién los paga (barcos completos de carnes y alimentos), y las ventas por 500 millones de dólares de empresas norteamericanas, ejecutadas nada más que en 2007, pese al mentado bloqueo). Hasta fines del 2006, la deuda externa de Cuba con Argentina era de 19.500 millones de dólares. Hoy no sé en cuánto estará, o mejor dicho, no sé si existirá porque pudo haber sido condonada por un decretazo. Argentina siempre condona sus deudas: Boilivia, Paraguay, Uruguay, Perú, no es porque sea  buena: condona porque es un condón. Y yo no conozco que a Argentina jamás le hayan perdonado un chelín.

   Y a esto, estimada amiga, no lo digo para dejar al pueblo cubano (12 millones de infelices viviendo en una isla miserable) en bayetitas. No. Es para que, investigando a fondo, se sepa que Fidel Castro fue un invento de la Sinarquía Internacional, para hacer, por aquí y por allá, todas las barbaridades que hicieron.

                                                                                                                                                                JUAN

 

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