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Los Colorados del Monte, febrero del año 2008.

DISCÚLPEME: PERO EN EXXON,

LA EXXON TIENE RAZON

Juan Pampero

 

 

     

Portada del Boletín Oficial

de la República Argentina.

                     Sucioylistos

   Fieles servidores del Imperio.    

        Tapa del Anexo del Boletín

 Oficial Nº 9 del 15 de mayo de 1995

 

“1944: Bretton Woods: el FMI  y el Banco Mundial

  1945: San Francisco: las Naciones Unidas

  1994: Marruecos: la Organización Mundial del Comercio

 La historia sabe hacia donde se dirige: la Organización Mundial    del Comercio, el Tercer Pilar en el Nuevo Orden Mundial, junto a las Naciones Unidas y al Fondo Monetario Internacional.”

 

Tomado del The New York Times, pág. A9,  del 15 de abril de 1994.

 

Ca   Carta a don CARLOS FERNANDEZ.  

   Mi querido amigo; dignísimo compatriota:

   Ya me imagino lo que usted estará pensando con semejante título en el frontispicio. Sí, es así: yo no quería escribirle esta carta. Porque, sincerándome con usted, como es mi habitual uso y costumbre, le diré que sobre este asunto pensaba una cosa que resultó siendo otra. Así les pasa a muchos que se manejan a pura corazonada, sin recabar en lo que se piensa. Diga mi amigo que, gracias a Dios, no me largué una perorata de aquellas. Quedando de este entuerto una moraleja: no hay que mover tanto la lengua y avivar más el seso hasta que despierte.

   Habrá visto don Carlos el batifondo descomunal que armó el señor Presidente de don Chávez con la medida cautelar que pidió la Exxon sobre Venezuela y su empresa PDVSA. Que no es más que eso: lo pequeñín de una medida cautelar, aunque tremenda por la friolera de 12.000 millones de dólares. Una medida suspensa como la espada de Damocles, aquel cortesano de Dionisio el Viejo, que nos hablaba de la inestabilidad de la fortuna. Pero esta espada que le ha colgado la vieja Standard Oil Co. a Venezuela está suspensa de un hilo de coser de mala muerte. Digamos que, de concretarse, sería como hacerle un agujerito, modesto anche grosso, a la economía venezolana en la línea de flotación. Una economía que viene rodando por un plano depreso, con una inflación como la que otrora nosotros supimos conseguir.

   Decía el economista de la Sociedad Fabiana, John Maynard Keynes, luego Lord de Su Majestad y ahí nomás Premio Nobel, fundador junto con T. E. Lawrence (el viejo sodomita, más conocido de la gente por Lawrence de Arabia, uno de los fundadores del Estado de Israel, so pretexto de luchar contra los turcos, aliados a los alemanes del Káiser Guillermo), de la The Royal Institute of Internacional Affairs (que preside hoy doña Isabel II de Inglaterra), que la inflación es síntoma de salud en una economía (economía liberal desde luego), porque al incorporarse al consumo vastos sectores de la sociedad, debe ampliarse la base monetaria para que aquéllas tengan poder adquisitivo. Es decir todo lo contrario de lo que hicieron Menem y Cavallo: incorporaron sectores sociales pero les congelaron los salarios (que es como si no los hubieran incorporado), y además ataron la moneda nacional a una economía que tiene un PBI diez veces mayor que el de Argentina (como decir: un FIAT 600 versus un Fórmula 1). Con la maldad incluida de que el peso no acompañó la devaluación anual del dólar (entre un 4 y 7%) durante ocho años, por lo que resultó fosilizado. Consecuencia: recesión sin asco, que se pagó al contado en el 2001 con lágrimas y sudor del pueblo en bien de la plutocracia. La única cracia que funciona en esta Democacacracia del progresismo.  Espere usted, dilecto amigo, lo que pasará cuanto se salga de este Plan de Convertibilidad II: 1 dólar = 3 pesos. Mas creo que esta vez será con sangre más que con ruidos. Solamente el año pasado el dólar se devaluó en un 68%. ¿Y con el peso? No. Con el peso no se juega. ¡Una farsa, amigo mío!

   Pero lo que hace el señor Chávez no es lo que dice Keynes, sino lo que hacen los liberales decimonónicos que mandinga nos dio: una estafa a los trabajadores. Cada día ven sus bolsillos más repolludos y cada día compran menos bienes elásticos (p. ej.: manteca) e inelásticos (p. ej.: medicamentos). Y justamente es a los trabajadores, los estafados, a quien el venezolano dirige sus arengas preferentemente; como aquí lo hacía Néstor y ahora la Virreina Cristina. Y por esta aberración ha desaparecido en Venezuela el primero en desaparecer: el crédito, que es la base de la economía liberal, la economía que aplica el gobierno bolivariano. Sucioylistos en la arenga retórica (y en las camisas, pañuelos y banderas) y liberales en el manejo de la caja. ¡Con la caja no se jode! Aquí también, en nuestra garroteada patria, ha desaparecido el crédito, simplemente porque es impagable. Y el productor que tome un crédito ha cometido una versión de suicidio. Porque los usureros (hoy existen bancos que tienen superávit: ¡Santo Cielo!; lo invito al Golden Boy de Lousteau o al matusalénico doctor Lavagna, que nos expliquen cómo es posible que un banco sea superavitario; sería muy interesante, o bien cómo hace una persona para volverse rica con un banco), conocen perfectamente el estofado y le aplican un 30% anual sin piedad (en el mejor de los casos), y así se cubren de toda malhadada contingencia.

   Y volviendo al tema central: la empresa multinacional Exxon, le cuento que el día jueves pasado, y sin proponérmelo, pude ver un programa por Venezolana de Televisión, el canal oficial de aquel país, lo que aventa toda posibilidad de ser tildado de fascista. Estaba hablando una mujer muy entrada en años con una periodista que es muy parecida a la Momia de Chuquikamata en versión adolescente, muy elegante para vestirse, dado que combina colores discretos como el moretón puñete, con el amarillo patito, la ciruela pálida y el naranja candombe. Ahora bien: aquella mujer, vera imagen de una abuelita, fue miembro de la Suprema Corte de Justicia venezolana, aunque su especialidad son las Relaciones Exteriores y, dentro de ellas, las cuestiones de índole jurídica y más específicamente los tratados internacionales. Muy lúcida la mujer antañona, una verdadera especialista, tuvo a bien explicar lo que había pasado con la Exxon. Y, como le digo más arriba, tuvo a bien destrozar mi forma de pensar, porque en este caso la Exxon tiene razón. ¡Diantres!, dirá usted azorado con los ojos afuera como huevos duros. Sí don Carlos, escuetamente sí. Y no se me ponga malo, porque con eso no ganará nada. Los únicos responsables de esto son los sucesivos gobiernos venezolanos que firmaron los acuerdos con la Exxon desde 1961 (cuando era Satandard Oil) a esta parte. Algunos pactos tienen un marco general y otros muy particulares sobre la cuenca del Orinoco (cateo, perforación, extracción y comercialización, incluidas las reservas de ciertas áreas del subsuelo). Que le digo: al detalle, como hacen todas las cosas estos gringos. De manera que lo único que ha hecho la Exxon es aplicar lo concertado y avalado por todo el mundo.

   Como usted ya sabe, por esto salió el señor Presidente bolivariano más malo que una yarará con crías y en enero, amenazando que los EE. UU. no recibirá una gota de petróleo si se hace efectivo el embargo preventivo. Cosas de un verdadero patotero. Primeramente porque la Exxon tiene razón, mal que le pese a él, a mí y a usted. Y seguidamente porque los EE. UU. refinan el 60% del crudo venezolano; o sea será una victoria a lo Pirro: húndeme, que te hundiré porque me hundo. Pero como a usted esto le parecerá poco, le cuento que el 100% de la maquinaria (de todo tipo: de camiones a trépanos) que usa PDVSA es importada de los EE. UU. Existiendo insumos críticos que solamente los EE. UU. fabrica, lo que hace que la soga se le ciña más al cuello. Sus discursos haciéndose el malo son de una vinatería. Digamos de cuarta. Una vergüenza más.

   Lo interesante de todo esto, es el efecto globalización que tiene el entresijo y sobre el cual nuestra dirigencia, siempre apátrida y canalla, no tomará debida cuenta. En el caso de producirse el desenlace, es decir un juicio, éste será llevará a cabo en algunos tribunales donde precisamente tienen sus asientos los dueños de la globalización. De manera que ya se sabe, de antemano, el final de la historieta. Lo extraño, decía esta experta, es que la Exxon haya radicado su demanda en un juzgado de morondanga Civil y Comercial de Inglaterra, donde teóricamente las partes no tienen nada que ver. Y, ¿cómo se come este rabanito? Muy sencillamente: ¿quién le dijo a usted que el problema no es de los ingleses? Inglaterra tiene problemas limítrofes con Venezuela (una disputa por unos 25 mil kilómetros cuadrados): ¿no le parece don Carlos, que esta es una buena ocasión para hacer un brindis? ¡Ah, no! ¡No puede ser! Bueno mire: lea Malvinas, donde se quedaron con la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos. ¿Y el bolivariano? ¡Por favor don Carlos! Hábleme de un perro con menos pulgas.

                                                                                                                                                           JUAN,

Milico Indigesto (para algunos sí, gracias a Dios y su Santa Madre)

 

   P.D.: La portada, donde he colocado al boletín del Foreing Affairs, se debe a que, primeramente esta publicación dice en su inicio que los artículos publicados “no representan ningún consenso de creencias. No esperamos que todos los lectores concuerden con todos los sentimientos que encontrarán en nuestras páginas, ya que algunos de nuestros autores están directamente en desacuerdo con otros.” Una redacción y un contenido que usted podrá encontrar en cualquier constitución masónica, de manera que a confesión de partes, relevo de pruebas. Entre los escritores del Foreing Affais figuran Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski, David Rockefeller, Brent Scowceoft, Robert MacNamara, Richard Holbrooke, Arthur Schlesinger, Samuel Huntington, etc. Todos miembros del CFR, lo cual convierte a la publicación en una verdadera sinagoga y nos dice que la globalización no es otra cosa que un invento sionista. El editor es James F. Hoge, también hebreo, miembro de la Trilateral Comisión, ex director de los periódicos Chicago Sun-Times, Chicago Times y New York Daily News.

   Pero, ¿a que viene todo estro? A que expresa la publicación que las generosas contribuciones que recibe el CFR norteamericano (exentas de impuestos desde luego) provienen principalmente de la Ford Fundation (que patrocina aquí a varias organizaciones delictivas), la Rockfeller Brothers Fund y la Rockfeller Fundation. También existen donaciones de carácter personal y, casualmente, entre estos conspicuos se encuentran David Rockefeller y la Occidental Petroleum Corp (la empresa del ya fallecido financista de los comunistas soviéticos, Armand Hammer). La evolución anual de capital e inversiones del CFR, según los balances presentados, arrojaba para 1998: 148.029.600 dólares como capital y 118.613.900 en inversiones; más con 20.225.300 dólares como ingresos anuales operativos, contra 19.211.900 de gastos anuales operativos, por lo que existió un saldo positivo de 959.700. Cifras que no están dichas para atosigarlo don Carlos, sino para que usted observe que los recursos del CFR de yanquilandia, como organización privada de la Sinarquía Internacional, cuenta con recursos económicos que le permiten realizar operaciones sin ningún tipo de limitaciones financieras y sin pedirle nada a nadie, incluido el gobierno de los EE. UU.

La cara real del poder presidencial y financiero.

   Un Virreinato como el del Río de la Plata, hoy a cargo de una mujer con apariencia de sabérselas todas, no es más que una gerencia general que detenta el poder formal, habido de una elección donde obtuvo el 46% de los sufragios, sobre un total del 55% del electorado, lo que arroja un 25% real de votos a favor. O mejor dicho: de cada cuatro argentinos, tres no la pueden ni ver a la Virreina que se anda pavoneando de aquí para allá. Todo lo cual es legal pero no lógico. Este virreinato está promovido y respaldado por la tecnocracia supranacional que se asemeja cada día más a una suerte de Directorio Mundial. Y esa tecnocracia, a su vez, obedece a los intereses de las finanzas globalizadas, que son los verdaderos amos del planeta; son sus accionistas.

   En cuanto a la Revista Fortune, es la que trae el ranking de las 50 primeras empresas de los EE. UU., y dice que la ubicada en el puesto 4º es, precisamente, la Exxon, a cargo de Lee R. Raymond, judío, perteneciente al CFR y a la Trilateral Commission, con una facturación anual de 100.627millones de dólares (balance de 1998). Es decir está con muy poca diferencia por debajo de General Motors, For Motors y Wal-Mart Stores.

   Por otra parte, entre las 10 mayores empresas del mundo, se encuentra a la Exxon en 8º lugar. La facturación anual de estas diez empresas arroja una cifra mayor al PBI combinado de los cuatro países fundadores del MERCOSUR en su conjunto.

   La Exxon (la vieja Standard Oil), se fusionó en diciembre de 1998 con la Mobil Oil con una operación que superó 86 mil millones de dólares. Al mismo tiempo la British Petroleum compró la Amoco. Todos movimientos tendientes a lograr estructuras económicas globalizadas. Los Rockfeller son el nexo de unión entre todos estos. Donde no hay un Rockfeller hay un inglés.

                                                                                                                                                                JUAN

                                                                                                                                                   Milico Insoportable

 

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