Los Colorados del Monte,
septiembre de 2007.
Carta a don CARLOS FERNANDEZ.
Queridísimo amigo y medio hermano mío:
Quiero decirle que ésta no es otra cosa que una continuación de mi
anterior, que fue abreviada para que no fuese tan larga,
resultando al final que usted se me canse y yo ande diciendo cosas
de balde como Culuco, el mendigo que tenemos en la plaza del
pueblo.
Y
dicho el breve exordio, paso al tema sin otro más que decir. Mire
don Carlos, usted habrá visto y escuchado, por aquí por allá, que
la prensa, siempre canalla y venal, anda batiendo el parche de que
el 28 de octubre venidero no habrá segunda vuelta. Esto quiere
decir que la Doncella de Buenos Aires ganará todo con el chicote
en la paleta. Ella misma, en su aspecto de mujer recogida en sus
mohines, lo ha dicho. Todo lo cual me exonera de hacerle alguno de
mis siempre mal habidos comentarios.
Pero resulta que, por mi afición a los números y al mal hábito de
poner el hocico en los lugares que puedo, aunque no debo, no me
dicen lo mismo. Contrastando mis apuntes con aquello que se dice y
asegura la Doncella, ha venido a resultar que se me ha trastornado
el intelecto. Que nunca estuvo, digamos, muy sano. Usted lo sabe.
Pero ahora se ha puesto peor, resultando una calamidad mi sesera.
Por eso le escribo, buscando sus auxilios, que para mí son como un
bálsamo traído del Oriente. Tal vez usted pueda lo que yo no.
Sabe usted, porque hasta las guaguas lo conocen, que don Néstor
ganó las elecciones del año 2005. Pero nunca se dijo el porcentaje
general de aquel triunfo. Sí se dijeron los resultados
provinciales, municipales, pero el del nivel nacional, no, que se
quedó escondido en la alacena. Y esto hizo que le sintiera mal
olor al chancho. Por este motivo díme a investigar. Una tarea,
amigo mío, que se la regalo. Sobre todo porque mis fuentes de
información son de perpetuo indigentes. Sin embargo logré
establecer que Néstor había triunfado con un 36%. Con esto quedé,
digamos, que contento. Porque para perro flaco no hay hueso malo,
ni para el cristiano macho con hambre no hay carne hedioda.
Pero mire vea, que el otro día don Roberto Lavagna vino a
enterarnos que en el 2005, Nestitor, alcanzó tan solo un 38% de
los sufragios del electorado. Y sobre el pucho la escupida: le
ofreció a su interlocutor el estudio hecho por cuatro hombres de
su elenco. Bueno: allí no volaba una mosca. Imagínese de mi
regocijo don Carlos: quedé contento y andaba como mariposa con
hipo. Porque con mi magro esfuerzo le erré a don Roberto por solo
2%. Pero usted, eterno descreído, dirá que es pura buena leche. No
don Carlos, es hacer las cosas bien. Y ahí tiene el resultado.
Entre mi 36% y el 38% de Lavagna, me quedo con el Lavagna. Porque
tampoco es cosa de pelearse por un 2%. Pero lo que se le olvidó a
don Roberto fue decir que aquel 38% fue sobre un 55%, promedio
nacional, del electorado que concurrió ese día a la votación.
Quiere decir que el marido de la Doncella de Buenos Aires obtuvo
el 38% del 55%, que es tan solo el 20,9% del total del 100% que
está obligado a sufragar. Como usted sabe que yo me caracterizo
por mi bondad, le pido que acepte que 20,9%
≈
21%, con un error del 0,01%. Con este redondeo decimal las cuentas
son escuetas y más claras, sin truncamientos. El 21% es menor que
el 23% que obtuvo para ser Presidente. Y es menor que el 24% que
obtuvo Illía y le hicieron la vida imposible.
Traducido esto don Carlos, al lenguaje del vulgo, quiere decir,
que de cada 100 argentinos hay 80 que a Néstor no lo pueden ver,
ni pintado en el plato en que mi abuela nos servía la mazamorra
con miel como postre. Sea porque unos votaron en su contra, sea
porque otros prefirieron quedarse en su casa merendándose el
asadito del domingo. Por lo que me atrevo a decir que nadie lo
quiere. Como a usted le guste, viejo amigo, pero esta es la
verdad, capaz de descorazonar al taita más pintado, como parece
que fue aquel Jacinto Chiclana que prefería arreglar los
diferendos a faca fariñera, sin tanto abogado ni juez.
Ahora bien, vista esta revelación, que lo habrá dejado patitieso,
me puede decir de dónde la Doncella de Buenos Aires y sus
corifeos, que los tiene a centenales, se anda pavoneando al trote
vacuno de aquí para allá, de allende para aquende, de que va a
ganar. Porque vea, viejo camarada, con estas cifras en lugar de
discursear desde el atril, tendría que ponerse a llorar como hacen
aquí las comadronas en los velorios y de emoción en las Misas
Cantadas.
Para colmo don Carlos del 2005 para aquí, no hay nada que haya
hecho Néstor que lo haga repuntar en las preferencias de este
maltrecho Pueblo que habita esta aporreada Patria. Nada. Mejor
dicho sí: pero todo en su disfavor y más en los últimos tiempos
donde cada olla que se destapa arroja una vaharada capaz de
resucitar a un difunto. Sin contar las asignaturas pendientes que
tiene, como por ejemplo los morlacos de Santa Cruz que se fueron
para no volver. Un menjurje de mandrágora, con ruda macho,
cebollas, ajo y perejil. Y como si esto fuere poco, viene a
sumarse, desaprensivamente, la inflación delatora de que lo
prohijado en estos cuatro años y pico, es tan falso como el ojo de
vidrio que tiene don Calixto Gauna que me vende la leña para el
fogón hogareño.
Sí,
ya sé, usted como siempre me va a salir con un pero (por eso es
pero nista, ¿o no?). No, caro amicebole, no hay tal pero. Porque
si concurrió a las urnas un 55% de promedio, quiere decir que hay
un 45% que no fue. Son los hastiados de este negocio tan
redituable que se llama Democacacracia S. A. Pero, ¿qué me
diría usted si a este 45% se le da por ir a votar el 28 de
octubre? A Néstor no lo van a votar, porque será un voto de bronca
y si no lo votaron en antes, menos lo harán mañana. Este detalle
no lo tuvo en cuenta ninguno de los delirantes que analizan lo
obvio. El caso de Macri en la Capital Federal es paradigmático en
este sentido. Pero son tan burros u obcecados que no lo quieren
aceptar. Un 30% que se había abstenido, ese día salió con la
papeleta y don Mauricio se alzó con un casi 60%.
Ni
me hable de las supuestas victorias de La Rioja y Catamarca. No.
¿Sabía usted que los electores de Capital Federal equivalen a 6 La
Rioja y a 6 Catamarca juntas? No, por favor, que por andar
contando las moneditas del vuelto, no se le escapen los billetes
de 100. La pregunta es, en verdad, quién será el primero. O si
usted prefiere: quiénes irán a la segunda vuelta. Mire: cuando el
General Moltke murió, sus últimas palabras fueron, refuercen el
ala derecha. Y tenía razón. Alemania no lo escuchó y sucumbió.
Y yo no sé qué es lo que está tramando la oposición para atacar el
flanco izquierdo. La diferencia con el prusiano es que estos no
tienen con qué reforzar su ala derecha, como tampoco la izquierda.
Están como Tarzán después del incendio: se les ha quemado hasta el
taparrabos.
Don
Carlos: un abrazo y saludo a nuestro estilo. Que Nuestra Señora
María de la Merced, el General más antiguo de nuestro Ejército,
como lo dice el Escalafón Militar, lo cuide y proteja para que
esté siempre bueno y amigo mío.
No
me quiero olvidar de: NI YANQUIS NI MARXISTAS. DIOS, PATRIA y
HOGAR.
JUAN
Milico Intratable (por la Gracia de Dios)
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